ADRENALINA (Éxtasis #1)|C.V.|Terminada.

C6: Confesiones.

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Capítulo dedicado a: danarojasm

¡Que te guste, Dan! Besos, xx.

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El cerebro de Danna Francis no dejaba de formular un montón de cuestiones. ¿Qué era lo que Christopher Vélez estaba montado en una motocicleta? ¿Y por qué iba a lugares de mala muerte como Clandestino?

No es que ella fuese el tipo de chica que juzgaba al resto pero simplemente él no parecía el tipo fe muchacho al que le gustaran ese tipo de eventos.

—¡Joder! No me lo puedo creer de verdad—musitó Hailee en medio de un jadeo sin ser capaz de apartar la mirada de la pareja de muchachos a unos metros delante de ellas.

¡Y Danna tampoco podía hacerlo! —¿Qué es lo que no puedes creer? ¿Qué tu hermana venga a este tipo de eventos? ¿O que sea la novia de Christopher?-cuestionó débilmente.

—¡Pues las dos cosas, Danna! —replicó la rubia. —De verdad que no me puedo terminar de creer que la perfecta rubiecita que tengo por hermana sea...que organice carreras de motocicletas...

—Tampoco da la impresión que Christopher sea el tipo de chico que de día es entrenador de un equipo de fútbol infantil y por las noches sea...un corredor—expuso Danna mirándola fijamente.

—Cuando los dices suena como que uno de esos personajes misteriosos de las películas estadounidenses—bromeó la rubia y Danna en voz baja.

—Pues sea como sea ya lo averiguamos...ahora por favor, vámonos a casa...—musitó lanzándole una mirada de súplica.

—Yo lo que creo es que deberíamos entrar.—decidió Hailee y automáticamente los ojos de Danna se abrieron de golpe.

—¿Qué? ¿Te volviste loca? No voy a entrar a ese lugar...te das cuenta que si lo intentamos todo el mundo se va a dar cuenta...no podemos pasar desapercibidas.—Hailee suspiró frustrada y negó un poco.

—¿Tú crees, Dan?—cuestionò divertida la rubia.

—Hailee por favor...—suplicó la castaña y Hailee sonrió.

—Estás hablando con Hailee Smith...

(...)

El día era soleado. A Danna le gustaban los días soleados.

Se sentó bajo la enorme copa de un enorme arbole en el patio trasero de la universidad. Odiaba el hecho de que no había visto a Hailee en todo el día pero también disfrutaba un poco de volver a ser la misma Danna se siempre, esa que no tenía amigos y pasaba el tiempo leyendo libros fantasiosos como solía llamarlos Camila –su prima y la única amiga que conocía-. Los echaba de menos a ella y a Joel y se daba cuenta ahora que lo pensaba mejor.

Apoyó su espalda en el enorme y grueso tronco del árbol y aspiró el aire cálido que la rodeaba. Tomó el libro de su bolso y lo abrió justamente en la página en la que se había quedado la noche anterior. Soltó un pequeño suspiro y se concentró en su lectura. O por lo menos lo intentó.

—Hola—Danna apartó la mirada del libro que sostenía entre sus manos y observó al muchacho que la miraba desde su altura con una linda sonrisa tirando de la comisura de sus labios.

De inmediato la imagen de él montado en una motocicleta junto a Odaly, la hermana de Hailee llegó hasta su cabeza. Apartó la mirada de inmediato y soltó un pequeño suspiro.

—Hola—saludó en voz baja. Christopher la contempló en silencio y se cruzó de brazos sin apartar sus ojos castaños de los de Danna.

Tenía que admitir que ella era linda. De hecho, era una de las chicas más lindas que había visto en su vida.—¿Qué es lo que pasa contigo, eh?—preguntó dejándose caer a su lado en el pasto. Danna parpadeó un par de veces y suspiró.