La Protegida

Capítulo 26

-Entonces...¿Ya te invitó? - Le miré divertida, a él le encantaba esa clase de temas.

- ¿Y a ti te invitó?-Me miró nervioso y luego apartó la mirada.-Oh.
Fue lo único que logre decir. Unas pocas palabras arruinaron nuestra tarde juntos. Me sentí mal, porque después de eso me pregunté qué tal vez Nico no se lo pidió porque quería pedírmelo a mí. Claramente esa idea se esfumó tan pronto como llego. Yo reserve mi invitación para él, la única persona con la que quiero bailar. Ese momento no llegó.Comenzaba el baile y yo estaba sola.

Termine colocarme el collar y me mire frente al espejo. No soy fea, me repetía a mí misma. No soy gorda, continué. No soy aburrida, seguí. No soy... él. No soy un hombre. Él en serio me gusta, pero yo no soy suficiente.

Tome mi cartera y guardé unos dracmas y mi LPhone. Salí de la cabaña y me dirigí al lago, en lugar en la que la fiesta se celebraba. Te busqué con la mirada, no estaba. Busque a Will, ni rastro. Al ir  llegando comencé a la gente vestida elegante, su presencia me incomodaba. Caminaba lentamente esperando que el tiempo se detuviera y no tuviera que llegar, no quería ver a Nico y a Will juntos. Pero como mi suerte nunca es buena, mi deseo no se hizo realidad y llegué a la fiesta. No se por qué iba si no quería estar ahí, Creo que es porque al estar ahí me sentía superior a los demás y eso me ayudaba. En realidad no lo soy, nunca lo he sido, y nunca lo seré.

Llegué, no sabía de dónde había sacado el licor los semidioses. Pensé que Quirón con la tipa esta Reina estarían vigilando, parece que pensé mal. Busqué con la mirada a mis amistades, ninguna de ellas se encontraba presente. Decidí ir a tomar algo, me dirigí a la mesa de bebidas y agarré lo primero que había, hasta ahora no sé lo que fue. Lo único que recuerdo es que fue el trago más feo que he llegado probar, pero que le vamos hacer una fiesta en un campamento. No tendría que haber esperado mucho. La música era aburrida, parecía  que ellos escuchaban la música de mis padres. Tome otro trago. Seguía sin reconocer a nadie. Otro más. La música no está tan aburrida ahora .Uno más, este será el último. De repente llegué a la pista de baile, no sé cómo ni en qué momento pero estaba ahí bailando, yo sola.

No recuerdo cuánto tiempo pasó, pero sí recuerdo unas manos tomándome por la cintura y levantándome arriba de sus hombros. Caminamos hacia no se donde y me apoyo en la orilla de un pequeño riachuelo, nunca había visto ese sitio, tampoco creo que mucha gente lo haya visto Por qué ese lugar estaba desierto. No le vi la cara esa persona pero lo único que hizo fue dejarme ahí y decirme que no me moviera. Lo primero que se vino mi mente fue, este tipo quiere violarme, y no se porque creo que estaba muy tomada. La persona se fue y yo me quedé ahí un largo tiempo dormida.

Al despertar me encontraba sobria, o al menos mucho más que antes. Me levanté tambaleándome y me dirigí de vuelta al lago a la fiesta. No sabía qué hora era pero la gente aún estaba ahí y estaba más lleno que antes. Decidí irme buscar a los chicos, quería estar con ellos, a nadie le gusta estar solo. Seguí caminando rodeando toda la fiesta una y yo otra y otra vez, hasta que en mi torpeza choqué con alguien. No lo había visto nunca antes, seguramente no era este campamento, era del otro... ¿Cómo se llamaba? Ah sí, el campamento Romano.

-Lo siento. - Le dije al chico. Éste me dirigió una cálida sonrisa, al costado del se encontraban otros tres chicos que supuse que también era del otro campamento porque tampoco los había visto.

- No te preocupes, ¿Acaso estás perdida?. Si quieres, te puedo ayudar. Sólo espero un ratito ¿sí? - Estamos ocupándonos de algo en este momento.

Su tono de voz me resultaba alarmante, me fijé atrás suyo por si había una víctima de siendo acosada, tal vez, en el mejor de los casos. No vi a nadie.