CAPÍTULO 34: VUELVE EL PASADO.

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– Puedo hacerla sola – Zuley se quejaba de la atención que mi pequeña le daba – tengo el brazo derecho muy sano

– Deja de quejarte – Lilah le entrega su jugo – y solo disfruta de esto

– Es solo que no estoy acostumbrada que me atiendan – las mejillas de la chica se enrojecieron – solo ha sido un día y me siento por primera vez en mi vida querida

– Princesa – Elie la abraza – tú ya eres parte de nuestra familia

– Eso ni dudarlo – mi madre entra a la habitación ayudada de una enfermera, Lilah de inmediato le sede su silla – gracias

– ¿Cómo sigue señora?

– Mejor gracias a ti pequeña – mi madre deja salir unas lágrimas – mil gracias por no dejarme ahí, por arriesgar tu vida por nosotras, por salvarnos

– Nunca se deja un soldado atrás

Mi madre se acercó a ella y la abrazo, los ojos de Zuley se pusieron rojos pero no dejaron salir un una lágrima, unos golpes en la puerta rompieron con el silencio pacifico, en segundos Marco se encuentra dentro de la habitación junto a Oswaldo ambos se acercaron a la chica y la abrazaron

Ramón tomo la cintura de Lilah y la acerco más hacia él en un acto de posesión, acción que me hizo reír; Lilah se giró evitando la mirada de Oswaldo, abrazo a mi amigo y susurro algo en su oído haciéndolo sonreír, estos algo se traen y necesito hablarlo con mi amigo

– ¿Cómo vamos? ¿Te duele algo?

– No, bueno siento algo de molestia por la férula y algo de comezón por el collarín pero nada más

– Es normal y tienes que acostumbrarte – Oswaldo desvía su mirada de mi amigo y Lilah mirando directamente a Zuley – porque estarás así por unas semanas hasta que tus huesos se recuperen

– Vamos a mandarte a una enfermera y un policía al orfanato para que te cuiden

– Con respecto a eso – tome la palabra – deseo que Zuleyma se quede en nuestra casa, nosotros queremos cuidarla

– Así es, queremos que ella este en casa con nosotros – Valentina tomo la mano sana de la chica – yo quiero cuidarla como ella lo hizo conmigo

– No es necesario en el orfanato estaré bien

– Por favor, quiero cuidarte – mi pequeña se acercó más a ella – me siento en deuda por todo lo que hiciste

– Zuley hagamos un trato – me acerque a ellas – intentémoslo por unos días y si te sientes incomoda te dejaremos ir ¿Te parece?

Zuleyma pareció dudarlo, mordía su labio delicadamente el momento de silencio se extendió por minutos, repentinamente su mirada recayó en Marco quien le sonrió y negó con la cabeza

– Es tu decisión – acaricio su cabeza – aunque me encantaría que aceptaras ahí podrás estar mejor cuidada

Eso ni dudarlo he puesto toda la seguridad que he podido en la casa para así poder proteger a mi pequeña y a mi madre, Ernesto y Kelly han escapado de la detención y ahora que saben que están detrás de ellos los hace más peligrosos, la empresa de Ernesto ha sido clausurada y junto a ella han caído algunos de sus socios

Toda la policía está en alerta, la ciudad ha sido prácticamente cerrada, en cada punto de salida hay operativos todos revisan autos, autobuses, trenes e incluso el aeropuerto se ha puesto más alerta que nunca; pues según palabras de Marco si lo atrapan a él atraparan a su cabecilla

– Entonces ¿Qué decides? – Elie miro a la chica

– Bien acepto pero solo en lo que me recupero

– De acuerdo – acepté – ¿Cuándo pueden ser dadas de alta?

– La señora Elena puede irse ahora mientras que esta hermosa – Oswaldo acaricio el cabello de Zuleyma – aún debe quedarse uno o dos días más

Poco a poco la habitación se fue vaciando hasta que solo quedamos mi madre, mi pequeña, Zuley y yo; mamá parecía muy pensativa, quería decir algo pero no se atrevía, es más evitaba mirar a mi pequeña; me acerque despacio a ella y la rodee con mis brazos

En cuanto sintió mi toque comenzó a llorar muy desconsoladamente, sus manos apretaron uno de mis brazos, entre sollozos balbuceaba algo indelegable, Valentina se levantó e igualmente la abrazo; mi pequeña también comenzó a llorar

– Perdón, perdónenme

– Elena no tenemos nada que perdonarte

– Yo lo sabía pero les juro que intente detenerlo pero... pero no pude

– ¿Qué era lo que sabias? – Mi madre negó ante mi cuestionamiento – vamos mamá ahora estas a salvo con nosotros

– Si les digo me odiaran

– No lo haremos – Valentina levanto el rostro de mi madre – sé que Ernesto te golpeo desde mucho antes de que me llevaran a esa casa

– Te golpeaba antes de que Valentina regresara

Mi madre negó pero nuevamente comenzó a llorar tan desgarradoramente que me dolía verla en este estado, los minutos transcurrieron y la dejamos que se desahogara, poco a poco su cuerpo se relajó y dejo de temblar; Zuley solo miraba la situación con cierto nerviosismo

– Sabes algo ¿Verdad?

– Si, pero no es mi asunto

– Renata – mi madre hablo bajo – está en una clínica

– ¿Qué?

Valentina se levantó dejando de abrazarla, toda la noche hablamos sobre lo que paso y ahora sé que mi pequeña solo es hija de Ernesto, pero no me espetaba que su madre estaba viva y al parecer ella tampoco

– Tú si conoces a tu madre, yo hice lo posible por que se conocieran y que ella saliera de ahí pero tu abuelo – mi madre negó – por eso cuando murió yo hice de todo pero solo la dejaban salir por días y tenía que devolverla – mi pequeña solo negaba – pero si evite que la continuaran dopando

– ¿Por qué lo ocultaste?

– Porque Ernesto la mataría si sabía que Renata estaba viva – Zuley tomo la palabra – si fue capaz de matar a su propio padre imagina que le hubiese hecho a Elena

– ¿Quién es? – Mi madre me miro – dijiste que mi pequeña la conocía ¿Quién es?

– Mi amiga Zagny ella en realidad es Renata

Mi pequeña se dejó caer en el sofá individual, de inmediato me acerque a ella abrazándola, derramaba lagrimas pero no lloraba con intensidad, sus brazos me rodearon bese su cuello y mejilla necesitaba hacerla sentir bien

– Tengo que recuperarla

–Claro pequeña, tu madre volverá a nosotros lo prometo    

Misión: Recuperarla. [COMPLETA✔ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora