CAPÍTULO 42: UN VERDADERO PADRE

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– Renata ¿Eres tú? – Ernesto estaba muy asombrado – ¿Estas viva?

– Si y estoy aquí para defender a mi amada Cristal, a James el mejor yerno que pude pedir y a mi nieto fruto del gran amor que ellos se tienen

– Toma a las dos y llévatelas YA – Kelly se hallaba desesperada – cuando ese engendro nazca deshazte de él y solucionado

– CÁLLATE MALDITA SEA

Disparos fuera de la tienda nos alertaron más, los tres hombres que estaban dentro de la tienda acompañando a Ernesto fueron inmediatamente a la entrada vigilando; Kelly se puso más nerviosa y apunto su arma a nosotros; Renata se colocó frente a mí cubriéndome con su cuerpo

– No Kelly baja el arma – Ernesto trato de tranquilizarla – no permitiré que las dañes, ni a ellas ni a mi nieto

– ¿Tu nieto? ¿A qué viene ahora tu lado sentimental?

Nuevos disparos se hicieron presentes asuntándonos, coloque detrás de mí a Renata quien de inmediato abrazo a mi pequeña, un disparo se escuchó muy cerca de nosotros Kelly fue la responsable, Ernesto se encontraba agachado tomando su brazo

– James vendrá conmigo ahora – apunto hacia mí – o los mató a todos

– Déjalos – Ernesto se puso frente a nosotros – no tocaras a mi familia

– ¿Te nació el amor familiar? – Kelly se burló del padre de mi esposa – vamos Ernesto eres el peor hombre del mundo, traficas con todo lo que te deje dinero, vendes a chicas menores de 16 a pedófilos e incluso eres capaz de matar a personas inocentes para vender sus órganos y ahora te haces el buen samaritano

Un nuevo disparo me hizo abrazar a las dos mujeres que tenía que proteger, el gemido de Ernesto me hizo mirarlo encontrándolo tirado boca bajo en el suelo

– Muévete Robinson antes de que le dispare a esa zorra – me señalo la salida – camina

– No por favor Kelly – mi pequeña hablo con la voz entrecortada

– La policía esta fuera – aprieto la mano de mi pequeña – no podrás salir sin ser detenida

– Por eso iras conmigo así que amorcito camina – no me moví ni un centímetro, una bala impacto muy cerca de nuestras cabezas – camina o la próxima bala la pondré en la cabeza de Valentina

No las arriesgaría por nada del mundo, mi hijo tenía que estar bien, por lo que comencé a caminar a un con la negativa de mi esposa y mi suegra, los llantos de ambas se intensificaron cuando llegue hasta Kelly y coloco el arma en mi espalda haciéndome caminar

– Valentina estaré bien, pequeña cuida de nuestro bebé

– Ya cállate y camina

Apenas y llegamos a la entrada de la tienda cuando vimos a decenas de policías apuntando hacia nosotros, Kelly detuvo su andar, llamo a los tres hombres que la acompañaban pero ninguno respondió; observe bien el exterior de la tienda y localice a Marco quien tenía un altavoz en las manos

– Están rodeados – la voz de Marco sonó fuerte y claro – no nos obliguen a utilizar la fuerza, es mejor que se entreguen

– Kelly has lo que dice la policía

– Cierra la boca

Mi captora me jalo de la chaqueta metiéndome nuevamente a la tienda, me hizo cerrar la puerta de cristal algo estúpido pues con un solo balazo esta se rompería; nuevamente volvimos a la parte del mostrador encontrando a mi pequeña y a Renata llorando hincadas frente al cuerpo de Ernesto

Me acerque a ellas abrazando a mi esposa, Kelly caminaba de un lado a otro tratando de buscar una salida, de la nada me tomo del cabello levantándome del suelo, Renata trato de tomarla pero esta la apunto con el arma haciendo que retrocediera

– Ustedes dos contra esa pared ahora

Renata ayudo a Valentina para ponerse de pie con pasos lentos se acercaron a donde Kelly les indico, ambas se agacharon sentándose en el suelo, a mí me hizo pararme frente al mostrador y aun apuntándome se alejó unos pasos, sus ojos se pusieron rojos

– ¿Por qué lo hiciste?

– Hacerte ¿Qué?

– Dejarme, James sabes que eres el amor de mi vida – lágrimas abandonaron sus ojos y dio unos pasos hacia mí – siempre lo has sido, nos conocemos desde hace años yo... – sorbió la nariz – yo lo deje todo por ti

– Desde que te conocí te dije que yo amaba a una mujer y tú así te arriesgaste

– Porque intentaría hacerte olvidarla pero no, para ti solo existía esa zorra – su tono subió hasta llegar al grito – DIME ¿QUÉ TIENE ELLA QUE NO TENGA YO? – se apuntó a si misma – soy una mujer hermosa, tengo dinero, soy muy pasional y el sexo siempre fue magnifico

– Pero no te amaba ni te amare – hable más que decidido – Valentina es el amor de mi vida y eso jamás cambio ni cambiara, ella siempre será la única en mi vida

– Lo sé muy bien y por eso este día será el último que pasemos juntos, te matare porque sabes muy bien si no eres mío no serás de nadie – de nuevo se alejó unos pasos – te amo y siempre lo hice

Apunto el arma hacia mí, mi mirada viajo a mi pequeña la cual acaricio su pequeño vientre abultado, miles de pensamientos cruzaron mi mente, escuche un disparo y el dolor en mi pierna me hizo caer al suelo, los gritos de Renata y Valentina llenaron mis oídos

Espere otro disparo pero nunca llego, al levantar la vista mire como Ernesto forcejeaba con Kelly tratando de quitarle la pistola, dos disparos seguidos resonaron y nuevamente Ernesto cayó al suelo la sangre surgió de su abdomen, Kelly apunto hacia mí pero un nuevo disparo la tiro al suelo

Al menos una docena de policías entraron a la tienda, desarmaron a Kelly e inmediatamente la esposaron, me acerque a Ernesto al igual lo hicieron Renata y mi pequeña, con llanto ambas pedían una ambulancia; Marco llego a nosotros y de inmediato pidió ayuda medica

– Re-Renata...

– Shhh, no hables – mi suegra tomo su cabeza y la coloco sobre su regazo – la ayuda ya viene

– Y-yo lo si-siento... – trago con dificultad – Renata si-siempre fuiste m-mi ver-verdadero amor – mi pierna dolía pero no dejaba de abrazar a mi pequeña – hi-hija siento tan-tanto haberte lastimado...

– No tengo nada que perdonarte – Valentina se acercó más a él tomando su mano – siempre has sido y serás mi papito

– Ja-James cui-cuida de e-ellas ya que yo no pu-pude

Fue lo último que escuchamos de Ernesto pues era evidente que murió, su mirada quedo fija en el techo; el resto pasó tan ajeno a mí, ni si quiera supe en que momento me subieron a la camilla y a mi pequeña en otra, la conmoción del momento había hecho que se desmayara

La sirena de la ambulancia era lo único que lograba captar mis oídos, quería a Ernesto muerto pero ahora que lo estaba el dolor de mi pecho no desaparecía, era el mismo dolor que sentí cuando perdí a mi padre o a Anker, al final de todo él se arrepintió de lo que hizo

– Señor Robinson necesitauna limpieza para descartar cualquier resto de la bala no es nada riesgoso... 

– Mi esposa y mi hijo ¿Cómo están?

– Ellos se encuentran bien, su esposa ha despertado en el camino y ahora está acompañada de la otra señora – tomo unos papeles – puede firmar es la autorización

– Necesito ver a mi esposa

La quería tener a mí lado para darle fuerzas pues sé que estará mal, Valentina siempre quiso mucho a Ernesto porque él fue ante nuestros ojos un gran padre, las mentiras y la doble vida que llevo no perjudico el cariño que le guardare por el resto de mi vida 

Misión: Recuperarla. [COMPLETA✔ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora