Reglas para una vida " perfecta"

Extra

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(" Tres mese con tres semanas después ")

****Ada****

Los momentos pasan volando, los bueno y malos, los educativos y los estúpidos, pero parece que los momentos se hacen eternos cuando uno espera con ansiedad el nacimiento de tu hijo, y no precisamente porque lo quieras tener en tus brazos si no que ¡porque ya no puedes ni dormir con la barrigota que tienes! A veces me pregunto cómo puede pesar tanto esta niña...creo que pase de acariciarme la guata a tratar de sostenerla con mis manos para que pese menos, y la espalda no me duela tanto o esos malditos vomitos. No voy a mentir sentir a a alguien creciéndome dentro de ti es una sensación única y especial pero ¡vamos! Ya debería estar queriendo salí...

- Ada- Alexander interrumpe mis pensamientos pasado por la puerta de nuestra habitación con ramo de flores.
Por el amor a mi díganme que no es nuestro cumple mes.

Me apiado de él.

- Amor- dejó el ramo en nuestra mesa de estudio para mí y de resolución de casos para él. Me sonríe- Feliz Santo- solté un suspiro tomado mi cara- ¿pasó algo?¿Estás bien?¿va a salir?¿quiere...- lo interrumpí como casi siempre este último tiempo...se ha puesto un paranoico.

- Cálmate, estoy bien, ella está bien y no va a salir al parecer- este suspira aliviado- es solo que pensé que me había olvidado de nuestra fecha- confesé.

- Bueno, ya sé que habías pensado en eso- lo miro enojada- es muy entretenido ver tu cara de preocupación.

- Mira no es nada personal pero eres una persona muy estúpida- le dije girando mi asiento para seguir estudiando. Pero sentí besos en mi cuello y una manos en mi cintu... que cintura ja...como decía en mi barriguita.

- No te enojes, cabezota- susurro a medida que seguía dándome besos. Como arde su toque, sus caricias, su forma de hablar, su olor, su cuerpo, su personalidad de mierda... todo me vuelve loca.

- Eres malo con la madre de tu hija- le susurre un poco quedada.

- ¿Yo malo? Y que me dices de estar tan escurridiza de mi tacto estos días- trague duro.
Bueno, la verdad es que este último tiempo he estado soñando con el momento en el que deje a mi padre en ese estado tan deplorable sin contar de los pequeños flashes con Jesús en su departamento, de la casi violación- Hey, vuelve aquí, pequeña- no sé en qué momento Alexander me había dado vuelta para estar frente a frente.

El punto es que de alguna forma siento que traicione a mi padre por Alexander y de solo revivir el momento de Jesús me dan ganas de quedarme acostada acurrucada, sé que está muerto pero aún así el miedo no se fue, creo que solo evadí las emociones de ese momento porque tenía algo importante que realizar pero ahora ya no hay nada que me impida inhibirlo.

- Yo...- negué con mi cabeza tratando de salir pero me lo impidió- Alexander, Suéltame- lo mire fijamente, me iba a derrumbar este era el momento y no lo quería hacer frente de él.

- Soy yo, mi amor. Habla conmigo. Soy el padre de tu hija, tu pareja- acarició mi mejilla depositando en corto beso en mis labios.

- No sé como decirte- me toma de la mano dando un ligero apretón de apoyo.

- Este último tiempo he estado pensando en mi padre- le comentó con la vista perdida en algún punto de nuestra habitación- le tome mucho aprecio, Alexander, y ni siquiera lo he visto, debes estar solo y...