Capítulo 15. El Olvido

2.6K 262 12
                                    

Si algo tenía claro es que no iba a volver a hablar con William. Ahora mi vida era de Alistair y de mi futuro hijo y aunque fuese consciente de que los quería a ambos, mi niño debía crecer junto a su verdadero padre.

No era una decisión sacrificada ni mucho menos. Simplemente era algo que por largo tiempo había meditado y valorado. El primer mes de embarazo me lo había pasado en cama por recomendación médica y era prácticamente imposible evitar pensar.

Por mi estabilidad mental,William estaba prohibido y tras haber pensado largo y tendido, Alistair era lo mejor para mí. Con él las discusiones eran diferentes. Sabía tratarme y nunca había una palabra más alta que la otra. Él era mi estabilidad,mi tranquilidad, el hombre que me haría madre. Con quién pasaría el resto de mis días.

Justo después de terminar mi mes de reposo, los padres de mi novio, vinieron a visitarnos. Nos habíamos mudado a una casita un poco más grande justo en el mismo vecindario para poder darle al bebé un cuarto decente sin tener que renunciar Alistair a su oficina ni yo a mi cuarto de trabajo.

-Es muy bonita la casa, hijo.

Escuché como su madre le comentaba mientras yo comenzaba a bajar las escaleras.

-Aunque aquí hay un toque femenino. No te veo tan delicado para la decoración.

-Así es señora-le dije cuando llegué al salón donde se encontraban-. Su hijo tiene un magnífico gusto para ciertas cosas pero la decoración no es una de ellas.

-Es más que evidente que tengo un gusto exquisito-Alistair puso los ojos en blanco-. ¿Has visto que mujer tan hermosa tengo a mi lado, madre?.

-Así es-afirmó su madre-. En las fotos eras bonita pero en persona lo eres aún más, Eleanor.

-Y según nuestro hijo, una bellísima persona. ¿Sabes? No ha dejado de hablar de tí desde hace meses-era su padre el que hablaba o eso supuse porque tenía sus mismos ojos-.

-¿Desde hace meses?.

-Aunque los vea poco, hablo mucho con mis padres-se confesó-. Desde que te ví en Temple Bar por primera vez con tu muleta asesina supe que serías mía-se empezó a reír-.

-No era una muleta asesina, idiota.

L8 miré con el ceño fruncido y se acercó a mí para despeinarme y darme un beso en la mejilla.

-¿Les apetece cenar ya?. Sigo diciendo que su hijo tiene nefasto gusto estético pero la comida la borda.

-Coincido contigo, cielo-me dijo su padre-. Así que resuelto el hecho de que mi hijo no podría trabajar como decorador pero sí como cocinero, lo mejor es que nos comamos lo que ha preparado.

-Siempre pensando en comer, John.

Mi futura suegra le reprendió aunque debía de tener razón porque era el típico irlandes rechonchito y bonachón.

-Tenemos aquí a dos jóvenes prodigios de la cocina, Margot-se defendió-. Uno sabe cocinar como los ángeles y otra es una virtuosa de la repostería o eso me han dicho mis informadores-le guiñó un ojo a Alistair-. ¿Tienes vino, Eleanor?.

-Por supuesto que sí. En mi casa siempre hay el mejor vino español,francés e italiano.

-¿Ves, querida?. No cenar sería contraproducente para nuestra salud.

-Eleanor, esto es lo que te espera cuando lleves casada años con mi hijo. Yo que tú me pensaría muy bien lo del matrimonio.

¿Matrimonio? Desde mi última experiencia como prometida, la idea me daba miedo. Supongo que era una paranoia mía pero le había cogido respeto.

Tan Sólo Hazme Olvidar(COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora