Mafiosos ©

Capítulo 3:

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Capitulo 3:

A la hora del almuerzo decidí ir con Payton a almorzar. La chica era muy simpática y no paraba de hablar en ningún momento. Me contó que en la escuela habían muchas diferencias por conseguir liderazgo y popularidad. Estaba el equipo de fútbol americano que lo único que hacían en el día era presumir sus cuerpos tonificados mientras entrenaban, pero eran unos verdaderos idiotas a la hora de actuar frente a alguien. Dentro de ese grupo se encontraban las porristas, lideradas por Jessica, la novia de Justin Holland a quien por cierto ya había visto y se notaba desde millas que era una chica amante del drama y que le gustaba tener el control en sus manos.

Por un minuto comencé a reír y Payton me miro extrañada. Le dije que esto me parecía tan patético y poco creíble, era como haber entrado a una película de adolescentes. Pensaba que esto solo pasaba en los libros y en las películas. Luego de un rato en silencio mire hacia la mesa de los Holland. Efectivamente solo se sentaban ellos en ese lugar, como si fueran una jauría de perros marcando su territorio. Jessica se encontraba sentada sobre la mesa con las piernas abiertas para que su corpulento y maleante novio se sentara entre medio de ellas prácticamente con su cara a centímetros de su entrepierna. Era realmente asqueroso y más aun cuando Justin se puso de pie y la tomo por las mejillas para besarla apasionadamente. No entendía como sus hermanos podían aceptar algo así.

Cuando termino el receso del almuerzo y logre salir del casino completamente asqueada fui directamente a mi casillero para ir por un par de libros, pero para mi mala suerte, justo en mi puerta se encontraba Sr. maleante y Sra. cuerpo perfecto  dándose besos y susurrándose cosas mientras la chica reía exageradamente. Ahora es cuando lamentaba tener mi casillero en un lugar tan escondido y a final de pasillo. Sabía que este tipo de situación no sería la última. A medida que me iba acercando miraba la escena en completo asco y más cuando Justin comenzó a bajar su mano para tocar su trasero, entonces decidí interrumpir.

—Eh...hola. – ambos se separaron y la chica me dio una mirada de muerte mientras el castaño solo se mantenía igual, sin inmutarse en lo absoluto. – No quiero ser aguafiestas, ni nada. Pero están en mi casillero. – intente ser amable.

—¿Por qué no te largas? – la chica espeto.

—Jessica...- la paro el chico.

—Estoy intentando ser amable, ¿bien? Lo que menos quiero es iniciar una discusión por algo tan estúpido como esto. – ella rodo los ojos y apoyo su peso en la puerta de mi casillero.

—Vale. – sonrió y luego miro a su novio. - ¿Tu eres la nueva, verdad?

—¿A qué viene eso? – alce una ceja.

—Déjame dejarte algo en claro, bonita. Si hay una cosa que no tolero en esta escuela, es que miren a mi novio. – la mire confundida. Justin paso un mano por su cabello y dejo salir un bufido audible para las dos. – No intentes mirarme así, se muy bien que te has pasado todo el día viéndolo y si te veo haciendo eso, tal y  como lo hiciste en el casino, no me haré cargo de las consecuencias. ¿Entiendes? – su cercanía me hizo tensar la mandíbula. Jessica no había parado de sonreír en ningún minuto y eso solo hacía que me enfadara más con cada palabra que ella decía. Pero cuando intento tocar mi mejilla con sus largas uñas, la tome rápidamente por la muñeca. Estaba bien, había prometido no cometer ninguna falta en este colegio, pero eso no iba a permitir que alguien viniera aquí y me dijera cuantas cosas quisiera, pensando que no me defendería.

Grave error. Yo no era de ese tipo de chicas.

—Vale ahora me toca hablar a mí. – sonreí mientras apretaba más su muñeca. – Si vuelves a amenazarme de esa manera, juro que no tendré ningún tipo de cuidado contigo y te golpearé. Si hay algo que odio en esta escuela y muchas otras, son las chicas abusivas con aires de grandeza como tu...-