¿Siempre Un Nosotras? ~ CACHÉ |Terminada|

15.

           

NARRA POCHÉ

-Ya lo verás, por el momento, solo siéntate a cenar conmigo-Dijo tomándome de la mano para llevarme hasta la mesa.

-¿Qué es eso?-Pregunté viendo como tomaba la caja con tal delicadeza.

-Algo que te va a encantar, ¿Quieres ver ya qué es?

-Cuando tú quieras.

-Mejor ya, después se muere y no tendría gracia-Dijo riendo, pero yo en cambio me asusté.

-CALLE-Grité en forma de regaño, uno no conoce los límites de Daniela-No me vayas a joder.

-Ay fastidiosa, enserio te va a gustar, pero tápate los ojos-Dijo poniendo una venda para que no viera-Ábrela-Continuó hablando mientras la depositaba en mis manos.

Con sumo cuidado la abrí, y esto me bastó para sentir como una lengua se pasaba por mi rostro.

-Daniela, ya deja de lamer mi cara, ya me la tendré que ir a lavar.

-Ya quisieras que fuera yo-Respondió sacando la venda de mis ojos, y me encontré con una cosita hermosa.

Era un pug demasiado pequeño, Calle sabía cuánto quería uno de estos, rápidamente lo tomé entre mis brazos deshaciéndome de la caja.

-Hola bonito-Dije con voz de bebé acariciando su pancita-¿Quién es el nuevo hijo de mamá?-Pronuncié de igual manera, y Calle me veía con una sonrisa estúpida-¿Cómo se llama?-Me dirigí esta vez a ella.

-¿Cómo quieres que se llame?-Me preguntó situándose detrás de mí, abrazándome por la cintura y asomando su cabeza por encima de mi hombro.

-Mm déjame pensarlo-Dije y después de varios segundos, ya lo tenía-¿Qué te parece Ramón?

-Me gusta-Dijo y rodé los ojos.

-Cual que te gusta, te encanta, me encanta-Dije y ella se limitó a reír-Hola pequeño Ramón, bebé hermoso-Volví a centrar mi atención en el cachorro, que ya me tenía enamorada.

-Sabes que todo lo que haces, decidas, o sea lo que sea que venga de ti, me encanta-Respondió para plantar un beso en mi mejilla-Pero vamos a comer antes de se enfríe.

Ella se sentó frente a mí, y yo aún tenía a Ramón en mi regazo, ¿No les parece que ese nombre le queda hermoso? Alv, tampoco me importa, porque a mí, me encanta. Hablábamos de cualquier cosa mientras comíamos, pero Calle ya se estaba enojando conmigo porque también le daba de comer a mi gordito hermoso.

-Ya lo vas a malacostumbrar-Dijo con mala cara-Apenas lo tienes hace unos minutos y ya lo tratas como al amor de tu vida-Dijo haciendo pucheros, ¿Se había puesto celosa por nuestro nuevo hijo? Daniela si está es llevada del putas.

-Ay fastidiosa-Dije imitando su voz-Si quieres ven y siéntate también en mi regazo y también te doy de comer-Dije palpando mis piernas, y así lo hizo, me sentía como una mamá dándole de comer a sus dos bebés.

Luego de que termináramos la cena, recogimos los trastes y me puse a jugar con Ramonchis, y la sonrisa no se borraba del rostro de Calle, y eso me encantaba.

-¿Ahora sí podemos hablar?-Preguntó tomándome entre sus brazos, y yo solo asentí-Como veníamos diciendo, sí, tengo que admitir que soy demasiado egoísta, y que no sé controlar mis emociones, tanto que me llevan al punto de confundirlas, vuelvo y digo como por milésima vez, perdón, te amo, de eso no me cabe duda, el día que dije esa weada, fue porque tenía en mente miles de cosas, no estaba donde debería estar, toda yo quería explotar, y simplemente respondí idioteces. Lo único cierto de ese día, es que mi papá ya sabía sobre mi sexualidad-Y antes de que pudiese seguir hablando, tocaron la puerta.