ADRENALINA (Éxtasis #1)|C.V.|Terminada.

C16: Plan silencioso.

—¿Qué?—murmuró Danna arrodillándose frente a la niña—¿Valen...?

—¿Por qué estás con él, Danna?—repitió aferrándose a la muñeca como sí en cualquier momento Erick pudiese quitársela.

—Tranquila, Valen...—susurró sin dejar de mirarla.

—¡Él es malo, Danna!—inquirió fervientemente. Los ojos de la muchacha se toparon con los de Erick y él negó un poco.

—Creo que lo mejor será que yo me vaya, no quiero alterar más a Valentina o algo por el estilo...—anunció antes de acercarse a Danna para depositar un beso en su mejilla y marcharse.

—Valen... ¿Por qué dices que Erick es...

—¡Valen!—la voz de Christopher llegó de manera impetuosa hasta los oídos de Danna. Llevó sus ojos hasta Christopher y se puso de pie antes de que él llegase hasta ellos.

—¡Chris!—chilló la niña en el mismo momento en el que sus ojos se topaban fijamente con los de Christopher.

—¿Podemos hablar, por favor?—cuestionó en voz baja sin dejar de mirarla. Danna lo contempló fijamente y su corazón automáticamente se estremeció dándose cuenta que su mirada no se parecía en nada a la mirada que le había dedicado la primera vez. La mirada coqueta y la sonrisa seductora que adornaban su rostro en aquel momento había desaparecido por completo para darle paso a una mirada llena de remordimiento y una expresión facial completamente vacía.

Como si de repente lo hubiesen cambiado por otra persona.

—Si—musitó Danna llevando su mirada hasta la cancha de fútbol donde Richard hacía que los niños corriesen de un lado al otro.

—Ven aquí—susurró tomando su mano para hacerla caminar lejos de las miradas curiosas. Se detuvo de golpe y ancló su mirada en la color marrón de su hermana que lo observaba fijamente sin decir una sola palabra—Por favor no vayas a ningún lado y si lo haces, prometo que te compraré el helado más grande de todo Miami—prometió haciendo que la niña se echara a reír.

—¿Lo prometes, Chris?—cuestionó cruzándose de brazos.

—Lo prometo, Valen...—el corazón de Danna se aceleró observándolos intercambiar un extraño saludo antes de que la mano de Christopher apretara con más fuerza la suya y tirara de ella para hacerla avanzar por el mismo lugar por el cual acababa de llegar.

—¿A dónde vamos? ¿No se supone que tendrías que estar entrenando a los niños?—preguntó en voz baja y él como respuesta, chasqueó la lengua.

—Los parásitos están bajo el cuidado de Richard así que no pasa nada...puedes sobrevivir un par de minutos sin mí—objetó y Danna negó un poco.—Dan...Tienes que escucharme...

—Antes de que comiences a decirme cualquier cosa quiero que sepas que yo...

—No, Dan. Primero deja que yo te diga todo lo que tengo para decirte—pidió y ella asintió levemente.—Sé que crees que te mentí porque me viste con Odaly en Valkirya pero la verdad es que no lo hice. Nunca te mentiría, Danna. No estoy con ella, te lo juro por Valen...

—Bueno, para no estar con ella parecías bastante cómodo con el intercambio de afecto que estaban teniendo...—susurró y automáticamente él negó.

—Sé que te digo una cosa y al segundo hago otra completamente diferente pero... de verdad tienes que creerme, Dan...Nunca te mentiría con algo así...para mi eres importante, eso no lo puedes dudar jamás—explicó aceleradamente.

—¿Entonces qué era lo que hacías en esa discoteca con Odaly?—preguntó lentamente sin que su voz filtrara algún tipo de sentimiento que no fuese la indiferencia.