Prostitutas. II

Mientes.

Narrador:

Sólo ha pasado un día de la muerte de Braulio y compañía.

Víctor ha llegado a su hogar, Dilang aún está en coma, Yanet aún no lo sabe, pero es sólo cuestión de tiempo.

Yanet sabe que ha ganado la batalla, pero no la guerra, aún le queda mucho recorrer y está lista para todo lo que venga.

Tomó un avión a casa de Víctor y al llegar...

Narra Yanet:

- Llegué a la casa y nadie viene a recibirme.

- Me adelanté.

- Le pagué al taxi y me dirigí a la entrada de la casa.

- Guardias abrieron el portón, uno de ellos hizo una llamada y me dejó pasar al instante.

- Entré a la casa y solo estaban los empleados.

- Puse mi bolso en el sofá.

- Una sirvienta fue a atenderme.

Nunca te había visto, eres nueva aquí? (pregunté) de hecho, tengo casi dos meses (respondió con una sonrisa picarona) eres muy joven, cuanto tienes... veinte...? (Volví a preguntar mientras me servía un poco de vodka) efectivamente (respondió).

¿Donde está mi hermano, y también Víctor?  creí que había llegado ayer (dije al entrar) el señor Víctor llegó, pero tiene un compromiso (respondió con firmeza) un compromiso mas importante que yo? De acuerdo, y Dilang? (Pregunté) ¿quien es Dilang? (Preguntó extraña) ¿como qué quien es Dilang? Mi hermano, por quien pregunté al llegar.

Un chico alto, cabello oscuro, delgado, mide uno setenta o algo así,  (le dije) ¿se refiere al chico de las fotos? Oh! No sabría decirle de él, aún no ha vuelto del hospital (me respondió).

¿Hospital? No, no -lo -lo estás confundiendo, me -refiero a... olvídalo, esperaré a Víctor (dije tartamudeando) no hará falta (dijo al verlo llegar).

Yanet, por fin has vuelto. Debemos empezar a trabajar (me dijo).

- Una mirada silenciosa hizo que se erizara su piel.

- Su sirvienta estaba cabeza abajo, como si había dicho algo que no debía.

Por fin he vuelto? Ha pasado un día, estoy súper cansada pero no mas que ansiosa, donde está Dilang? (Pregunté) Dilang está en un campamento de la escuela (me dijo) conozco a Dilang, no es lo suyo (respondí) ¿a que Dilang conoces, al niño que dejaste con doce o trece años? O al hombre que yo veo con 16? (Me preguntó) no me hables como si desconociera a mi hermano (dije al empujarlo).

- Dos escoltas que estaban con el intervinieron pero Víctor les hizo seña de qué estén tranquilos.

- Dame su número de teléfono entonces.

- Lo miré.

Bien, Dilang está en el hospital (dijo al sentarse).

- Mi corazón se detuvo y luego empezó a latir con mucha rapidez sentí que salió de mi pecho y regresó otra vez.

Salió del coma hace unos días, se puso mal otra vez, pero los doctores han podido manejarlo, están haciendo unos análisis, todo saldrá bien (me dijo).

- Rompí a llorar.

De repente siento que este es mi castigo, es como si el universo está en contra mía, no puedo creer por qué esto me pasa a mi, es mi hermano menor, lo único que tengo, no puedo permitir que se valla de mi vida, no sin antes poder decirle lo mucho que lo quiero.