ADRENALINA (Éxtasis #1)|C.V.|Terminada.

C29: Buenos amigos.

—Realmente no tengo ni la más remota idea de que es de lo que me estás hablando—musitó Danna en voz baja.

—Mi amor, por favor...—pidió su padre lanzándole una mirada fulminante.

—Papá, de verdad...—susurró la chica sin apartar sus ojos.—No entiendo porque confías en una nota anónima que ni siquiera tienes idea de quién te envió.—sentenció ella cruzándose de brazos.

—¡Camila!—la llamó Renato y la pelinegra apretó los ojos de inmediato.

—A mí ni me veas, tío. Yo no tengo ni la más remota idea—farfulló nerviosamente.

—Papá...

—Danna, no me mientas por favor...sabes perfectamente bien que a mí me puedes decir lo que sea y yo no voy a juzgarte, mi amor...todo lo que quiero es que confíes en mi...sabes muy bien que todo lo que hago siempre es por el bien de Milo y el tuyo...—le explicó lentamente.

—¿De verdad vas a comprenderlo, papá?—cuestionó en voz baja la chica.

—Claro que sí, mi amor...—Los ojos de Danna se posaron brevemente en los de Camila. Su prima dejó escapar un suspiró y negó débilmente.

—Supongo que esa es una nota para fastidiarme un poco...en la universidad hay una chica que tiene...o que tenía una relación con Christopher antes de que yo llegara—los ojos de Renato Francis se abrieron llenos de sorpresa ante las palabras de su hija y Danna negó de inmediato.—Esa relación ya había terminado, papá...te lo juro. Es...sólo que la chica creo que no terminó de aceptarlo jamás y está algo así como...obsesionada con ello...

—Haber, Danna...¿me estás diciendo que alguien ha estado fastidiándote en la universidad por ese muchacho? ¿Por Christopher...?—Danna apartó los ojos un momento.

—Si...

—¡Danna, por Dios!—dramatizó.

—Papá, por favor...déjame resolver mis propios asuntos yo misma...no lo hagas más grande...—suplicó la castaña en murmullos.

—Lo que no entiendo es que es lo que tiene que ver la dichosa nota...es decir, lo único que sé es que ese muchacho es el entrenador de un equipo infantil de fútbol... ¿entonces no entiendo el misterio? ¿Por qué lo hacen parecer como si fuese un delincuente?—Camila trató con todas sus fuerzas no reírse de la ironía de la situación.

—No lo sé. No tengo ni idea...

—Dile a Christopher que quiero que venga a cenar este fin de semana a la casa—anunció de golpe y dos pares de ojos color ámbar se posaron en él tan abiertos y llenos de sorpresa .

—¿Qué?

—Quiero conocerlo, Danna.—hizo una pausa—Quiero saber con qué clase de chico es el que se relaciona mi hija...así que por favor...

—Pero papá, tú no...

—O le dices tú o mañana mismo yo lo haré ir a la oficina de rectoría para decírselo. Así que tú decides...

—¡Papá!—chilló la chica y Camila no pudo contenerse más soltando una carcajada.—¡Camila!

—¿Qué? No puedes negar que eso es realmente divertido...

—¡Claro que no lo es!—se quejó Danna.

—Claro que si...

—Entonces y algo sabes, Danna. No quiero excusas ni pretextos.—demandó—Este fin de semana quiero cenar con Christopher...