Reglas para una vida " perfecta"

Capitulo 22: Dame una oportunidad

Flash back

- ¡Ada!- mire hacia atrás. Genial lo que me faltaba.

- ¿Que quieres Daniel?- la verdad es que no tenía ganas de hablar con nadie.

- Te vez mal- y como no después de lo qué pasó.

- ¿Que quieres Daniel?-

- Si quieres te llevo a tu casa- negué- Vamos prometo no hacer nada fuera de lo normal- debo admitir que es un chico bastante insistente- es más déjame invitarte a unas donas- ¿rechazar la comida? Quizás me levante el ánimo algunas donas aunque ahí estará el mejor amigo de...no importa.

- Esta bien- se le formó una sonrisa y me guió hasta su auto, muy hermoso por cierto, es un lamborghini rojo. Que se puede esperar de un hijo que tiene como padre a un tipo millonario, pero me encanta por lejos el camaro negro de Alexander, por más que me cueste reconocerlo tiene buen gusto el maldito.

- ¿Te gusta?- pregunta una vez dentro.

- Si, a quien no le gustaría un lamborghini- hable obvia.

- Wow, ninguna chica que subí a este auto me dijo cual era-

- Será por que no soy cualquier chica- le reste importancia- además yo tengo cerebro.

- Cada vez me encantas más- rodé los ojos.

- Pensé que había quedado claro- le respondí

- Lo siento pero es que eres perfecta- lo mire- es verdad mira eres hermosa, sabes de autos, tienes un promedio impresionante y eres muy humana, además...

- Basta o me bajo- No quiero escuchar nada que sea tratar de ligar conmigo

- Lo siento- le hice un ademán con la mano para que no se preocupara.

Avanzamos un poco más y llegamos pero me quede totalmente paralizada cuando vi un Camaro negro fuera del local.

- ¿Estás bien? Te vez pálida- tragué en seco.

- Yo... mejor- trate de asimilar mi mala suerte- vámonos.

- Ada pero- miro al frente- Alexander- golpeó el manubrio- ¡¿por qué demonios tiene que estar en todas partes?!, ¡es como una plaga!- lo miré sorprendida por su actitud.

- Solo vámonos- me limite a decir.

- No Ada, no puedes escapar de todos tus miedos- negué.

- No escapó de mis miedos-

- ¿Entonces?-

- Él no es mi miedo. Es mi debilidad- baje la vista pero aún así sentía su mirada en mi.

- ¿Tanto es el cariño que le tienes?- asentí.

- Pero estoy tratando de olvidarme y no podré si es donde él está. Por lo tanto me gustaría que me llevaras a mi casa-

- Mira Ada- levantó mi rostro y tomo mis manos- tal vez nunca puedas llegar a sentir por mi lo que sientes por él pero la única manera de dejar las cosas atras es enfrentarlas y aunque no sea un miedo es algo que debes enfrentar. Por eso te propongo algo, déjame toda esa responsabilidad a mi- la última parte no la entendí- Te estoy pidiendo una oportunidad. Yo trataré de hacerte olvidar todo lo que sientes por él. Déjame intentarlo ¿si?- no estoy segura de querer que otra persona tome mi responsabilidad es sus manos sé que yo puedo con esto. Además no estoy ni atraída hacia él, sería muy injusto darle esperanzas de algo que no va poder ser hoy ni nunca.