El rey había avergonzado a su esposo dulcemente, tanto que un bello color carmín se había colado en el rostro de Stark, Steve al ver eso quedó embelesado con el rostro del menor, le parecía lo más hermoso del mundo y por desgracia jamás sería suyo.
Tony se levantó de su asiento y caminó hacia la salida aun con los colores en la cabeza, no se acostumbraba a que T'challa se lo dijera en público. --Si me disculpan, fue un día largo y quiero descansar. --se retiró.
Todo el comedor quedó en silencio, para ser sinceros no sabían que decir, el rey suspiró y los observó a todos. --Ahora que Tony ya se fue puedo ser más directo.
-¿Qué quieres decir? --preguntó Sam.
-A lo que me refiero es que si me llego a enterar que hacen sentir mal a mi esposo entonces pueden despedirse de su libertad. --se levantó de su asiento. --Si me disculpan debo ir con mi ESPOSO. --recalcó esto último mientras miraba a Rogers, le dedicó una sonrisa ganadora y se retiró del lugar, no sin antes advertirle a Steve. --Capitán no lo vaya a olvidar. --finalizó el rey.
-¿Qué quiso decir, Steve? --cuestionó Natasha.
El capitán bajó la mirada. --Que Tony nunca fue y será mío... No puedo hacer nada... Lo perdí...
Todos miraron triste a Steve pero ya nada les quedaba por hacer, después de todo T'challa y Tony están casados.
T'challa llegó a la habitación principal que comparte con su esposo, entró y lo primero que escuchó fue el ruido de la regadera, supuso que su donita de fresa se estaba bañando, sonrió para si mismo. --Es hora de borrar el rastro de Rogers de mi esposo.
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¿Quieren lemon? 😘😘😘
