CAPÍTULO 5: ADIÓS

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– ¿Comió algo? – Nana negó ante la pregunta de Ernesto – esto me está preocupando han sido tres días los que ha estado encerrada sin comer

– Ayer ceno un poco de fruta pero creo que algo grave le paso – mamá me miro directamente – ¿Sabes si algo le paso?

– ¿Por qué debería de saberlo?

– Valentina llego así después de haber pasado la noche en tu departamento contigo y tu amigo ¿Sucedió algo que no nos hayas dicho?

– Nada, solo comimos pizza y platicamos hasta la madrugada – trate de ocultar mis nervios – ella durmió en el cuarto de invitados con su amiga y yo con Ramón, si se sienten más tranquilos ellas se encerraron con llave

Me levante le la mesa a mitad del desayuno, hoy viajaría a EU y quería hablar con Valentina pero se ha encerrado y no abre para nada, apenas si come algo; por la noche la he escuchado llorar y maldecirme, tan solo quiero decirle que me perdone pero nunca me contesta cuando hablo con ella

– Val, abre por favor – golpee la puerta pero no escuche nada – debemos hablar de lo que paso, lo siento estoy muy arrepentido por lo que te dije ¿Pequeña me perdonas?

El silencio se hizo presente, cada que me acerco a su cuarto es como si ella no estuviera y me ignorara, cuando nana o su padre vienen a verla les dice que está bien pero que no desea comer; los pasos en la escalera me hacen alejarme y entrar en mi habitación

Termine de acomodar mis maletas y estoy listo para irme todo un mes, solo espero que al regresar Valentina este mejor y pueda hablar con ella, no creí necesitarla tanto pero estos días sin verla han sido los peores me he sentido solo y detesto no verla

Extraño no verla frente a mí en el comedor, su sonrisa o risa escandalosa, sus ojos mirándome retadoramente cuando jugábamos Jenga o solo abrazarla cuando lo quería o necesitaba

– ¿Val? Ya me voy, por favor necesito verte – nuevamente silencio – me voy por un mes entero ¿Pequeña?, por favor tan solo dime que estas bien

Junto a Ernesto y mi madre espere una respuesta pero nada, parecía que la habitación estaba vacía, suspire resignado y decepcionado de ni siquiera poder escuchar su voz; tome mis maletas y baje hasta el auto, en todo el camino hacia el aeropuerto mire por la ventana

– Uno de los choferes de tu padre esperara por ti en la salida del aeropuerto y...

– Mamá tranquila – la abrace – no es la primera vez que viajo solo

– Así tengas 30 años siempre serás mi bebe y me preocupare

– Lo sé, pero voy a estar bien – me separe de ella y bese su frente – tengo que irme o perderé el vuelo

Cuando por fin pude despegarme de mi madre fui directo a documentarme; estando en la sala de abordaje marque repetidas veces el número de Val pero sonaba hasta que me andaba a buzón y posteriormente me daba el aviso de estar apagado

Tras el primer llamado subí al avión colocándome en mi asiento e intente nuevamente contactarme con Valentina pero nada solo respondía la contestadora, deje un nuevo mensaje de voz que espero escuchara después

– Joven podría guardar su teléfono y abordar su cinturón estamos por despegar

Coloque mi teléfono en modo avión y lo guarde, saque mi cuaderno de mi mochila y me coloque a escribirle una carta de disculpa ¿Cómo no se me ocurrió hacer esto en casa?, trate de plasmar todo lo mal que me sentía al haberle tan mal; comencé demasiadas veces que casi termino con las hojas de mi cuaderno

Pase todo el vuelo tratando de plasmar las palabras correctas para decirle, al llegar a los Ángeles Dan uno de los choferes de mi padre esperaba por mí, tras subir las maletas al auto me llevo de inmediato a la casa donde me quedare los próximos 30 días

– James hijo es un placer verte de nuevo – recibí un fuerte abrazo del gran Jonathan Robinson – llego mi hombre

Correspondí a su abrazo, aunque no pusiera el más mínimo interés en mí durante todo el año siempre estaba al pendiente de mi por un mes y sabía que contaba con su apoyo aun estando distanciados

– ¿Estás preparado para tu boda?

– No hijo cancele la boda, esa mujer solo me quería por mi dinero – rodeo mis hombros para entrar a la casa – así que nos iremos de viaje a recorrer el mundo

– ¿Qué? ¿Viajar?

– Si hijo, pasaremos cuatro semanas visitando diferentes lugares y conociendo nuevas mujeres

– ¿Mujeres?, padre en estos momentos no estoy como para pensar en eso

– ¿Por qué?, James ya eres mayor y para ser un hombre necesitas conocer la anatomía de las mujeres

– Papá conozco a las mujeres muy bien, deje de ser virgen desde hace tres años pero ahora

Me quede callado, los recuerdos de lo que le dije e hice a Valentina me inundaron, sentía ganas de llorar y salir corriendo para buscarla

– Una chica te desprecio ¿Verdad?

– No fue al revés, yo la hice sentir mal tanto que no come

– Ya se le pasara, las mujeres son tan dramáticas – mi padre de nuevo retomo su camino

– Pero me siento realmente mal por todo lo que le dije

– James, hijo mío debes de aprender algo que te servirá para toda la vida así que escucha – sus manos se posaron en mis hombros – las mujeres solo sirven para dos cosas – levanto su dedo índice – uno para follarlas y dos para que te den una buena reputación pero para eso debes de elegir una dama que sea sumisa

Mi padre nuevamente retomo su camino mientras reía, ahora entendía porque mi madre se divorció de él; en estas situaciones extrañaba los consejos de Ernesto, pero ni como decirle que me acosté con su hija, terminaría matándome

– Puedo subir a mi habitación estoy un poco cansado

– Claro, partimos mañana al medio día

Lo perdí de vista cuando entro a su despacho, con pocos ánimos subí hasta la que era mi habitación encontrándome mis maletas cerca de la cama, sonreí al ver una foto que tenía con Valentina, nos la tomaron cuando Ernesto y mamá nos dijeron que eran novios, ambos estábamos enojados

Tome la foto en mis manos mirando su rostro totalmente serio girado un poco a la derecha, había una separación entre los dos y yo miraba al lado contrario pues también estaba muy enojado; reí al recordar el trato que hicimos aquel día "Separar a nuestros padres es la prioridad"

Ese acuerdo nos unió más, haciéndonos amigos inseparables, recordar cada uno de esos momentos hizo que me desesperara más regresar a casa, necesitaba verla y decirle que todo estaría bien, que la culpa fue mía y que me comporte como un verdadero cobarde

Me deje caer hacia atrás recostándome en la cama, levante mi brazo dejando ver su pulsera la cual me coloque desde que la olvido en el departamento, unas lágrimas escaparon de mis ojos, jamás creí llorar por una mujer; bueno teóricamente no era una mujer, Val era una niña

Misión: Recuperarla. [COMPLETA✔ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora