Ms. DiLaurentis - Emison Fanfic (Completa)

Capítulo 5: Jugando con Ms. DiLaurentis

CAPÍTULO 5:

-Las personas que suelen comprar este tipo de juguetes, siempre son los mismos. Personas que ya no sienten nada con el sexo típico. Su cuerpo es especial y muchas veces, las necesidades del día a día, no se dan cuenta que las cubren con el sexo. Hasta que un día, ya nada de eso ocurre.

Alison juguetea con la cuerda entre sus manos. EL foco de la sala que antes iluminaba al maniquí que tenía la cuerda, ahora me alumbra a mí. Veo a Alison entre las sombras, me rodea, juega con la cuerda entre sus manos. Incluso creo que llego a ver como sonríe mientras me observa como si fuera una presa que va a cazar.

No digo nada, espero, pero puedo escuchar mi corazón perfectamente retumbar en mi pecho de lo nerviosa que estoy. Mis manos, que ya han sido atadas a mi espalda, no paran de sudarme. Incluso me cuesta respirar.

-Tranquila- murmura acercándose- Nunca te haría daño- baja a mis pies y los rodea con la cuerda, atándome- Piensa en esto como una liberación, no como ataduras.- me dice cuando empieza a subir, lentamente, jugando con la cuerda, atándome a cada centímetro que avanza- Y dirás... ¿por qué una cuerda? Bueno, yo te contestaría que no es solo ello- sube hacia mis rodillas y cuando las rodea, aprieta y hace que me sobresalte- Es también el juego, los papeles, el ser otra persona. Después de todo, cada día jugamos un papel, cada minuto, cada segundo.- ahora se coloca en mis caderas, a la altura de mi trasero y mientras me rodea, siento el grosor de la cuerda en mis pantalones, en mi trasero y no puedo evitar soltar un suspiro- Siéntelo.- me dice cuando me rodea y se coloca tras de mí.

Siento sus manos en mis caderas, intento respirar tranquila, pero todo mi cuerpo está inquieto. Escucho la respiración de Alison, muy cerca de mí y, de repente, noto su cuerpo sobre mis labios.

-Alison...- intento llamarla.

Su mano me calla cuando me toma por sorpresa mi rostro y me gira. Estamos cerca, muy cerca. Demasiado, diría yo.

- Fuera estamos atados siempre con cadenas, atrapados y encadenados a vidas que no queremos. Solo que con estás- señala la cuerda- Podemos cambiar la cosa. Nosotros, somos los fuertes y nosotros, somos quien las controlamos.- Alison sigue y llega a mi pecho y levanta su mirada cuando pasa la cuerda por encima de ellos y sonríe- Hombres y mujeres... Seamos quien seamos, deseamos ser controlados y controlar. Aquí lo hacemos- me tiene atada totalmente llegados a este punto y, cuando se acerca, el pequeño trozo que sobra, me aprieta más y Dios, me encanta- Es natural en el ser humano. La vida está llena de momentos duros, en la fantasía del sexo, nosotros tomamos el control.

Envuelve la cuerda en su mano, con la otra me rodea cuando se acerca y casi apoyada en mi lado, aprieta mi cuerpo contra el suyo y de nuevo aprieta. De nuevo, esa sensación de excitación y el suspiro ahogado que dejo salir de mi garganta.

-Wow- es lo único que puedo llegar a decir.

Aunque eso es lo único que le basta a Alison porque sonríe de oreja a oreja, como si hubiera ganado una batalla.

-¿Duele?- niego- Bien... ¿Te gusta?

Y por mucho que quisiera negarlo....

-Mucho...

-Bien- sonríe.

Y de nuevo, tal como todo había empezado, termina con un simple movimiento de manos de Alison; estoy de nuevo desatada. Mi mirada no se aparta de ella hasta que no desaparece detrás de mí para deshacer el agarre de mis manos.

-¿Y qué te parece ahora mi trabajo, Emily?

Me giro, esta no se mueve del sitio. La luz de la sala nos alumbra perfectamente a las dos. Respiro con fuerza, aún no puedo sentir que me riegue mucha sangre en mi cabeza, al ser sincera.