Capítulo 13.
¿Qué está pasando?
Luego de aquella extraña acción por parte de un —para opinión de ella— extraño Tom Riddle, bajó las escaleras con lentitud con escasas ganas de volver a retomar la cena. Su apetito había disminuido considerablemente y sentía que vomitaria lo poco que había conseguido ingerir durante la noche. Para su suerte, al llegar al comedor, su familia hablaba sobre diversos temas en dónde ninguno de ellos era sobre el joven Riddle, cosa que agradeció mentalmente.
Se sentó y miro a través de la ventana, nieve comenzaba a caer, tiñiendo de blanco la acera. Contó innumerables veces los gatos que pasaban por la acera, y es que a pesar del frío, seguían apareciendo en cantidad. Para cuándo la hora del postre llegó, su prima se había quedado dormida sobre la mesa y, como buena prima, Arlette se ofreció a llevarla para ya de paso quedarse en su habitación.
Con algo de dificultad, agarró a la niña en brazos y subió dando pequeños tambaleos de vez en cuando, llegó sana y salva de milagro a la habitación de invitados en dónde dejó a su prima. Su habitación quedaba al otro lado del pasillo por lo que debía caminar quisiera o no.
Cayó de lleno a la cama en cuanto pisó su habitación, tiró los zapatos haciendo bastante ruido y se desprendió de la ropa quedando solamente con la ropa interior. Se tapó con las mantas dejando solamente su cabeza al descubierto, sus ojos estaban centrados en el techo; si le hubieran dicho antes de volver a casa que sería Tom Riddle el que estuviera pasando las fiestas con ella y, que a su vez, sentiría algo de empatía por el contrario, se hubiera reído y muy probablemente tirado desde algún precipicio. El leve contacto que habían tenido la había dejado muy confusa, nunca pensó en tener ninguna especie de contacto con él, sin contar peleas e insultos anteriores a las que ambos estaban acostumbrados.
Arlette de alguna forma no se sentía incómoda ante ese toque, pero eso no quitaba la sensación extraña que sentía en ella. Extrañeza por el simple hecho de que nadie nunca sabía lo que podía pasar por la mente del joven Tom Riddle y eso a la pelirroja la inquietó bastante. Sabía que debía enviarle una carta a Francesca con urgencia, aunque sabiendo la crisis existencial que iba a sufrir en cuanto la leyera, la echaba para atrás. Dudó en si levantarse a por un papel y su pluma, los cuales se encontraban encima del escritorio; la pereza la inundó de sobremanera pero sabía que no podría dormir hasta que no escribiera y enviara la dichosa carta.
Se levantó a regañadientes, sintiendo el frío suelo a cada paso que daba. Agarró todo lo necesario antes de volver a su cama y comenzar a escribir la carta para su amiga.
Dos días después...
Una pelinegra corría en dirección al pozo en dónde su primo acababa de caer, su pelo ondeaba debido al fuerte viento que había comenzado haría unas cuantas horas.
— ¡Tía Demetria! ¡Leo se ha vuelto a caer al pozo!
Su tia, una rubia mujer que rondaba los cuarenta, salió de la casa corriendo con su varita en mano. Rodó los ojos al ver a su hijo en el pozo, era la quinta vez que pasaba en los pocos días que llevaban ahí.
— ¡Leonardo! —chilló molesta— Te juro que la próxima vez que te caigas te dejo ahí para que te ahogues.
Francesca rió ante la cara de su tía, más la risa desapareció en cuanto vio la lechuza de Arlette aparecer por el Este. Corrió hacia su habitación, asegurándose de llevar algo para la pobre lechuza. Abrió la ventana con demasiado entusiasmo para dejar entrar al animal, este le dejó la carta y se posó en el marco de la ventana. Kuriel dejó la comida a su lado, mirando la carta con curiosidad. No dudó ni un segundo en abrirla.
Querida Francesca:
Sé que es raro que justamente yo te escriba y más en estas fechas cuando nunca lo hago. No te alarmes, no es nada malo. Creo.
Tom Riddle.
Francesca abrió los ojos.
Riddle es quién está alojándose en mi casa durante las vacaciones.
La joven Kuriel releía una y otra vez aquella frase, le tomó varios minutos poder seguir leyendo la carta que su amiga le había escrito. Cuando terminó de leerla se sentía algo abrumada y asustada, asustada por su amiga.
¿Qué estaba pasando?
O mejor dicho, ¿qué pasaba con Tom Riddle?
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Blood Queen ━ Tom Riddle
FanfictionBQ | Arlette De la Fontaine no se caracterizaba por ser cariñosa o divertida. Sin embargo, poseía un carisma bastante atractivo para la mayoría de las personas. Carecía de filtro en sus palabras, no sentía pudor alguno cuando realizaba algun acto y...