ADRENALINA (Éxtasis #1)|C.V.|Terminada.

C2: Propuestas y promesas.

Christopher se quedó en silencio contemplando a su hermana que hacía los deberes en la mesa central de la sala tan concentradamente que deseó hacerle una fotografía. Ver a Valentina con tanta concentración era definitivamente el tipo de cosa que merecía ser inmortalizada en una fotografía. Rio en voz baja y automáticamente los ojos de su pequeña hermana se posaron en él.

—¡Chris!—chilló emocionada y antes de que él pudiese reaccionar ella ya estaba lanzándose a sus brazos. Christopher rio totalmente divertido y se inclinó para besar su mejilla.

—Hola, enana—murmuró.—¿En dónde está mamá?—cuestionó mirándole.

Los ojos castaños de la chica se posaron en él y se encogió de hombros de manera despreocupada. —Chris... ¿crees que mamá me quiera comprar la muñeca de la princesa Aurora?—preguntó con una enorme sonrisa instalada en los labios que hizo que el corazón de Christopher Vélez se encogiera. ¿Cómo rayos le iba a decir a una niña de diez años que no había dinero suficiente como para comprarle una muñeca sin romper su corazón en el procesa? ¿Cómo iba a hacerlo?

—Yo te la compraré—anunció y los ojos de la niña se iluminaron de inmediato.

—¿De verdad, Chris?—preguntó emocionada.

—Claro que sí, cariño—respondió—Pero...no se lo puedes decir a mamá ¿de acuerdo?—pidió en voz baja.

—¿Por qué?—interrogó de inmediato—Mamá siempre dice que no podemos mentirle—Christopher parpadeó un par de veces y suspiró frustrado.

—Lo sé, y no es que vayamos a mentirle, Valen... es más bien que...vamos a darle una sorpresa—decretó y la niña dio pequeños saltitos llenos de emoción.

—¿Y va a gustarle, Chris?—cuestionó en medio de una enorme sonrisa.

—Obvio que va a gustarle—respondió él con media sonrisa.—Pero prométeme que no vas a decirle ni una sola palabra a mi mamá, Valen...recuerda que para que pueda ser una sorpresa ella no tiene que enterarse—la niña rio un poco y asintió un momento después.

Christopher besó su frente y apenas escuchó el sonido de su teléfono anunciar una llamada entrante se apartó de ella. Tomó entre sus manos el teléfono y le lanzó una mirada fugaz a su hermana que de nuevo se encontraba apoyada en la mesa central de la sala.

—Te dije que cuándo este en mi casa no quiero que me llames—le espetó a la chica del otro lado de la línea telefónica. Avanzó tan rápido como sus piernas se lo permitieron dirigiéndose fuera de la casa y lejos de la presencia de su madre y su hermana.—¿Qué es lo que quieres?—cuestionó apenas cerró la puerta detrás de sí mismo.

—Hola, Christopher. Yo también estoy realmente contenta de escucharte de nuevo, muchas gracias por preguntar no era necesario que te tomases la molestia pero lo aprecio mucho—se burló.—¿Tan rápido te olvidaste de las buenas amigas?—preguntó la voz femenina del otro lado.

—Haber Odaly...¿Qué es lo que pasa? ¿Qué quieres?—la muchacha rio y Christopher negó un poco.

—Blonda organizó una nueva carrera y obviamente quiere que participes...sabes que puedes ganar muchísimo dinero ¿cierto? Sólo tienes que pisar el acelerador y tendrás tres mil dólares en el bolsillo automáticamente—anunció con voz cantarina y la piel de Christopher se erizó de inmediato.

—La última vez casi terminé tras las rejas...Blondi decidió que era más importante salvarse él que salvar a las personas que trabajan para él.—le espetó con molestia.

—Haber, Christopher...no sé si tú me estás escuchando o algo por el estilo. Esta vez es el pago es lo triple de lo que te ofrecí la otra noche...así que tú decides si quieres que ese dinero sea para ti o puedo llamar a Sander...seguramente él no tendría ningún tipo de problema con aceptarlo—decretó lentamente.