CAPÍTULO 29:
-Gente como yo. - repito sus palabras riéndome- Una mujer triunfadora, con empresa número uno, que factura millones y millones con beneficios ascendentes cada año. Una mujer hecha y orgullosa de haber conseguido todo eso sola. Increíble.
-¿Te hace gracia a caso?- pregunta de malas maneras- No te atrevas a reírte.
-¿No puedo reírme? Me está acusando de ser maricona y... ¿no puedo reírme con el hecho?- el gesto del señor Torres es cada vez más y más duro.
-Solo me estoy remitiendo a lo que he visto en las revistas.
-Revistas que venderían su alma por ventas- le recuerdo, aunque la historia sea cien por cien cierta- ¿Realmente va a creer a una simple revista de cotilleos más que en la persona que quiere su hijo?
-No te pongas así.
Ahora si que me tengo que reír porque el gesto, la manera en la que me lo dice, es para reírse un buen rato. Realmente no nos habíamos conocido hasta aquel momento y solo sabía lo que su hijo le había contado sobre mí.
Asique, que no hablara sin saber.
-Señor sí que me pongo así. Usted me enseña alguna portada de una revista de cotilleos y me acusa de ser maricona, sin ni siquiera conocerme- pongo los puntos muy claros, para que me entienda- Usted no me conoce, asique, no puede hablar de mí de ninguna manera.- me río- ¿Sabe? Me divierte por el hecho de usted, un marine de su reputación, se deje guiar por cosas así- el señor Torres se queda callado, no responde- Adoro a su hijo y en este momento, es lo que más me importa en la vida.
Y tenía razón. Joaco había sido un regalo del cielo después de que Emily me dijera aquello. Me había ayudado a superar las cosas y me había hecho un gran favor. Era lo único que me importaba y como me importaba, iba a hacer todo lo posible porque saliera del control de alguien tan controlador e idiota como su padre.
-Bueno, pues no es lo que dice la revista, ya que reporta que ustedes dos, se vieron durante casi medio año.- me dice- La misma chica con la que usted estuvo hablando el día anterior.
En aquello me había pillado, pero que no creyera que había ganado la guerra.
-Una revista, que tiene un año... ya... Cosas muy creíbles. Emily Fields es sobre todo, amiga mía. La conozco desde que tengo uso de razón. ¿Ahora no puedo tener amigas de la infancia a caso?
-Claro que usted puede tener amigas.- ¿entonces, por qué tanto meterse?- Solamente no quiero que alguna extraña joda la vida de mi hijo.
Me río, porque la ironía en sus palabras eran grandes.
-Bueno, extraña seré para usted- recalco- Para su hijo no. Amo a Joaquín con toda mi alma, para que usted lo sepa.
-Entonces, ¿por qué dice esta revista eso?
-Una mujer... en un mundo de hombres. Créame que las cosas no han cambiado tanto desde años atrás- notaba la tensión cada vez aumentar más y más.
-Está bien- dice finalmente- Todo eso tiene lógica, pero aún así... no me ha respondido aún a mi pregunta.- me quedo callada- Es tan simple como decir si es maricona o no lo es. Asique, te la repito... ¿es usted maricona, una marimacho, o no?
Respiro profundamente, lo miro cuando noto por el rabillo del ojo que Joaquín se nos acerca. Es hora de terminar la charla y, de parte mía, el desayuno o lo que fuera aquello porque ya no tengo hambre.
-No- digo seria- No lo soy. Pero si querer a su hijo con toda mi alma y solo querer el bien para él... bueno... sí. Soy la mayor maricona, marimacho, bollera... como le quiera decir, que usted a conocido.
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Ms. DiLaurentis - Emison Fanfic (Completa)
FanfictionEsto no es otro 50 Sombras. Quiero decir que... bueno, la historia si comienza igual, pero... Joder, ¿para qué mentir? Mi nombre es Emily Fields y después de diez años sin vernos, vuelvo a encontrarme con Alison DiLaurentis, la chica que me había he...