El viaje por Toscana con mi marido fue absolutamente perfecto. Su constante preocupación por mí, sus detalles, la forma de tratarme como si fuera lo más valioso del mundo, su pasión al hacerme el amor....
Él no era una persona de detalles físicos pero en aquellos que no se palpaban y quedaban en tu memoria por la eternidad, era especialista.
Como Alistair aventuró, me quedé embarazada en aquel viaje y la pequeña Keira, vino a llenar nuestras vidas de hiperactividad y travesuras. Todo lo contrario a su hermano que seguía tan tranquilo como siempre.
Me costaba creer que habían pasado ya dos años desde aquel viaje en el que descubrimos una hacienda perfecta para montar un restaurante. Ricardo era mi socio ahora y la verdad es que no nos iba nada mal. ¿Quién iba a decir que Ricardo iba a convertirse en hostelero? Nadie excepto yo que fuí capaz de convencerle. Evidentemente, él no cocinaba pero se preocupaba por el restaurante y salía todos los días a seleccionar los productos más frescos que se deshacían en los paladares de sus clientes.
Si alguien se pregunta qué fué de William, he de decir que no volví a verlo desde aquel día en Florencia. Supe por Alice que salía con una chica de nombre Nicole y que esperaban una niña. Me alegré por él,¿cómo no hacerlo? No se podía decir que William tuviese suerte en el amor y, que fuera a ser padre, me hacía ilusión. Se lo merecía.
-Tu hija se niega a que la vista, Eleanor.
Era Alistair que venía con el vestido de Keira en la mano sacándome de mis pensamientos. Miré a mi hija que estaba de brazos cruzados con gesto enfadado.
-Quizás Keira lo que quiera es ponerse el vestido rosa de volantes que tanto le gusta.
Me agaché en frente de ella y mi hija sonrió emocionada. Las niñas de hoy en día parecían hooligans del rosa.
-Cielo, ¿puedes acercármelo?-le pregunté a Alistair-estoy demasiado gorda para moverme.
Sí, otro niño venía en camino y estaba a punto de dar a luz.
-Tú siempre estás bonita, mamá. Nuestro hermanito Connor-¿a alguien le sorprende qué tenga un nombre irlandés?-vendrá pronto y ya podrás caminar bien.
Lo mire con ternura. Para su edad, era un niño muy maduro y siempre iba dándonos ánimos y consejos a su padre y a mí. Finalmente, le pusimos el vestidito a Keira. Hoy se inauguraba la cafetería del hotelito.
Había pasado mucho tiempo dándole vueltas al asunto pero, tras hacerse los desayunos del hotel famosos en todo Dublín, decidí abrirla para que todo el que quisiera pudiera comer allí nuestra repostería.
-Estoy orgulloso de tí, preciosa Eleanor. Todo lo que construyes, lo haces con amor y cariño y eso me hace más feliz aún si cabe.
-Tampoco es para tanto, Alistair-lo sonreí mientras cogía su mano-.
-¿Ah no?. Mi esposa triunfa en todo lo que se propone y puedo estar orgulloso de que, después de dos partos, todo el mundo se gira para mirar la belleza que llevo cogida de la mano. Eres lo más perfecto de la Tierra.
-Tú tampoco estás nada mal-lo miré a los ojos-. ¿Acaso crees qué yo no me doy cuenta qué todas las jovencitas se giran para mirar a el perfecto culo de mi marido?-el se empezó a reír a carcajada limpia-.
El nuevo salón del hotel, fue todo un éxito y después de cinco meses, era conocido en todo Dublín. El famoso café Jameson servía los mejores pasteles de la ciudad. Un día que me había quedado a terminar el turno en el bar con la intención de darle a mis trabajadores unas horas de relax para disfrutar el sábado, una voz me sacó de mis quehaceres.
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Tan Sólo Hazme Olvidar(COMPLETA)
Romance💕💕ATENCIÓN. SE RECOMIENDA LEER ANTES "TU SARAI SEMPRE LA MÍA VITA" de lo contrario os podréis encontrar con Spoilers💕💕 William es un empresario londinense con un alma más pura que los mismos ángeles. Paciente, calmado y sonriente, ama la vida y...