{Narra Jimin}
La película estaba buenísima. De esas que te mantienen al borde del asiento. Cada escena era mejor que la anterior. Me reí, me asusté... hasta se me olvidó que el mundo existía por unos minutos. Era raro, pero tener a Samantha cerca me hacía sentir diferente. Tranquilo. Feliz.
Jihyun, por otro lado, no aguantó el ritmo y se quedó dormido a la mitad. Lo miré de reojo y casi se me escapa la carcajada. ¡Parecía un zombie con sueño eterno! Le tomé una foto rápido, antes de que se moviera. Ese momento merecía ser recordado.
—¡Jajaja! Por favor, mándamela. Esto merece un meme con frase épica. —Samantha soltó una risa contagiosa.
—Hecho. Será la portada de nuestro club de "bullying fraternal". —reí, mostrándole la imagen.
—¡si! Es la hora del meme vengador. Se lo merece por miedoso. —rió aún más fuerte, abrazando una almohada.
Ambos reímos tanto que no nos dimos cuenta de que los créditos ya estaban rodando en la pantalla.
—¿Ya se acabó? ¡No puede ser! Estaba demasiado buena. —se quejó, con una mueca de decepción.
—Si quieres, podemos ver otra. No tengo problema. —dije, tratando de extender un poco más ese momento con ella.
—Lo sé, pero creo que ya debería irme... —bajó un poco la mirada.
—No te vayas... —susurró una voz entre las mantas. Era Jihyun, medio adormilado.
—¿Desde cuándo estás despierto? —pregunté, alzando una ceja.
—Siempre estuve despierto . Solo estaba... pensando con los ojos cerrados. —respondió, como si fuera la cosa más lógica del mundo.
Samantha estalló en carcajadas, y yo también.
—¡JAJAJA! ¿Pensando con los ojos cerrados? ¡No inventes! —decía ella, secándose una lágrima.
—Ay no... ya se nos desató el ataque de risa. —comenté, sujetándome el estómago.
—¿Y ahora qué dije? ¡Yo no hice nada! —se quejó Jihyun, aún medio dormido.
—Nada, pero tu cara lo dijo todo. —rió Samantha, con una sonrisa que iluminaba toda la habitación.
—Basta ya, que la vas a hacer llorar de tanto reír. —me burlé con ternura.
—Está bien, ya paro... pero no supero lo de "pensando con los ojos cerrados". Eso va para el meme también. —dijo Samantha, divertida.
Por un instante, todo era perfecto. Reíamos como niños, sin juicios, sin máscaras... hasta que la puerta se abrió de golpe.
—¿Y que es todo este escándalo? —dice enojada.
—Nada más nos quedamos a ver una película.
—¿Qué hace la gata aquí? —dice con una voz fría.
—Yo la invité a ver una película. —respondí con firmeza, aún sentado.
—¿Estás loco? ¡Primero dices que la odias, y ahora te la traes a tu cuarto como si nada! —gritó ella, cruzando los brazos con dureza.
—Sí. Porque ahora somos amigos. No veo el problema. —intenté mantener la calma.
—El problema es que ella es una simple sirvienta. No debería estar en tu habitación. Que se junte con los de su clase, no contigo... ni con tu hermano. —dijo, mirando a Samantha con desprecio.
—Mamá... —susurró Jihyun, incómodo, pero ella no lo dejó continuar.
—¡Silencio! No quiero justificaciones. —interrumpió, sin mirarlo siquiera.
—Pero mamá... —insistí, ya molesto.
—Nada de peros. Samantha, retírate a tu cuarto ahora. Y no quiero volver a verte cerca de mis hijos. —ordenó, señalando la puerta.
—Será difícil no verlos si vivimos bajo el mismo techo. —respondió Samantha, alzando la barbilla con valentía.
—¡Mira, gata estúpida! No te hagas la lista. ¡Vete ahora mismo! —gritó mi madre, fuera de sí.
—Está bien. —Samantha se levantó sin perder la dignidad y se alejó, sin mirar atrás.
Me quedé paralizado. Una mezcla de vergüenza, rabia y culpa me golpeó el pecho. No podía creer que esto estuviera pasando frente a mis ojos.
—No debiste hablarle así. Ahora me va a odiar... —dije, apretando los puños.
—¿Y qué si te odia? Esa muerta de hambre no vale nada. —respondió con frialdad, como si sus palabras no tuvieran peso.
—¡No digas eso! ¡Samantha vale más que cualquiera de los que se sientan contigo en la mesa! —la enfrenté sin titubear.
—¡Cállate! ¿Te olvidaste de Jazmín? ¿Del trato con su familia? Ese matrimonio era estratégico. ¡Ibas a asegurar el futuro de esta familia! —gritó, perdiendo el control.
—No quiero ese futuro si implica estar con alguien a quien no amo. Jazmín no me interesa, me hartó. ¡Estoy harto de vivir bajo tus reglas! —grité yo también, sintiendo que algo dentro de mí finalmente se rompía.
—Pues te guste o no, vas a volver con ella. Yo aún mando en tu vida, ¿te quedó claro? —dijo, señalándome con autoridad.
—Tengo 19 años, mamá. Y por primera vez... voy a empezar a vivir mi vida como yo quiero. Con permiso. Quiero dormir. —me levanté, dispuesto a terminar con esto.
—¡Jimin! ¡No hemos terminado! —gritó detrás de mí, desesperada.
—Yo sí. —cerré la puerta tras de mí con firmeza.
Apoyé la frente contra la madera, cerrando los ojos. El corazón me latía con fuerza. No por la discusión... sino por Samantha.
Me había hecho daño darme cuenta tarde. Ella no se merecía nada de lo que vivió por mi culpa.Y aunque me odie para siempre, aunque ya no quiera saber nada de mí... voy a demostrarle que cambié.
No por culpa. No por lástima.
Sino porque... me enamoré de ella

ESTÁS LEYENDO
Mi sirvienta (Editando)
FanfictionUna joven se convierte en la empleada de una de las familias más poderosas de Corea del Sur. Donde tendrá que soportar los malos tratos de un chico exigente, controlador y mujeriego que solo se preocupa en si mismo.