C8: Helados.

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Capítulo dedicado para: MirandaGarcia962

Besos y abrazos para ti, muñeca. Amor y paz, ahre jajaja *sendin' besos*

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—¡Mira, Dan! ¡Christopher si puede venir con nosotros a tomar helados!—chilló Milo y automáticamente los ojos de la castaña volaron en dirección al niño y al muchacho que se acercaban a ella. Valentina también los miró y le ofreció una enorme sonrisa a Christopher antes de ponerse de pie y echarse a correr en dirección a él.

El muchacho rio divertido, se inclinó sobre ella y la tomó en brazos antes de besar su mejilla cariosamente.—Valen ¿quieres ir a tomar un helado con Danna y con Milo?—cuestionò con media sonrisa. Los ojos de la pequeña niña se iluminaron de inmediato y el corazón de Danna se encogió dentro de su pecho.

—¿De verdad podemos ir a tomar un helado con Danna?—cuestionó la pequeña totalmente emocionada sosteniendo con más fuerza la muñeca rubia que tenía entre las manos. La pegó a su pecho de manera protectora y Danna sonrió automáticamente.

—¡Pues claro que sí! Sólo si tú lo quieres, claro—le informó su hermano mayor dedicándole una sonrisa que hizo que la piel de la muchacha que los contemplaba se erizara de inmediato. .

—¡Sí!—chilló emocionada. Danna rio un poco y se acercó hasta Milo que contemplaba la escena con sus pequeños brazos cruzados por encima de su pecho.

—¿Estás listo, enano?—preguntó cariñosamente y el niño entornó los ojos con una mueca de fastidio pintada en el rostro. Danna sonrió

—No me digas enano, Dan. Yo ya soy grande. ¿Recuerdas que el doctor le dijo a mi mamá que soy fuerte?—anunció ofendido y Christopher rio divertido.

—¡Si, supongo que lo olvidé!—replicó la chica observándolo con diversión.

—¿Verdad que pueden venir con nosotros en el auto, Danna?—ofreció el niño.

—¡Claro que sí!—hizo una pausa—Si ellos quieren pueden hacerlo—murmuró con media sonrisa.

El viaje a la heladería estaba siendo totalmente incómodo. O por lo menos para Danna y Christopher lo era porque para los niños que permanecían en el asiento trasero del coche era todo lo contrario. Sus murmullos era todo lo que se escuchaba dentro del auto. Ni siquiera notaban que sus hermanos mayores no estaban agosto el uno con el otro.

El silencio que reinaba en la parte delantera del auto era palpable.

—Sobre lo que pasó el día de hoy en la universidad...—comenzó Christopher en voz baja. Danna parpadeó un par de veces y suspiró.

—¿Qué de todo, eh?—cuestionó ella aferrándose al volante.

—Bueno, sobre la pelea que tuve con Erick...—comenzó y Danna negó un poco—Me dieron celos ¿Si? No sé qué es lo que me pasó que perdí el control pero te juro que yo...—Danna soltó un suspiro y Christopher pestañeó un par de veces.

—No tienes que jurarme nada—anunció ella.

—Lo menos que quería era que te molestaras conmigo ¿Sabes?—susurró apenas se dio cuenta que ella iba a detenerse en un semáforo. Danna lo miró fijamente y el corazón se le volvió a acelerar a modo de respuesta.

Odiaba cuándo eso pasaba y lo odiaba a él por ser el responsable de ello.

—No estoy molesta contigo—musitó la chica y automáticamente los ojos del muchacho se instalaron encima de ella—simplemente no me gusta ni me gustó la actitud que tomaron Erick y tú—explicó en voz baja contemplando al par de niños que jugaban con una muñeca y un robot en el asiento trasero.

ADRENALINA (Éxtasis #1)|C.V.|Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora