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Volviendo a la realidad...

NARRA CALLE

Cuando aún estábamos viendo películas, ella se quedó dormida entre mis brazos. Amaba verla dormir, o bueno, amaba verla hacer cualquier cosa, porque simplemente es hermosa y perfecta en todo momento. Saber que era mía, me hacía sentir completa, sentía que lo tenía todo, sentía que ella era lo único que le faltaba a mi vida, y su lado de lo único que me arrepiento es de haber hecho tan mal las cosas desde un principio, siempre fui una idiota con ella, para saber que a fin de cuentas, ella sigue aquí conmigo.

Yo aún seguía despierta para cuando sentí como el cuerpo de Poché sudaba frío, su respiración estaba demasiado alterada, y las lágrimas a montones corrían por sus mejillas. Ya han sido varias las veces que he visto que eso sucede mientras duerme, y aún no sé que hacer, siempre que se despierta reacciona y se pone mal, como si no tuviese control sobre sí misma. Y me siento impotente frente a ello, quisiera poder hacer más de la nada que hago.

Seguía sin saber que hacer, así que la abracé, esa era mi respuesta a todo, y mientras la apretaba fuertemente, intentaba despertarla, cosa que me costó demasiados minutos, al principio no reaccionaba, cada vez se ponía peor, pensé que le iba a dar un ataque o algo parecido. La pegué lo que más pude a mi cuerpo esperando a que se tranquilizara así fuese en lo más mínimo, y no lo estaba consiguiendo para nada, y me empezaba a desesperar yo también, osea, es que nunca la había visto hasta tal punto, o que fuese tan difícil despertarla.

Lo primero que hizo al despertarse, fue seguir llorando, y ni siquiera entendía que le pasaba, ella puede estar bien un momento, y al siguiente estar hecha mierda. Se sentó en la cama, escondió su cabeza entre las piernas y con sus brazos abrazó las mismas. Segundos después sus manos pasaron a situarse en la parte superior de su espalda, la cual empezó a arañar desesperadamente. Ansiedad, lo que más faltaba en este momento, las quité como pude, debido a que estaba haciendo demasiada resistencia, como si esa fuese la única forma de calmarse y no perder el poco control que le quedaba, bueno, si es que aún existe.

- No puedo simplemente irme y dejarte aquí – Dijo rompiendo el silencio en el que habíamos estado tanto rato, el cual fue demasiado incómodo para mí.

- ¿No que debes hacerlo?

- Si, pero no quiero irme sin ti Daniela, ¿Entiendes? Nos ha sido tan difícil el lograr estar juntas, que tengo demasiado miedo de perderte, de que no soportemos la distancia, o que no la rompamos otra vez, no te puedo dejar aquí con una loca obsesiva que está detrás de ti, y que en cualquier momento te arrastrá lejos de mí.

- ¿Desconfías de mí? – Pregunté, porque eso es lo que ella me había dado a entender.

- No de ti, pero si de ella. ¿Eres consciente de todas las veces que he sufrido por culpa de esa idiota? ¿Sabes cuántas veces me sentí mal e inferior a su lado? Pensando que sería la segunda vez que me arrebataría a la persona más importante de mí. Primero se llevó a mi mejor amigo, que hizo que me sintiera sola por demasiado tiempo, y luego saber que a mi novia le gustaba, ¿Cómo crees que me sentí? Siempre tenía un nudo en mi garganta, mi mente vuelta mierda, y bueno, creo que mis brazos estaban igual, ¿Y eso ayudaba? Ese es el maldito miedo a perderte, miedo a que mi vida vuelva a ser la misma porquería que era antes de conocerte.

- Entonces déjame ir contigo, si eso es lo que tanto te preocupa, porque por más que te vayas sola, no te volvería a lastimar, ya te he dicho tantas veces que me arrepiento de eso, pero al parecer es muy difícil que vuelvas a confíar en mí.

- Si yo te lastimara tantas veces, ¿Tú me habrías perdonado como yo lo he hecho contigo? – No respondí, pues ella también sabía que yo nunca le hubiese perdonado nada de lo que yo he hecho – Si ves, es más, no me hubieses perdonado ni siquiera una, ¿Qué más muestra de confianza quieres? Porque creer en ti ya es demasiado.

- Ya te dije que perdón, no es para que siempre me lo eches en cara.

- Solo quiero que te des cuenta del por qué de las cosas. ¿Sabes? No iré, no me importa para qué me necesitan, pero no me voy a ir, necesito estar contigo, y tú eres mi prioridad, tampoco quiero ir, mucho menos para recordar la vida que llevaba antes de venir hasta aquí.

- ¿No crees que deberías ver a tu familia?

- No quiero, mamá era mi único vínculo con ellxs, ahora que no está, no tengo nada que hacer en esa casa.

- Pero si ellxs son tu papá y tu hermana, ¿Cómo eres capaz de decir eso?

- Porque familia no se le llama a cualquiera, ¿Quién estuvo ahí cuándo todo estaba mal? ¿Quién estuvo allí para mí cuando mamá se fue? ¿Quién estuvo allí cuando dudaba de mi sexualidad y me sentía confundida? ¿Quién estuvo allí cuando estaba perdida? Y hay miles de preguntas y dudas es las cuáles puedo seguir questionándome sobre dónde estuvieron ellxs, y la respuesta es muy simple, no estuvieron, estuvieron mis amigxs y tú. ¿Ves esa diferencia? Ustedes son mi familia, ellxs dejaron de serlo hace demasiado tiempo.

- ¿Qué soñabas? – Pregunté al no saber que responder frente a ello, en primer lugar que ella había dicho que yo era su "Familia" y yo no esperaba que me diera tal lugar, hasta no sé, tal vez hasta que fuera mi esposa y tuviésemos hijos aparte de Ramón.

- Olvida eso, no quiero seguir con este tema, mejor vuélveme a abrazar, abrázame como nunca antes lo has hecho, como si no quisiese que me fuera algún día – Obedecí a sus palabras y la acomodé en mi pecho mientras que con mis brazos rodeban su cintura.

- ¿En definitiva no irás?

- No, y no vuelvas a preguntar por ello.

Y sin decir más, volvió a quedarse dormida. A veces llego a pensar que esta mujer está un tanto loca.


☾@SOMEONE1912☽

¿Siempre Un Nosotras? ~ CACHÉ |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora