ADRENALINA (Éxtasis #1)|C.V.|Terminada.

C27: El famoso Andrés.

Erick se quedó completamente quieto observando fijamente las fotografías que descansaban encima de la chimenea de la sala. La Danna más joven que le sonreía junto a un Milo siendo un bebé despertaba su lado tierno.

—¡Erick!—chilló Camila bajando las escaleras tan rápido como sus piernas se lo permitieron.

—¿Cam?—cuestionó el chico poniéndose de pie en un salto—¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué vienes así?—agregó apresuradamente.

—Es que...creo que vamos a tener que dejar la salida de amigos o como sea que le quieras llamar para después—anunció lentamente.

—¿Qué? ¿Por qué?—exigió el pelinegro sin apartar sus ojos verdes de los ojos marrones de Camila.

—Es que...la verdad es una muy larga historia pero no quisiera aburrirte con eso...es...algo tedioso y complicado ¿sabes?—explicó la chica.

—Camila...por favor ¿Qué es lo que pasa? ¿Le pasa algo a Danna?—insistió el chico.

—¡Danna está en sus días! ¿Ya? ¿Contento?—cuestionó cruzándose de brazos—No sé si cuando eras más pequeño recibiste clases de esto en la escuela pero eso es algo que les pasa a las chicas de nuestra edad ¿sabes? El famoso Andrés—Las mejillas de Erick se tiñeron de rojo automáticamente y sintió su corazón acelerarse de inmediato.—Entonces...viste que a Andrés que viene cada mes a veces le gusta ser cruel y tortura a las chicas...pues eso es exactamente lo que le está pasando a Danna, Erick...—explicó de nuevo cuenta la chica.

—Ya entendí, Cam...—susurró.

—No, decir que Andrés la está torturando es quedarse muy corto—sentenció—¡Andrés la está matando!—agregó dramáticamente.—Por cierto, Erick... ¿me puedes hacer un favor?—cuestionó en voz baja.

—¿Si?—respondió el chico evitando mirarla a los ojos más de cinco segundos.

—¿Podrías ir a la farmacia y comprar por favor unas pastillas para los cólicos, una bolsa de toallas femeninas...? ¿Con alas...? ¿O mejor sin alas...? Bueno no importa, como tú prefieras está más que perfecto ¿Y...tampones extra absorbentes?—preguntó tratando de no echarse a reír apenas se dio cuenta de la expresión nerviosa y frustrada de Erick—Es que a Dan se le han terminado y no quiero dejarla sola...

—Eh...yo...—negó un poco—Creo que nos veremos mañana en la universidad ¿de acuerdo?—inquirió acercándose a ella para depositar un pequeño beso en su mejilla a modo de despedida—Despídeme de Danna y dile que...espero que se recupere pronto...—añadió antes de echarse a caminar en dirección a la salida de la casa.

—Claro—respondió Camila apartando la mirada un momento. Tan pronto como la puerta principal de la casa se cerró detrás del chico, Camila soltó una sonora carcajada.

Danna bajó las escaleras lentamente encontrando a su prima sentada en los escalones tratando de respirar correctamente con las manos encima de su vientre—¿Se puede saber qué demonios te pasa?—cuestionó Danna contemplándola fijamente.

—No te vuelvas loca, por favor—pidió la chica tratando de controlar su risa.

—¿Por qué tendría que volverme loca?—preguntó la castaña en medio de un pequeño suspiro.

—Es que le dije a Erick que estabas en tus días...que no podías salir a la calle porque Andrés te estaba matando...le pedí de favor que fuese a la farmacia a comprar pastillas para cólicos, toallas con alas y tampones extra absorbentes-musitó y automáticamente los ojos de Danna se abrieron de golpe.