CAPÍTULO 6: DE VUELTA EN CASA.

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Las vacaciones con papá no fueron tan malas como creí, Jonathan puede ser un tipo agradable cuando quiere, estos treinta días con él fueron divertidos pero también un tormento, cada chica que paso por mi cama era comparada con Valentina y más de una me bofeteo por decirle el nombre erróneo 

Justo hora estoy recogiendo mis maletas, de verdad que estoy impaciente por llegar a casa para ver a mi Val y decirle cuanto la amó, porque en estos días lejos de ella me di cuenta de cuanto la necesito, de lo que realmente significa para mí y de lo que realmente siento por esa pequeña

Prácticamente salgo corriendo del aeropuerto y tomo el primer taxi disponible dándole la dirección inmediatamente, ruego que Valentina este mejor, que ahora si me deje hablar con ella y que me perdone; deseo volver a abrazarla y porque no también besarla

En cada país que visite compre un obsequio para ella y todo referente a ángeles porque sé que le gustan, son sus favoritos; todos estos días ni una sola vez me he quitado la pulsera pues es como si trajera un poquito de ella a mí lado; joder estoy muy ansioso

– Parece nervioso joven – el taxista comienza una plática – ¿Todo bien?

– Sólo deseo llegar a casa para ver a alguien especial

– ¿Novia?

– No exactamente pero espero pronto lo sea

Ninguno de los dos dice algo más, el camino se me hizo demasiado largo o quizás solo era mi desespero por llegar; en cuanto estoy frente a la puerta los nervios me atacan; quiero ver a esa pequeña que se convirtió en mi todo, en cuanto los guardias me ven abren de inmediato la puerta

Uno de los guardias me dice que se hará cargo de mis maletas por lo que parto a correr hacia la mansión, solo quiero verla, Valentina es lo único que me importa solo ella; mi corazón golpea mi pecho tan fuerte y rápido que creo va a salirse de su lugar en cualquier instante

Las puertas se abren ante mí en cuanto piso el primer escalón, entro como desesperado buscando a alguien que me diga dónde está la pequeña de la casa, mi pequeña Val; nana llega a mí con una sonrisa y me abraza acción que le devuelvo

– Nana ¿Dónde está Valentina? Necesito hablar con ella

– ¿Los señores no le dijeron?

– ¿Qué tenían que decirme?

– La niña no está, Valentina se fue a estudiar al extranjero

Un escalofrío recorre mi cuerpo haciendo que las fuerzas me abandonen, esto no puede ser mi Valentina no se pudo ir y dejarme solo, mi corazón golpea con más fuerza

– Joven James ¿Se encuentra bien?

Hasta ese momento soy consciente de que nana y otra empleada me sostienen para que no caiga al suelo; el dolor en mi pecho y el vacío en la boca del estómago son más intensos a cada respiración, esto debe de ser un error ella no se pudo ir así, necesito decirle todo lo que siento

– ¿Qué? ¿Cómo que se fue? ¿A dónde se fue? ¿Cuándo se fue?

– No sabría contestarle todas las preguntas joven; a nosotros solo nos informaron que la niña Valentina estaría fuera por tiempo indefinido por cuestiones de su educación e incluso el señor la llevo personalmente a su nuevo instituto

Negué con la cabeza, no lo creía o más bien no podía creerlo, me solté del agarre que nana y la otra empleada me tenían y corrí escaleras arriba, resbale un par de escalones pero era más mi desespero por llegar a su habitación que no me importo el golpe en mi rodilla

Al llegar a su habitación entre a revisarla pero su closet estaba casi vacío al igual que sus muebles; solo estaban las fotografías, algunos perfumes y prendas de ropa que casualmente yo le obsequie, me deje caer de rodillas y comencé a llorar la había perdido

Valentina no regresaría por quien sabe cuántos meses, mi cabeza se recargo en el suelo tratando de no dejar salir los gritos que sentía quemar mi garganta, gire un poco mi vista y pude ver su teléfono bajo la cama sin dudarlo lo tome, trate de prenderlo pero no tenía batería

¿Cómo se le pudo olvidar algo tan importante? ¿Ahora cómo me comunicaría con ella? ¿Tendrá acceso a su correo o cuentas de redes sociales?; centenares de preguntas atacaron mi mente a las cuales ninguna podía darle respuesta; busque desesperado mi teléfono

“El usuario que busca no existe”, esa frase aparecía una y otra vez en Facebook, Twitter, Instagram e incluso en WhatsApp ¿Qué ocurría? ¿Cómo pudieron desaparecer todas sus cuentas?, abrí el correo y no tenía ni un mensaje que valiera la pena, redacte un correo y se lo envíe

– James ¿Dónde estás? – La voz de mamá me hizo levantarme del suelo y guardar el teléfono de Val en mi bolsillo – ¿Qué haces aquí?

– Me han dicho que Valentina se fue solo no lo creí

– Vamos hijo Ernesto nos espera en el despacho, hablaremos contigo 

Camine detrás de mi madre, tenía que saber a dónde se fue a estudiar para aplicar un cambio de universidad y estar cerca de mi pequeña; al entrar al despacho observe el semblante cansado, triste y melancólico de Ernesto, mi corazón volvió a latir rápidamente

– James un gusto verte nuevamente – Ernesto me brindo un abrazo – quiero hablar contigo y de verdad espero seas muy sincero conmigo

Me hizo sentarme en el sofá del centro y tomo mi mano, su preocupación era muy evidente y eso me hacía preocuparme más por todo Valentina ¿Les abra dicho lo que paso?, no lo creo Ernesto está muy calmado como para saberlo

– ¿Qué paso? ¿Se trata de Valentina?

– Así es, mi pequeña, mi bebe – Ernesto rompió en llanto y se aferró a mí en un abrazo

– ¿Qué le paso? ¿Dónde está Valentina?

– James dime ¿Qué sucedió realmente ese viernes?, algo les paso y no quisieron decir; te juro que necesito saber la verdad

– No pasó nada, ya les dije que cenamos pizza y jugamos video juegos hasta la madrugada y fue todo

– Entonces porque lo hizo, no lo entiendo

– ¿Hacer qué?, pueden explicarme porque no entiendo nada

– Tu amigo el tal Ramón ¿Crees que le hizo algo? ¿La toco o le hizo algo peor? Si le hizo algo juro que lo mato

Los nervios me atacaron, no podía permitir que Ramón pagara algo que solo fue mi culpa; pero tampoco quería que Ernesto la tomara contra mí, él se ha comportado como un verdadero padre y me ha apoyado todo este tiempo, no quiero perder su cariño pero tampoco puedo permitir que la tome contra mi amigo

– La verdad es que esa noche en el departamento solo estuvimos Valentina y yo…

– ¿Qué le hiciste? – Las manos de Ernesto tomaron con fuerza mis hombros

– Nada solo hablamos de muchas cosas

– Basta suéltalo – mi madre intervino deshaciendo el agarre en mis hombros – James cuéntanos todo ahora

– Yo… yo fui rechazado por una chica que me gustaba demasiado y me sentí mal, compre alcohol y fui al departamento a tomar no sé cuánto tiempo pase bebiendo hasta que tome el teléfono recibiendo una llamada y era Valentina me dijo que iría a verme

Guarde silencio pues no sabía que más decir, ¿Estaría cavando mi propia tumba?, apuesto lo que sea que Ernesto me matara cuando se entere que le quite la virginidad a su hija y después la trate pésimo, soy el peor hombre sobre la tierra

– ¿Qué más? – Mamá me animo a continuar

– Cuando ella llego me puse a llorar y me mando a bañarme mientras ella me preparaba un café; después que lo bebí Val quería regresar a casa y le pedí que se quedara no quería estar solo

– Fue cuando tu madre recibió la llamada – asentí ante las palabras de Ernesto – ¿Qué sucedió después?

– Nos recostamos en la cama y comenzamos a hablar de todo lo que pasamos juntos y de cosas de nuestra niñez…

– ¿Hablaron de su madre? – Nuevamente asentí – eso fue, ese tema la pone extremadamente mal

Ernesto se puso a llorar mientras mi madre lo abrazaba, me perdí de algo muy importante y delicado; nunca había visto llorar a mi padrastro y su preocupación por Valentina era palpable

Misión: Recuperarla. [COMPLETA✔ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora