N°1: Hacer siempre lo que debes y no lo que quieras.
N°2: Ser el orgullo de tus padres.
N°3: Obtener siempre las mejores calificaciones.
N°4: No salir a fiesta.
N°5: Solo puedes tener amigas, nada de chicos.
N°6: Primero cabeza y después corazón.
Y...
No sé qué ponerme, es muy estresante, ¿cómo se supone que deba vestirme? No debería importarme causarle una buena impresión...¡pero me importa! Ash.
- Mi niña la veo complicada- habla mi Nani entrando a mi habitación.
- No sé que ponerme- hablo sentándome en la cama ya derrotada.
- Vístase como usted sea, es sencilla mi niña, no se moleste en parecer algo que no es- la miro y asiento.
- Gracias, te quiero- me dedica una sonrisa y se va para darme mi privacidad supongo.
Tomo mi vestimenta habitual, y con habitual me refiero a ...
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Sencillo pero bonito a mi parecer. Me hecho perfume.
- Mi niña su...- la interrumpo.
- Claudia- Que no se confunda.
- Bueno... ella ya llegó- asiento.
- Iré a ver a Alexander primero- ella asiente y se retira junto conmigo, baja las escaleras y yo simplemente paso a la habitación de al frente.
Abro la puerta y lo veo durmiendo. Tengo una pequeña desilusión, me hubiera gustado poder besarlo antes.
Me acerco, lo acaricio y dejo un pequeño beso en su mejilla. Tiene que estar cansado y como no si le dieron una paliza feroz, no quise preguntar más allá por respeto a él.
Cierro la puerta, tomo aire y lo exhalo en modo de relajación junto con mi rezo para que todo con ella salga bien.
Bajo las escaleras y allí se encuentra ella en todo su expandor, bien vestida. No me había dado cuenta pero siempre estuvo bien vestida, no como mamá pero si bien vestida.
- Ada- susurra, ¿de qué se sorprende?
- Claudia- le dijo con un asentamiento de cabeza.
- ¿Nos vamos?- acelera el proceso.
- Claro, voy a despedirme de mamá y vengo- traga duro y vi dolor en sus ojos. Todo tiene consecuencias y esta es una.
Me dispongo a ir al despacho de mi madre pero una mano me detiene. Nani.
- Salió- susurro en mi oído. La mire extrañada- no quería ver cómo se iba con su madre biológica- cierro los ojos. No puede ser, ¿porque hizo eso? Ella siempre será mi madre, nada cambiará.
- Esta bien, entonces me voy- asiente con una sonrisa forzada- cuídalo por favor- vuelve a asentir.
- Lo hare como si fuera mi hijo- sonrío satisfecha por su repuesta.
- ¿Nos vamos?- le preguntó ahora yo.
- Vámonos de aquí- ¿porque lo dice como si no fuera a volver? Da igual.