Mi pequeña se hallaba impaciente, caminaba de un lado al otro esperando que el abogado saliera; un mes ha pasado desde que la recupere, 30 días en los que no se sabe nada de Ernesto o de Kelly; un mes que hemos luchado para poder obtener la libertad de Renata
Aun puedo escuchar los sollozos y palabras de amor que mi pequeña recibió por parte de su madre, cada tres días la venimos a visitar al hospital pero eso no es suficiente, Valentina quiere tener a su madre a su lado y es algo que deseo cumplirle
– ¿Por qué tardan tanto?
– Pequeña son muchos trámites que deben hacer – acaricie sus brazos
– Pero ya pasaron dos horas
– Espera un poco y Renata estará de por vida a tu lado, a nuestro lado
– De verdad crees que acepte quedarse a mi lado
– Pequeña ella es tu madre por supuesto que querrá estar a tu lado, tienen que recuperar el tiempo perdido
– Fueron muchos años los que estuvo separada de mí
– Y los van a recuperar, quizás puedan ir de viaje
– Siempre y cuando tú vengas con nosotras
– Se supone que es tiempo Madre-Hija
Su respuesta se vio interrumpida por la salida del abogado y el director de la clínica; ambos hombres se veían muy relajados y al vernos nos dedicaron una sonrisa lo que decía que todo salió acorde al plan; Valentina apretó mi brazo en señal de nerviosismo
– Todo salió excelente – el abogado se dirigió a nosotros – la señora Renata podrá salir de la clínica definitivamente
– ¿Cuándo nos la podemos llevar?
– Ahora mismo
Mi pequeña dejo salir un grito de alegría, la envolví en un fuerte abrazo, por fin podíamos tener a Renata en casa y así salir lo menos posible, aun estábamos en peligro pues no hay noticias o indicios del paradero de los secuestradores de Valentina
No me gusta que ella, mi madre, Elie o Zuleyma salgan de casa, cada que lo hacen me dejan muy impacientes y con los nervios de punta; Ramón me llama exagerado pero cuando le recordé que Lilah también fue vigilada se puso como loco y ahora él la lleva a todos lados
Seguimos al director de la clínica quien nos guio hasta la habitación de Renata, la encontramos sentada en su viejo sofá mirando por la ventana, el jardín era ocupado por los pacientes del ala B; al escuchar la puerta se giró a vernos e inmediatamente se levanto
Como siempre sonrió al ver a Valentina, dudosa se acercó a ella y le tendió una muñeca vieja, mi pequeña la tomo en sus brazos y extendió una de sus manos hacia Renata quien la tomó de inmediato
– Hoy es un buen día Renata – el director la miro – algo especial te espera
– ¿Celebramos algo hoy?
– Si, hoy vas a salir
– ¿Tengo permiso de salir unos días?
– No, es algo mejor – mi pequeña acaricio el cabello de su madre – hoy dejas la clínica definitivamente
– ¿Pero yo no tengo a dónde ir?
– Claro que si tienes – me acerque a ella y tome su mano – ahora nosotros somos tu familia por lo que vivirás con nosotros
– ¿Con ustedes?
– Así es – Valentina comenzó a derramar lágrimas – eres mi madre y debes de vivir a mi lado
– ¿Tu eres mi Cristal?
– Si soy yo
– Pero mi Cristal es un bebé
Los medicamentos y sedantes que le administraron a Renata por muchos años hicieron que su mente la mantuviera en el pasado, ella aún cree que su hija está recién nacida, Elie nos dijo que con el tratamiento adecuado podrá recuperar o al menos asimilar todo lo que le paso
Mi pequeña rodeo a Renata en un abrazo correspondido, tras tomar las pocas pertenencias que tenía salimos de una vez por todas del hospital; desde que Valentina abrazo a su madre está no se quiso despegar de ella por lo que ambas subieron a la parte trasera del auto
Maneje con mucha precaución hasta la casa, la camioneta de los escotas nos seguían muy de cerca; ahora así era nuestra rutina, siempre estábamos vigilados en especial yo quien era el que salía diariamente de casa pues no podía abandonar la empresa
Valentina se ha tomado un descanso de su trabajo y cuida de mi madre y de Zuley; no creo que ahora quiera salir de casa teniendo a Renata ahí; al llegar las ayude a bajar e inmediatamente fuimos recibidos por todos quienes sonreían al vernos llegar, globos y un letrero de "Bienvenida a casa" adornaban la sala
– Mamá ellos son nuestra familia
– ¿Tengo familia?
– Así es – acaricie la espalda de Renata – todos somos tu familia y te vamos a cuidar, no tienes que temer nada
Renata paso la mirada por la sala y su mirada recayó en Zuley quien aún mantenía el brazo enyesado pues la ruptura del Cúbito aun no sanaba de todo, con pasos lentos se acercó a ella para acariciar su mejilla, la chica solo le sonrió de forma amable
Zuley se ha abierto un poco más, ahora habla y participa en las conversaciones; pronto cumplirá la mayoría de edad y podrá dejar el orfanato legalmente por lo que le propondré vivir aquí y que trabaje en la empresa a tiempo parcial mientras termina su carrera
– Tú eres Cristal
– No yo soy Zuley, ella – señalo a Valentina – es tu hija solo que ya creció
– ¿Eres mi hija? – Mi pequeña afirmo, de inmediato Renata la abrazó y comenzó a llorar – ellos me dijeron que moriste pero yo sabía que no, te escuche llorar
– Estoy aquí y no te pienso abandonar nunca
Poco a poco Renata fue tomando más confianza y comenzó a sonreír, platicar y comer; verla sonreír era ver una copia idéntica de mi pequeña; a decir verdad Renata y Valentina eran muy parecidas, el mismo color de ojos, cabello y tono de piel idénticos; Renata bostezo y de inmediato mi pequeña la ayudo a levantarse, tras despedirse de todos subimos a la segunda planta
– A partir de ahora esta es tu habitación – mi pequeña acaricio la espalda de Renata – si no te gusta podemos cambiar la decoración
– Es perfecta – Renata acaricio la mejilla de mi pequeña – gracias hija
– Este es el lugar que siempre debiste ocupar mami
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Misión: Recuperarla. [COMPLETA✔ ]
Teen FictionEscrito para mayores de edad (+18 años), contiene descripciones violentas, inapropiadas e ilegales; leer bajo su responsabilidad. - Nana ¿Dónde está Valentina? Necesito hablar con ella - La niña no está, Valentina se fue a estudiar al extranjero ...