Capítulo 29: ¿Nuestra primera vez?

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Primero que todo no se ilusionen con el título del capítulo. Naa... ilusiónense es bello el mundo así.

Pero antes de empezar quiero decir que yo entiendo que a uno le dé flojera apretar la Estrellita pero para mi es importante ya que califica en cómo voy y si les gusta o no, espero comprenda y me apoyen. Gracias.

- Ada no quiero que cocines y menos de noche, es mi turno- ¿peleando? Calumnias. Que niño chico y así tiene 20, no lo quiero imaginar con mi edad.

- Mejor hagamos esto- me mira atento- en sencillo. Piedra, papel o tijera- parece dudarlo- si yo gano, obvio cocino y si tú ganas, lo haces tú- sigue dudando.

- Esto es tan infantil- ¿es enserio?¿quien carajos pelea debido a que quiere cocinar? Exacto él- pero hagamos esto.

- Okey- empiezo- piedra papel o tijera- saco tijera y el papel- ¡perdiste!- hago mi suculento baile de la victoria tomando una pierna con mi mano y tirando y soltando de ella- ja en tu cara maldito egocéntrico- me burló.

- No he perdido- decepción es lo que siento.

- ¿Como que no?- pregunto ofendida por tremenda mentira.

- Nunca dijimos que sería a la primera- no. Puede. Ser.- a la tercera. Llevas una- d.e.c.e.p.c.i.ó.n.

Pero como soy una diva que siempre gana, ¿porque no hacerle creer al perdedor que puede ganar?

- Okey. De nuevo- estiró mis dedos como toda una crack- piedra, papel o tijera- saco piedra y él papel- demonios- insulto.

Empate. Me huele a derrota por estos lados ( hace un gesto de que siente olor)

Tu callada

- Piedra, papel o tijera- saco tijera y él papel- bien- él niega con la cabeza. Sólo una vez más- piedra paro o tijera- saco papel y el tijera- no- dije exasperada por los resultados

No digo yo. Aquí huele a perdedora. Me voy a cambiar de bando

- ¿Qué pasa pequeña? ¿No te gusta perder? Y eso que no estamos apostando algo más- me desconcentra con sus palabras que deja mucho para imaginar .

- La última- asiente con esa típica sonrisa de vas a perder y no me importa en lo más mínimo- piedra papel o tijera- saco piedra y el pape...¿que? ¡NOOOO!!- ¡Aaaaa!!- lo miro y su sonrisa está intacta, maldito egocéntrico.

- Muy bien pequeña, a la pieza mientras yo hago la cena- presiento que no comeré o moriré intoxicada.

- Alexander por el amor a mi barriguita hace algo comestible- le suplico con las manos juntas.

- Tu desconfianza hacia mis dones culinario son muy insultantes- pone cara de ofendido- pero tranquila que hoy probarás lo mejor de lo mejor- lo recorro de pies a cabeza y me relamo los labios, tal vez no le vaya tan mal en la cocina- pequeña cuidado con tus gestos. Que demuestran más de lo que quieres- me cierra un ojo- y por si las dudas el plato fuerte no soy yo aunque podría ser el postre- se acerca a mi de manera provocativa.

- ¡Alexander!- lo reprendo sintiendo caliente mis mejillas.

- No pensabas así cuando te relamías los labios- Me doy media vuelta y corro hacia la habitación, lo sé soy cobarde ¿y que? Ustedes hubieran hecho lo mismo. O tal vez no.

No les voy a mentir estar con Alexander a solas me pone nerviosa, pero es que ese hombre puede hacer lo que quiera conmigo y yo ni cuenta me podría dar.

(...)

Levó aproximadamente como ¿tres horas? Eso es poco, es más ya anocheció y para ser exacta son las ...¡¿Dos de la mañana?! Imposible, ya decía yo que me había pegado una siesta algo larga.

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