-¿Estás segura de esto Nat? --preguntó Clint.
-Por supuesto que sí. --afirmó Natasha. --Después de todo fue Bruce quien nos dijo.
-De acuerdo. --el rubio frotó sus manos. --hagamos esto.
El edificio estaba oscuro y aquella habitación con oscuridad no le permitía al rubio identificar aquel hombre.
-¡Suficiente! --se enojó el capitán. --No voy a permitir que toque a mi esposo.
-Yo no le recomiendo que me ataque. --se burló el hombre. --si en cierto tiempo no doy mi señal a mis compañeros sabrán que me pasó algo... Y entonces ellos harán lo que quieran con su esposo.
-Eres un...
-Lenguaje Capitán. --se rio el hombre. --Usted se encuentra a la distancia suficiente para que yo alcance a dar mi señal en caso de que decida atacarme, no crea que no lo planeé correctamente.
El rubio se frustró, lo tenían acorralado y no se iba a arriesgar a que lastimaran a su canelita, no se lo perdonaría, así que al Capitán ya no le quedó de otra.
-¿Qué es lo que quiere?
-Por fin entendió su situación. --se burló aquel hombre.