Era una tarde como cualquier otra en la torre de los vengadores, Steve se encontraba entrenando mientras que Tony estaba jugando con el pequeño Peter (edad 1año con 8 meses).
-Papi... --dijo el menor. --ushame. --y salió corriendo sin ninguna dirección.
Tony corrió para atrapar a su hijo, lo único que se escuchaba en la sala y en los pasillos eran las risas de Tony y Peter además de sus gritos de diversión.
-¡Te tengo! --el castaño atrapó al castañito entre risas. --Hay como cansas... --se rio.
La noche llegó y todos estaban en el comedor cenando y platicando sobre cualquier cosa.
-Chicos. --comenzó Steve. --Tony y yo queremos pedirle un favor.
-¿Qué cosa? --preguntó Clint.
-¿Pueden cuidar de Peter por dos días? --dijo el capitán.
-Ya saben, a veces hace falta unos momentos románticos a solas. --mencionó Tony recargándose en Steve.
-Claro. --dijo la espía. --No hay problema, nosotros nos encargamos del pequeño.
-Gracias. --agradeció Rogers.
-No vayas a hacer travesuras Peter. --le sonrió Tony a su hijo.
-No. --respondió mientras comía el castañito.