La casa de William era como él. Elegante, sencilla, amorosa y olía divinamente. Una mezcla entre madera, ciprés y rosa que me llenaba de calma cada vez que respiraba.
Habíamos venido desde el hotel a primera hora de la mañana y ahora nos encontrábamos desayunando en su cocina.
-¿Qué es lo que sueles desayunar, Eleanor?. Te puedo preparar lo que quieras.
-¿Sabes cocinar?.
-Aprendí de la mejor cocinera del mundo. Mi madre Adéle. Aunque sobra decir que nunca podré cocinar tan bien como ella. Me saca varios años de ventaja.
-Una infusión estará bien.
-¿Sólo eso?.
-No es por el rollo de ser modelo, ¿sabes?. Es una costumbre que mi abuela me dejó y lleva cien años teniendo una salud de hierro. Así que la opción "es malo para la salud o da anemia " tampoco es válida.
-Que sea una infusión entonces.
Él por su parte, se tomó uno de esos desayunos ingleses con huevos fritos y bacon que obstruian las arterias de tan sólo verlos. Se dió cuenta porque no tardó en excusarse.
-No es algo que suela desayunar todos los días. Sólo cuando no trabajo y tengo tiempo de prepararlo. ¿Podrías dejar de mirarlo como si fuese veneno?.
-Es veneno-le dije-. ¿No trabajarás hoy entonces?.
-No. No sería buen anfitrion si te dejara sola en casa todo el día. Podrías robar cualquier cosa
-¡Cómo te atreves!.
¿Me estaba llamando ladrona?. Empezó a reírse como si fuese la primera vez que lo hacía en su vida.
-Eres un encanto, Eleanor-me dijo sin parar de reírse-. Tan sólo era una broma, cielo.
-Idiota.
-¿Dónde prefieres descansar, Eleanor? ¿ En la cama o en el sofá.
-Donde menos pertenencias tuyas tenga a mi lado.
Le recriminé pero a él pareció hacerle toda la gracia del mundo. Aún riéndose me cogió en cuello, me depositó en el sofá y me tapó con una manta.
-Tienes la tele aquí. He de ir a mi despacho a terminar unos proyectos. Si me necesitas, tan sólo da una voz y vendré en tu ayuda.
-Hombre insufrible....
-Eres una chica encantadora, Eleanor. Soy muy afortunado de tenerte.
Comentó con guasa y se fue riéndose.
Todo apuntaba a qué la vida con William iba a ser "maravillosa" pero yo misma me había metido en este jaleo así que quejarse no era válido.
Al principio discutir con William era parte de mi vida cotidiana pero con el transcurso de los días, fuí acostumbrándome a su compañía y aunque sus bromas seguían sin hacerme gracia, podíamos llegar a mantener una conversación larga sin discutir. Él, aunque me costase admitirlo, era un excelente anfitrión que siempre estaba dispuesto a darme todo lo que necesitase.
Un día me quedé viendo un programa de miedo en la tele y por supuesto, no pude pegar ojo. Veía entes por todos lados atacándome. Me metí debajo de la manta como si fuese un escudo de hierro pero seguía aterrorizada y ya qué decir de apagar la luz de la habitación. Me daba pánico tan sólo pensarlo así que empecé a llorar como una niña pequeña perdida en medio de un parque sin saber a donde ir.
-¿Eleanor?.¿Éstas bien?.
-No-sollocé aún debajo de la manta -. ¿Crees qué existen los extraterrestres qué se comen a la gente?.
-Eleanor, ¿Qué preguntas son esas? ¿Tienes miedo?.
-Mucho. ¿Podrías quedarte conmigo y abrazarme?.
Se quedó en silencio un rato. Seguramente me mandaría a la mierda. Si es que me lo tenía merecido. Era demasiado curiosa y luego las consecuencias eran estas. En lugar de eso, se metió en la cama conmigo y no sólo me abrazó como le pedí sino que también me besó el pelo. Un escalofrío recorrió mi cuerpo de arriba a abajo.
-Duerme, pequeña. Yo me quedaré velando tus sueños.
-¿Will?
-¿Sí?
-Gracias por todo-me giré para verle-. Eres una gran persona.
Él me miró a los ojos y se inclinó para besar mi frente y yo hubiera deseado que me besara los labios.
-Duerme, Eleanor. Estoy contigo.
-No te vayas por favor.
-No lo haré, preciosa.
Poco a poco me quedé dormida sintiendo las caricias de William en mi pelo y sabiendo que aunque me negara, aquel hombre que tantos enfados me había provocado, se estaba ganando ahora un hueco en mi corazón. Lo peor es que sabía que yo nunca estaría dentro del suyo porque ya había otra que se había ganado hacía tiempo aquel privilegio. ¿Qué iba a hacer? El amor nunca me había sonreído.
Deberías saberlo ya, Eleanor.
**William**
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Tan Sólo Hazme Olvidar(COMPLETA)
Romance💕💕ATENCIÓN. SE RECOMIENDA LEER ANTES "TU SARAI SEMPRE LA MÍA VITA" de lo contrario os podréis encontrar con Spoilers💕💕 William es un empresario londinense con un alma más pura que los mismos ángeles. Paciente, calmado y sonriente, ama la vida y...