-Hola Stark. --dijo con voz grave y malicia el hombre que tenía como rehén al genio.
El castaño solo se paralizó, no reconocía la voz pues al parecer esa persona estaba usando un ¿Distorsionador de voz? No solo eso el millonario se limitó a hacer cualquier sonido.
-¿A qué hora vamos a hacer esto? --se escuchó otra voz.
-En la noche... Será un bonito regalo para el capitán. --se burló la voz del primer hombre.
-Incluso podemos torturarlo y grabarlo para mandárselo al Capitán ¿No crees?
"¿Qué planean?" pensó Tony, pero hasta el momento sabía que su esposo estaba involucrado y eso no era para nada bueno, con razón no le habían pedido nada, "¿¡Torturarme!? A la mierda tengo que salir de aquí, tampoco dejaré que lastimen a Steve".
-No es una mala idea, pero es mejor hacerlo con ese bastardo aquí presente. --se rio. --¿Te lo imaginas suplicar para que no lastimen a su esposo? Sin duda es algo que quiero ver.
-Eso sí... --se burló el segundo hombre. --Oye, Stark se está moviendo demasiado.
-Hay que sedarlo. --dijo cruel la primera voz. --Así no nos dará problemas hasta que llegue la hora.
De un segundo a otro Tony sintió como le inyectaban algo en su brazo, poco a poco comenzaba a quedarse dormido y lo último que escuchó de aquel primer hombre fue.
-Descansa Stark.
