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Segunda parte del os de Rayan.
El tiempo había pasado y Rayan y yo comenzamos a fortalecer la especie de amistad que teníamos. Desde que comencé a ir a su casa llegué a conocer más sobre él, cosas que jamás me imaginé que le gustaran o hacía. Era una caja de sopresas.
Y bueno... admito que mis sentimientos por él siguieron creciendo pero siempre que estamos cerca hago un esfuerzo sobrehumano para dejarlos de lado; creanme, es díficil. Igualmente, no vale la pena, como siempre soy una más del montón para él.
Ahora mismo estábamos en su clase pero, últimamanete, está raro. Cuando lo miro y sonrío desvía su mirada, o cuando le hablo a penas me dice cuatro cosas ¿será que me ignora?. O serán ideas mías.
-Entonces eso es todo, ya vayanse.- el profesor Zaidi prácticamente nos echó de la clase pero sé que yo debía esperarlo.
Antes de atravesar la puerta le sonreí. Al salir, di la vuelta a toda la universidad y esperé frente a su auto. Y no, no era la primera vez que haciamos esto.
Luego de unos minutos de espera Rayan apareció y me invitó a que entrara.
-¿Désde cuándo "repasar las clases" y "estudiar" se convirtió en ver películas?
-¿Qué? Al menos no soy un profesor tan aburrido.- reí.- ¿Te incómoda?
-¿El qué?
-Ir a mi casa y pasar tiempo conmigo... y después al día siguiente actuar como si eso no pasara.
-Rayan ya hablamos de esto.- odiaba que sacara el tema, hasta recuerdo una vez que llegamos a casi discutir por ello.- Más bien el incómodo pareces tú.
En ese momento sólo miró al frente y susurro algo que no logré escuchar, bueno... sólo un poco pero ¡no sé! Dijo algo como... "¿si tú supieras...?" Eso creo, o tal vez estaré loca.
Llegamos a su apartamento y esperé a que se cambiara. Me quedé pensando en lo que escuché o mejor dicho, lo que creí escuchar, ¿qué es lo que se supone que debo saber?
-¿Quieres comer algo?
¿Y significará algo? Puede que... no. Seguramente le debo incomodar, seguramente ni debería estar aquí.
-¿Sucrette?
Pues claro, siempre que le hablo se pone nervioso cuando estamos en la uni o incluso fuera se pone nervioso y parece que tiene ganas de huir. ¿En qué momento pensé que todo esto sería buena idea? Soy una idiota.
-¿Su estás...?
-Debo irme.- me levanté y agarré mi bolso acercándome a la puerta.
-¿Qué? ¿Por qué?- me di la vuelta para verle, debía decirle lo que ocurría, lo que me ocurre a mí. Siempre me dijo que sea sincera sobre todo con él.
Pues aquí está tu sinceridad, Zaidi.
-¿Te incómoda estar conmigo? ¿O te molesta mi precencia? Porque necesito saber por qué carajos te pones así de nervioso cuando estamos solos o en clases.
Bien, su expresión me daban ganas de reir y sacarle una foto. Pero no es momento.
-¿Quién dice que me molestas o incomodas? ¡Por Dios Sucrette!
-No me lo dijo nadie pero son tus acciones que hacen que sí. S-sé que soy tu alumna, que soy una más del montón, que soy sólo una niña para ti o lo que sea. Pero necesito saber por qué te comportas raro conmigo a veces, no te entiendo.
-¿Realmente quieres saber?- asentí.- ¿Aunque todo se vaya por la borda?
-No tengo todo el día, Rayan.
-Bien.- se acercó a mí con el ceño fruncido -más de lo normal- y comenzó hablar: Primero que nada, no eres una niña para mí y segundo, actuo así por tu culpa, tú me pones así, tú haces que quiera mandar todo a la mismísima... mierda y decirte lo que me pasa contigo pero no puedo. ¿Sabes por qué? Porque no quiero que salgas lastimada, no quiero arrastrarte a un amor que no podrá ser.
No podía reaccionar a todo lo que estaba diciendo. ¿Estoy soñando o qué?
-Si supieras lo díficil que es para mí que seas mi alumna, y que para mí saber que todos esos muchachitos universitarios tienen más posibilidades que yo para estar contigo y saber que a ellos no los juzgaran como a mí por estar contigo me pone mal, me hace enfadar, Sucrette.- hizo una pausa para respirar, su rostro estaba lleno de emociones que no sabría descifrar.- Me gustas, Sucrette, tal vez, estoy enamorado de ti pero no puedo.
Realmente me llevó un buen rato decir algo. No entendía por qué las palabras no salían por mi boca, parecía que estaba muda.
-Si quieres puedes ir...--
-No me importa esos muchachitos univeritarios, no me importa lo que demás digan de ti o de mí, no me importa Rayan, me importas tú.
-Eres nueve años menor que yo.- quise reirme por lo que me dijo.
-¿Y desde cuando la edad es importante? Da igual si eres más viejo que yo y que seas mi profesor. Para mí, eres perfecto.
Realmente tenía ganas de llorar y gritar de la emoción.
-¿Sabes? Podría hacerte un cartel y hacer como Love Actually, sería lo más romántico del mundo.- como siempre, dije cualquier idiotez por los nervios, él comenzó a reír y me tomó de las mejillas.
Creo que mi barriga va a explotar de tantas mariposas.
No dijo nada, su sonrisa no se borró de su rostro. Con su dedo pulgar me acariciaba y yo... bueno, no pude con la tensión y lo besé.
A la mierda todo.
Más de Rayan porque tengo ganas ahre. Estaba pensando hacer unos imaginas con tematica sad, pero no sé ¿qué dicen?. Espero que les guste♡
