CAPÍTULO 20:
La cabeza me mata y me cuesta abrir los ojos. Siento un fuerte dolor en la sien derecha de la cabeza. Alzo mi mano para tocármelo, o al menos lo intento, porque cuando abro finalmente los ojos, veo que estoy atada a la cama y no de la manera en la que quizás, me hubiera gustado estar atada. Mis muñecas estaban atada en la cama y con esposas, nada más y nada menos.
Miro a mi alrededor y enseguida noto donde estoy. Es mi cuarto, el antiguo. El único lugar que no ha cambiado de la casa. ¿Qué demonios había pasado? Lo último que recordaba es que Paige me había estado apuntando con el arma y... Dios. Me había secuestrado, literalmente. ¿Qué demonios significaba todo aquello?
-Buenos días- Paige entra por la puerta.
-¿Qué demonios estás haciendo?
-No me das lo que quiero, asique... de alguna manera tendríamos que hacerlo.
-Estás enferma- le insulto, pero como si con ella no fuera la cosa con ella.
-Enferma o no.... Dije que terminaría con Alison y así lo voy a hacer.
-Alison terminará contigo antes de lo que crees
-¿AH? ¿Sí?- se ríe literalmente en mi cara- Pues tendrá que ser rápido porque acabo de invitarla a casa si quiere volver a verte viva.- intento deshacerme de los amarres, no podía dejarla- Voy a terminar con ella...y lo voy a hacer esta noche.
El corazón se me para en aquel momento.
Paige lo dice en serio, señala su arma, Paige va a matar a Alison aquella misma noche si yo no hacía nada por impedirlo.
-Hija de puta...
Paige ríe con fuerza, como una auténtica maniática. No dice nada después. Se queda mirando, de nuevo camina directamente hacia mí. Me preparo para lo que sea que pase. Lo único que viene, es otro golpe que me vuelve a dejar sin consciencia.
La siguiente vez que me vuelvo a levantar, todo está a oscuras y la poca luz que hay, es la que entra por debajo de la puerta.
-Sabías que no podías jodernos...- era la voz de Paige.
-¿Dónde está?- y Alison.
Intento gritar, pero es para nada. Mi boca está sellada con cinta adhesiva y a penas puedo hablar. Necesitaba salir de allí, rápido. Pero... ¿cómo? Eran esposas y solo Paige tendría las llaves de estas.
Aunque...
Era una idea disparatada, pero ¿podría valer?
Alison me había estado explicando sobre los trucos de las esposas, como siempre suelen tener un punto débil que hace que se abrieran. Un movimiento de manos que habíamos ensayado las largas noches que pasaba cuidando de ella. Quizás, pudiera ayudarme en aquel momento.
Alzo mi cabeza hasta mi mano, donde saco el gancho que llevo del pelo. Me siento como MacGiver en el aquel momento. Solo espero que como este, las cosas me salgan bien. Escucho a las dos fuera, Alison pelea con Paige mientras que esta pide los papeles y las cosas del pen. Tengo que darme prisa antes de que Paige pierda los papeles y haga lo que no debe de hacer.
-Dame el puto pen-drive si no quieres morir. Elliot ya te envió una vez a la muerte, pero falló. Yo no fallaré.- mierda.
Las palabras de Paige vuelan en mi cabeza una y otra vez. Tengo que darme prisa, pero el deshacerme de las esposas con una sola mano, es más difícil de lo que ya sabía que podría ser.
Sin embargo, ocurre. Las esposas se abren y antes de hacer nada más, hago posible que vuelva a hablar y grito con todas mis fuerzas.
-Alison, corre.
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Ms. DiLaurentis - Emison Fanfic (Completa)
Hayran KurguEsto no es otro 50 Sombras. Quiero decir que... bueno, la historia si comienza igual, pero... Joder, ¿para qué mentir? Mi nombre es Emily Fields y después de diez años sin vernos, vuelvo a encontrarme con Alison DiLaurentis, la chica que me había he...