Capítulo 26: Juntas

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CAPÍTULO 26:

Cuando llego a casa de nuevo, tengo un hambre terrible y viendo que Joaco aun no se a levantado, me encargo de preparar aquella mañana yo las tortitas con pepitas de chocolate, huevos revueltos, beicon, un poco de café y zumo y, en general, un desayuno de campeones para un resacoso y una chica que no se aclaraba con su vida.

Termino cerca las doce y media de la mañana, aunque a tiempo para que Joaco se levante. Baja semidesnudo, en calzoncillos. Su pelo está super alborotado y tiene una cara peor de la que se levantó antes.

-Buenos días- le saludo riéndome.

-¿Vomitaré antes con la resaca o si me como todo esto?- bromea cuando se acerca para darme los buenos días- ¿No tienes resaca, cariño?- me besa en la mejilla y de paso, me roba un trozo de tortita que me he servido.

-Fuiste tú el que se bebió botella y media con Spencer, ¿recuerdas?

-Sabes que no ríe- se sienta a mi lado y en cinco segundos, tiene su plato lleno- Esto tiene una pinta increíble. Sabes cocinar, DiLaurentis.

-Lo poco que me dejaron mis padres- respondo encogiéndome de hombros- Quería que cogieras fuerza, aunque mirando la hora, creo que solo quería que nos llenáramos para así desayunar y almorzar de paso.

-Bueno, eso quiere decir que hemos pasado una buena noche, ¿no?

Siempre sacándole el lado bueno a las cosas. De verdad, quería ser como él en esos aspectos.

-Tienes razón- le digo, volviendo al tema que había sacado- ¿Y cuando dijiste para ir a la playa?

-A eso de las cuatro- responde sirviéndose un poco más de beicon- Asique, saca tu mejor conjunto que nos vamos a ponernos morenito.

-Odio que seas tan positivo.

-Yo también te quiero.

Nos vamos a la playa central de Hawaii, a un bar cercano donde tomamos uno de los reservados que ya ha tomado Hanna por su parte. Es gigantesco y tiene pinta de caro. Alrededor del bar, hay una serie de los reservados hechos de madera y con telas blancas que adornan cada uno de ellos. ¿Qué mejor que algo totalmente eurocéntrico para un país totalmente nativo?

El caso es que cuando llegamos, Hanna ya está allí, aunque es literalmente la única que está allí porque no hay ni rastro de las demás.

-Menos mal, otro ser humano.- Hanna nos recibe.

Lleva un vestido muy veraniego y debajo de este, está el bikini.

-¿Y las chicas?- le pregunto cuando llego.

-Spencer levantando a Aria... o al revés. Al parecer, las dos cogieron una buena anoche- Hanna saca las botellas de champagne y empieza a repartir- Espero que no os importe, un amigo me debe una y en vez de gastarla sola o quien no debo...

-Si es invite, mejor que mejor- Joaco se adelanta- Salud.

-Salud- Hanna alza las copa, entregándome a mí otra- Emily está en el agua- dice buscándola con la mirada- Mira, allí viene.

Y maldita sea la hora que me giro y la veo venir.

Casi había olvidado la super modelo que era Emily. Con el cuerpo empapado por el agua, no puedo evitar quedarme mirándola. Cada centímetro de su piel me deja sin palabras y la copa de champán no es suficiente para quitarme la sed que me entra.

Opto por servirme otra mientras que Emily se acerca e intento tranquilizarme. Esta toma el pareo que hay sobre el asiento y se coloca una especie de vestido con él.

Ms. DiLaurentis - Emison Fanfic (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora