Editado ✔️Capitulo 17:
Justin
Alyssa se había quedado dormida después de un rato luchando con sus ojos rojos e hinchados. Estaba encogida en el asiento como si se tratara de una niña pequeña con frío.
A medida que me acercaba a su departamento la voz de Jeremy retumbaba en mis oídos, recordando toda la mierda que había soltado. La ira creía con cada palabra que recordaba, la llama en mi interior se avivaba, llenando mi cabeza de pensamientos impuros y completamente oscuros. Me imaginaba el cuello de Jeremy entre mis manos, apretándolo con fuerza mientras veía en sus ojos como me rogaba que lo dejara respirar. Su rostro morado, sus ojos llorosos. Quería verlo sufrir. Quería que se pudriera. Luego veía el rostro de mi madre, de la mujer que me había dado la vida pero que lamentablemente siempre nos culpaba que su vida se había ido en cuando perdió a su primer hijo. Melissa era así. Fría como un tempano de hielo y toxica como ella misma. Ella no se preocupaba por nadie, solo por ella misma.
Melissa había crecido en la pobreza y estaba deseosa de encontrar a un hombre que la mantuviera por el resto de su vida si era posible. Es una mujer rencorosa, manipuladora y completamente celosa. Había dejado que su madre, mi abuela, muriera en un asilo de ancianos solo porque aquella mujer le recordaba con el poco aliento que le quedaba, lo diabólica que podía llegar a ser. Un recuerdo de mi madre vino a mi mente. Llevaba una charola con comida hacia la antigua habitación de invitados donde mi abuela se encontraba postrada en una camilla, enferma y sin poder mover ni una sola parte de su cuerpo. Yo me encontraba en mi habitación, en ese entonces debí haber tenido unos 4 años, no muchos. Me encontraba mirando el arma que había encontrado en el cajón de mi hermano mayor, examinándola completamente en silencio cuando extraños ruidos provenientes de aquella habitación me hicieron volver a la realidad en la que estaba. Deje el famoso juguete bajo la cama y me acerque a la puerta gateando para no ser visto; mi madre se encontraba con una almohada entre sus manos, mientras la presionaba sobre la el rostro de la pobre anciana. Un grito de escapo de mis labios y mi madre se aparto rápidamente, ordenando su pelo y su impecable vestido rojo.
Desde ese entonces, me era difícil poder creer sus falsas sonrisas y gestos amorosos hacia nosotros. Era una mentirosa. Todo lo hacía para obtener algo a su favor. En este caso algo quería conseguir de Alyssa. Ella conocía algo que yo aun no sabía. Era obvio que Jeremy conocía al padre de Alyssa, pero quería saber el motivo detrás de todo esto.
Al llegar al edificio, ella despertó segundos antes de detener el coche y ambos bajamos en silencio. Alyssa caminaba unos pasos por delante de mí, mientras que yo la seguía en completo silencio. El tipo de la entrada me sonrió e hizo un gesto de "Que mal rollo sus caras", yo solo hice un asentimiento con la cabeza. El hombre había quedado contento con las revistas Playboy que le había regalado una de las veces que había venido a ver a Alyssa, ahora seguramente pensaba que éramos amigos o alguna mierda.
Alyssa abrió la puerta de su departamento y yo entre tras ella cerrándola de un golpe. De pronto me sentía demasiado cabreado y quería culparla, pero al mismo tiempo no quería.
Pero mi boca ya había comenzado a actuar sin darme tiempo a procesar siquiera lo que decía.
-No debiste haber aparecido por esa puta casa. – espete. Ella se giro rápidamente al cambio de mi voz y aquella marca que ya me estaba acostumbrando a ver entre sus cejas se hizo presente. Esas arrugas que aparecían cuando se mostraba confundida, enfadada o simplemente pensativa.
-No sabía que todo eso iba a pasar. – respondió moviendo sus manos.
-¡Deberías haberme dicho!
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Mafiosos ©
Teen FictionPara Alyssa Palvin, la vida no mostraba ese toque armonioso por el cual deseas vivir el día a día. Al contrario, su vida era un callejón sin salida, en el cual luchaba para poder mantenerse firme y con vida. Alyssa es hija del magnate más conocido d...