– Lindura ¿Estas lista?
– No, Anker no puedo hacerlo
– Claro que puedes, eres fuerte además estaré a tu lado
– ¿Todo el tiempo?
– Todo el tiempo, Lindura
– Júralo, prometerme que vas a estar siempre a mi lado, toda la vida
– Sabes que no puedo prometer eso, solo prometeré estar a tu lado lo que me queda de vida
Anker dejo un pequeño beso en mis labios antes de que bajara del auto, camino pausadamente hasta ponerse a mi lado y abrir la puerta del copiloto; mis piernas temblaron al estar frente a esa casa que jure no volver a pisar
– Lindura no te dejare caer, si él se acerca a ti lo mato ¿De acuerdo?
Asentí ante sus palabras, tenia miedo de verlo y sentir esas ganas de lastimarme, tan solo han pasado dos años y medio de estar lejos de casa, han pasado muchas cosas al estar lejos de aquí, pero la ansiedad me estaba matando, tanto que mis uñas se enterraban en las palmas de mis manos
– Valentina – la voz de mi novio me hizo mirarlo – eres más fuerte que esto, recuerda lo que mi mamá te dijo
– Enfrenta tu miedo solo así podrás avanzar
Cite las palabras de Elie mi querida y amada psicóloga-suegra, pues es madre de Anker un hombre maravilloso que llego para sacarme de la oscuridad donde estaba; tome la mano de mi acompañante y con pasos temblorosos camine hasta la entrada
En cuanto nana me vio me estrecho en un abrazo cálido, mi vista se paseo por toda la estancia y ver el comienzo de las escaleras me trajo recuerdos, todo se sentía tan conocido pero muy diferente; yo era diferente
– ¿Dónde esta papá?
– Él y la señora Elena están en el jardín
Sin esperar más tome nuevamente te la mano de Anker y fuimos directo a la parte trasera de la casa, una repentina emoción inundo mis corrientes sanguíneas inyectándolas de adrenalina, al llegar a la gran puerta de cristal mire a los dos recostados en los camastros cerca de la alberca
– PAPÁ
Tras mi grito mi padre se levanto de un salto, solté la mano de Anker y corro hasta los brazos de papá, no sé en que momento comencé a llorar
– Fui una tonta perdón... perdón papito... eres el mejor papá de todos
– Y tu la mejor hija del mundo – sus brazos me apretaron más a el – no tengo nada que perdonarte, mi bebe estaba pasando por un mal momento
Bese la mejilla de mi padre en repetidas veces, una sombra se hizo presente en mi campo de visión; tras los primeros meses de terapia entendí que culpe a Elena por lo que su hijo me hizo y la forma en que la trate estuvo horrenda, fui toda una perra con ella
Me gire encontrándome con la mujer que recordaba, ojos miel que miraban con profundidad y ternura a la vez, una sonrisa auténtica y las mejillas rosadas; sin esperar un segundo más la abrace algo que la sorprendió pero a los segundos me devolvió el gesto
– Te extrañe Elena y lamento todo lo que te dije, estaba loca ¿Puedes perdonarme?
– Por supuesto que si mi niña hermosa
Sus palabras me llenaron, Elena siempre fue como la madre que el cáncer me arrebató, ella nunca hizo diferencias entre su hijo y yo; siempre estuvo para mí y yo la trate pésimo por un error mío y de su hijo; sentí como su cuerpo temblaba aun abrazada de mi
– No llores por favor – me separe ella mirándola – me siento peor viendo que lloras por mi culpa
– Lloro de la felicidad, es que no me creo que estés aquí
– Pues créelo, estaré aquí una o dos semanas
– ¿Cómo? ¿No te vas a quedar? – Papá tomo mi mamo – hija
– Papá estoy estudiando mi carrera en una muy buena universidad y aun me falta terminarla pero vendré cada que pueda
– Vale ¿Quién es tu acompañante?
Me gire hacia mi novio quien parecía nervioso por estar bajo las miradas de mis padres; camine hacia él tomándolo de la mano y acercándolo hacia Elena y papá
– Él es Anker Baltas Kamenos, hijo de mi psicóloga Elie Kamenos – papá estrecho su mano – estudiamos en la misma universidad y desde hace año y medio tenemos una relación
– ¿Es tu novio?
Afirme ante la pregunta de Elena, mi padre se dejo caer en el camastro donde hace minutos estaba recostado; me agache a su altura y tome su rostro, sus ojos estaban cristalinos pero no dejaron salir ni una sola lágrima, su mano derecha acaricio mi mejilla
– ¿Cuándo fue que creciste tanto?, mírate ahora eres toda una mujer
– La situación me hizo madurar, pero ahora estoy sumamente bien y lo estaré teniéndolos a mi lado
Tras colocarnos el traje de baño salimos a la piscina, observe como mi novio nadaba junto a mi padre, al parecer ambos se llevaron bien, la conversación entre Elena y yo fluyo como en los viejos tiempos, me contó de sus proyectos en las fundaciones que ayudaba
– James estuvo muy mal cuando te fuiste – me quede callada ante eso, lo menos que quería era hablar de él – también tomo terapia por varios meses
– ¿Cómo han estado los niños de "Casa de cristal"?
– Bien – guardamos silencio mientras mirábamos a mi padre aventarse del trampolín – Valentina ¿Por qué estas evitando hablar de James?
– No quedamos en buenos términos
– ¿Por qué? ¿Te hizo algo?
Solo me obligó a tener sexo con él, me hablo mal haciéndome sentir fea, sola y miserable; tenia ganas de decirle aquellas palabras pero como Elie me dijo "Deja ir el odio y rencor que solo te lastima a ti"; se que la vida le cobrara a James lo que me hizo o más bien creo que ya lo pago
– Cometimos un error y nos dijimos cosas feas, ambos nos lastimamos
– ¿Qué error cometieron?
– Uno que el tiempo curo, al menos para mí así fue – gire mi cara mirándola – es algo que deje en el pasado y de lo cual no volveré a hablar lo siento
Ambas nos quedamos calladas ante lo último que declare, me sentía en paz con todo lo sucedido, había tomado malas decisiones pero eso fue por sentirme sola y presionada, pero ahora todo estaba en su lugar me sentía con la vida correcta
– El padre de James esta en estado vegetal desde hace un año y medio, sufrió un accidente; mi hijo se pasa todas sus vacaciones con él
– Perdón pero eso no es de mi interés
– Ustedes eran muy unidos...
– Como te dije tu hijo y yo no terminamos bien así que no quiero que me hables de él, siento ser así pero es algo perjudicial para mi estabilidad mental
Sin dejarla decir más me fui hacia la piscina adentrándose al agua; los brazos de Anker me rodearon de la cintura y sus labios dejaron un beso en mi hombro; con Anker me sentía mejor que nunca, él me hace feliz y me ha dado la estabilidad que necesitaba en mi vida
– Amo tu sonrisa
– Yo te amo a ti – bese su barbilla – mucho
Ambos reímos sin sentido, me abrace de él; amaba todo de Anker y haré todo lo que este en mis manos para que esto dure de por vida; simple y sencillamente no podría vivir sin Anker.
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Misión: Recuperarla. [COMPLETA✔ ]
Teen FictionEscrito para mayores de edad (+18 años), contiene descripciones violentas, inapropiadas e ilegales; leer bajo su responsabilidad. - Nana ¿Dónde está Valentina? Necesito hablar con ella - La niña no está, Valentina se fue a estudiar al extranjero ...