Las voces de las personas rezando a mí alrededor, las flores que en su mayoría eran blancas, la fotografía de Anker sonriendo en el altar, veladoras en el suelo que formaban una cruz pero sobre todo el ataúd frente a mí me hicieron ver la realidad que nos estaba embargando
Elie se encontraba al lado de la caja llorando mientras miraba el rostro de su hijo el cual ahora estaba pálido y sin esa sonrisa que lo caracterizaba, Valentina estaba sentada al lado derecho del ataúd derramando lágrimas mientras observaba la fotografía de quien había sido su marido
Todos vestíamos de blanco a petición del finado, siempre nos dijo que cuando su momento llegara no quería vernos de negro que ese era un color deprimente, por la puerta entraron algunos familiares de Anker quienes habían volado desde Grecia para poder estar con él en su despedida
Lilah la prima de Anker comenzó a acercarse a cada uno de nosotros con cartas en la mano, Ernesto, mi madre, Elie y Valentina recibieron uno de esos sobres blancos, después de que los repartiera la desaparecí; pasado un tiempo me acerque a mi pequeña
– Necesitas comer algo, no puedes ir al panteón con el estómago vacío
– Tu hermano tiene razón
Ernesto se acercó a nosotros, desde el incidente en el hospital ni él y mucho menos mi madre me dejaban acercarme a mi pequeña, parecía que estaban al pendiente de no dejarnos a solas, creían que me la robaría o algo por el estilo, Elie se acercó a nosotros y convenció a Valentina de comer algo antes del entierro
– James – Lilah llego hasta mí – ¿Cierto?
– Así es ¿Necesitas algo?
– Si, quisiera que me acompañaras – gire a ver a mi pequeña quien ingería un poco de sopa – solo será un momento
Ambos caminamos despacio saliendo hacia el patio de enfrente el cual estaba ocupado por autos de las personas que nos acompañaban, la chica me guio hasta un auto de donde saco una maleta y me la entrego junto a un sobre marrón abultado y grande que pesaba
– Mi primo me dio a guardar cosas el día de su boda y me pidió que las entregara a las personas cuyo nombre estaba escrito en las cartas u objetos una vez que muriera
– Gracias – mire las cosas en mis manos – ¿Sabes de que se trata o lo que hay adentro?
– Ni la menor idea, Anker siempre fue alguien enigmático, solitario y misterioso; siempre se guardaba las cosas para sí mismo, él fue un hombre muy sabio que afortunadamente ya descansa de esos dolores horribles
– ¿Cómo sabes de sus dolores?
– Soy doctora, mi especialidad es cardiología pero he cubierto a mis colegas de neurología y cancerología por lo que he visto como sufren los pacientes de este mal – unas lágrimas abandonaron sus ojos – mi amado primo ya está descansando
Lilah me dejo solo junto a la maleta y el sobre, camine hacia mi auto dejando las cosas en la cajuela, las revisaría una vez que regresará a casa; las personas comenzaron a salir pues la funeraria había llegado para dirigir el cuerpo de Anker al cementerio
Me apresure a entrar y me encontré con una escena realmente triste, Elie lloraba desconsoladamente sobre el recién cerrado ataúd donde se encontraban los restos de su hijo, Valentina trataba de calmarla aunque también lloraba por el gran dolor que sentía
– Val, Elie tenemos que dejar que los hombres hagan su trabajo – me acerque a ellas – vamos seamos fuerte por él
Ambas se alejaron del féretro y se sostuvieron de mí, el ver como sellaban la caja me hizo unirme a su llanto, cada brazo rodeaba a una de ellas tratando de reconfortarlas; los tres salimos juntos detrás del ataúd mirando cómo era subido a la carroza
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Misión: Recuperarla. [COMPLETA✔ ]
Teen FictionEscrito para mayores de edad (+18 años), contiene descripciones violentas, inapropiadas e ilegales; leer bajo su responsabilidad. - Nana ¿Dónde está Valentina? Necesito hablar con ella - La niña no está, Valentina se fue a estudiar al extranjero ...