—Estás enfermo, Stark. —Rogers frunció el ceño con odio, no pensaba dejarse dominar por un loco como SIM. —¡No te saldrás con la tuya!
—¿Qué estás diciendo, Stevie? —el pelinegro formó una sonrisa de lado a lado en su cara. —Ya me salí con la mía.
—...
—¿Y sabes qué más? —Stark sonrió con superioridad, le encantaba ver la desesperación en los ojos de su nuevo juguete.
—Tu...
—¡Exacto! —levantó los brazos hacia los lados demostrando que era superior en todo. —Nadie va a salvarte, nadie los va a salvar. —sonrió malvadamente.
—Te equivocas... El mal nunca gana... —Steve apretó los puños con fuerza mientras hacía contacto visual con SIM, sus ojos decían que no se rendiría sin importar qué y que sobretodo salvaría al Tony de su universo.
—¿Qué asquerosidades estás diciendo? —El pelinegro se acercó hasta el rubio y lo vio cara a cara sin perder su sonrisa de villano. —En fin, ¿Nos divertimos?
—¡Por supuesto que no! —gritó Steve.
—Ups... —dijo con falsedad SIM al darle un fuerte golpe al contrario en el rostro dejándolo inconsciente. —Se me resbaló la mano.
Y sin más, salió de aquella habitación arrastrando a Steve sin preocupación alguna. —Espero el Cap no se haya adelantado sin mi.
