CAPÍTULO 7: PESADILLAS

18.7K 983 80
                                    

– ¿Dónde está Valentina? – Pregunte una vez que mire un poco más calmado a Ernesto

– Está en una clínica de reposo mental – esa sola frase me dejo en shock

– ¿Qué? ¿Clínica de reposo mental?

– Mi niña se quiso matar tres veces...

– ¿Tres veces? Pero ¿Por qué no me llamaron cuando eso pasó? – Me levante furioso del sofá

– No queríamos preocuparte

– ¿Qué fue lo que sucedió? – Mis ojos picaban por retener las lágrimas – quiero saberlo

– Dos días después de que te fuiste escuchamos un vidrio romperse dentro de su cuarto, el ruido inundo toda la planta alta pues era cerca de media noche – mamá comenzó a explicar – tratamos de abrir la puerta pero esta seguía cerrada y atorada con algo

– Ordene a los guardias que tiraran la puerta – Ernesto continuo el relato – cuando logramos entrar estaba ahí en medio del cuarto rodeada de sangre – su voz se entrecorto por su llanto – mi bebe... se hab-habia cortado las mu-muñecas

Una imagen de lo relatado inundo mi mente y las lágrimas salieron sin dar tregua, mi pequeña Val intento matarse por mi culpa ¿Cómo pude hacerle eso? Fui tan miserable; todo es mi culpa yo soy el que debería de estar muerto, arruine la vida de mi Valentina

– La llevamos al hospital – la voz de mamá me trajo de vuelta a la realidad – y ahí paso dos días sin despertar pero cuando lo hizo estaba diferente

– ¿Diferente?

– Si, totalmente cambiada – lágrimas abandonaron los ojos de mi madre – cuando me vio me grito que me alejara de ella que no la tocara y que me odiaba; la tuvieron que sedar pues estaba muy alterada – su llanto se intensifico y ya no pudo hablar

– Una psicóloga intento hablar con ella pero Valentina le contesto "Vallase a la mierda", la doctora Núñez nos recomendó a una de sus colegas que estaba de visita en el país y estábamos por ir a verla cuando nos avisaron que mi hija se había encerrado y no habría

"... Cuando lograron abrir la encontramos en el suelo del baño inconsciente, Valentina se había tomado todo un frasco de pastillas que encontró en la habitación, de inmediato la sometieron a un lavado de estómago pero solo fue cuestión de horas para que nuevamente intentara matarse..."

– ¿Qué hizo la tercera vez?

– Tomo una de las intravenosas y le arranco la manguera para intentar ahorcarse, si la enfermera ubiese tardado unos minutos más mi hija estaría muerta

– ¿Dónde está?, necesito verla, abrazarla y decirle que todo estará bien

– No te puedo decir

– ¿Por qué no?

– Que nadie se enterara de donde esta fue la condición que Valentina me puso para tomar la terapia psicológica, lo único que puedo decir es que no está en el país

Me levante molesto y salí del despacho dando un portazo, subí nuevamente a su habitación y me deje caer en su cama percibiendo de inmediato su olor a manzana, ese olor que me encantaba; cubrí mi cara con la almohada y deje salir gritos desesperados

La necesitaba, la quería a mi lado, tenía que buscarla para que supiera cuanto la amo y que no estaba sola que era lo más importante de mi vida y sin ella no tengo deseos de nada; mi cabeza estaba hecha un lio tanto que comenzó a dolerme y sin predecirlo me quede dormido

Sueño:

Estaba en el medio de un jardín hermoso que visite junto a mi padre, está en Japón y los arboles de Cerezo ahora con muy pocas hojas verdes adornaban la entrada a este; gire sobre mi eje mirando todo mi alrededor y fue cuando la vi, Valentina estaba al final del camino

Mi pequeña sonreía mientras escondía sus manos detrás de la espalda, llevaba una vestido idéntico a mi playera era como si lleváramos ropa de pareja, sin dudármelo corrí hacia ella quien me recibió con los brazos extendidos, su aroma a manzana inundo mi nariz

Mi pequeña sonreía mientras escondía sus manos detrás de la espalda, llevaba una vestido idéntico a mi playera era como si lleváramos ropa de pareja, sin dudármelo corrí hacia ella quien me recibió con los brazos extendidos, su aroma a manzana inu...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

– Mi pequeña – me aleje un poco para verla – te amo

Tras mis palabras su rostro se colocó serio y mi alrededor se puso negro, el gran jardín que nos rodeaba había desaparecido; un frio inundo todo mi cuerpo y de pronto deje de sentir la mano de mi Val, me gire buscándola y se encontraba unos metros lejos de mí

– Tú me mataste – levanto un cuchillo con su mano derecha – tu eres el culpable de todo

Coloco el cuchillo en su cuello y lo paso por el cortándose la piel, deje escapar un grito cuando vi su sangre derramarse por su cuerpo, intente llegar a ella pero algo me tenía sujetado al suelo, solo podía verla desangrarse mientras gritaba su nombre y luchaba por llegar a ella

"Tú me mataste", "Tú me mataste", "Tú me mataste"; esa frase se escuchaba una y otra vez a mi alrededor mientras la veía morir poco a poco, sus ojos estaban fijos en mí y me miraban con mucho odio; algo me tenía bien sujeto de los pies impidiéndome llegar a ella

– Valentina, pequeña no te duermas, vive por mí por favor

Lloraba como un niño perdido en el bosque, su sangre llego hasta mí mancando mis manos y rodillas; sus ojos se cerraron despacio, trate de zafar mis pies pero nada era como si me hubiesen pegado al suelo; le gritaba pero ella ya no se movía solo estaba su cuerpo lleno de sangre ahí sin vida

– Eres un maldito asesino – gire mi cara a la izquierda y vi a Ernesto y mi madre – mataste a mi bebe, asesino

– Yo no quería...

– Ya no eres mi hijo, te odio por matar a Valentina

Ernesto levanto el cuerpo inerte de Valentina y los tres caminaron alejándose de mí, yo aún no podía moverme por lo que les grite pero ninguno volteo, aún estaba pegado al suelo y todo se volvía más y más oscuro

Fin del sueño.

– JAMES DESPIERTA

El grito de mi madre me saco de esa pesadilla, mi garganta ardía demasiado y sentía los ojos hinchados y mis mejillas mojadas, mi mamá y Ernesto me miraban preocupados; hasta ese momento me percaté de que nada fue real todo fue una pesadilla

– Tranquilo, Valentina estará bien – Ernesto me acaricio la cabeza – está en buenas manos y es probable que en un año regrese

Un año es demasiado tiempo, la quiero tener justo a mi lado para abrazarla y decirle todo lo que me hace sentir, para disculparme y verla sonreír; necesito a mi pequeña    

Misión: Recuperarla. [COMPLETA✔ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora