12. Castiel

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¿Era posible lo que estaba viendo?

Él...

¿Le terminó sin siquiera decirselo? ¿Por qué?

Castiel, su novio, con quien estuvo mucho tiempo junto a él y quien prácticamente le había enseñado amar. Le terminó sin siquiera avisarle, o hablar sobre ello.
Simplemente le importó muy poco, no le importó ella ni lo que tenían.

Nunca en la vida se había sentido tan mal, despreciada, usada, decepcionada. Era un huracan de emociones negativas dentro de ella que no podía sosportar.
Pero debía levantarse y ser valiente por ella misma y por la criatura que estaba en camino.

Sí, quizá no sea la primera mujer que se embaraza y su novio le da la espalda, pero lo afrontará y lo logrará.

Todo por su pequeña hija.

[...]

4 años después...

-¡Mami!- la pequeña Helena corrió a los brazos de su madre.- No quelo que te vayas hoy.- dijo haciendo puchero.

-Tranquila cariño, sólo será por hoy. Mamá irá a divertirse con los tíos y tú te quedaras con los abuelos.- Helena asintió aún muy poco convencida.

-No me contalas mi cuento favolito.- Nuria rió, le causaba ternura que aún le costará decir algunas palabras.

-Díle a la abuela. Ella es muy buena.- Helena volvio asentir, a pesar de que aceptaba se notaba en sus ojos grises que no quería que su madre se fuera.

Aquellos ojos que se parecían mucho a los de su padre.

-¿Lista?- Rosalya apareció con una sonrisa junto a Alex.

-Lista.- Nuria se despidió de su hija y sus padres y se fue con sus amigos hacia el bar.

Tenían planeado beber unas copas y charlar sobre lo que han hecho en este tiempo que no se han visto.

-Algún deberíamos ir de compras. Podemos conseguirle ropa super linda a Helena, ¿no?- dijo Rosalya sonriendo.- Esa niña tiene muy buen gusto.

-Yo creo que puede que termine siendo cantante, adoro cuando juega y canta al mismo tiempo.- comentó Alexy.

-Es muy parecida a él, ¿verdad?- Nuria agachó la cabeza, sus amigos la miraron apenados.- Siempre me pregunto que hubiera pasado si las cosas no hubieran terminado así.

-Oye, no te hagas la cabeza con eso. Eres la mujer más fuerte que conozco, no caigas ahora.- la alentó el peliazul.

-Tienes razón.

De pronto, las luces del bar se apagaron. Al principio creyeron que la luz se había cortado hasta que el sonido de una guitarra comenzó a sonar, entonces, la gente empezó a volverse loca.
Estaba claro que se trataba de una banda ¿pero de qué o quienes?
Nuria sólo pensaba en que eso de alguna forma le arruinó la noche, sólo quería beber un rato con sus amigos pero con todo ese ruido y la gente euforica no podrá.

La voz del cantante llegó a sus oído, una voz que se le hizo extrañamente familiar, una voz que hacía que su cuerpo vibrara.

Miró a sus amigos, estos se miraban entre sí con preocupación. No entendía porqué.

-Será mejor sacarte de aquí.- Rosa la agarró del brazo, Nuria se safó aún sin comprender.

-¿Pero por qué?

-No tienes que ver esto.- insistió Alex.- Vámonos.

Pero ya era tarde.

Nuria miró hacia el escenario y allí estaba él.
La persona con quien menos pensaba encontrarse en este momento.

Su corazón comenzó a latir de una manera bastante acelerada. Sentía que su respiración se cortaba y que ya no oía nada, sólo tenía su vista fija en él, en Castiel.

Su primero amor y padre de su hija.

-¡Nuria vamos!- exclamó Rosa.

-D-debo hablar con él- susurró, afortunadamente sus amigos la oyeron.

-No, no vale la pena, Nuria.

Castiel, quien aún seguía cantando a todo lo que da, dio una mirada rápida al público como solía hacer. Alguna que otra persona le llamaba la atención pero esta noche no creyó que ella estaría ahí.
La vio entre la multitud, casualmente, mirándolo a él también haciendo que sus ojos se encontrasen después de tanto tiempo.
Por un momento sintió que se olividó de todo, de la letra, de que estaba cantando, de que estaba en un escenario.

Sólo la veía a ella.

[...]

Cuando el concierto acabó Nuria, Alexy y Rosalya ya estaban afuera. Había costado que la sacaran de allí pero lo consiguieron.

-Debo hablar con él y exigirle una explicación.- dijo con un tono serio.

-Pero Nuria, piénsalo...--

-¡No! Ya dejen de decirme que hacer y que no.- en ese momento, un hombre de traje y gafas se acercó a ellos.

-¿Nuria Santorski?

-Soy yo.

-Venga conmigo.- algo confusa obedeció, ¿y si era uno de los de seguiridad de Castiel?

Siguió al hombre por un pasillo hasta llegar donde había instrumentos y cables por allí y por allá. De una puerta salió quien tanto esperaba ver.

-Castiel...

-Nuria...

Ninguno dijo nada, sólo se miraban intentando convenserce así mismos de que eran reales y que estaban allí, frente al otro.

-Después de todos estos años.- habló Castiel.- Te vi entre toda la gente, no iba a perder la oportunidad.

-No sabía que lo habías logrado. Te felicito.- intentó sonreír pero sólo le salió una mueca.

-Te llamé, te envié mensajes Nuria. Jamás contestaste.

-Lo sé.- lo interrumpió.- Pero ¿cómo pretendías que lo hiciera si me terminaste sin siquiera decirmelo?

-Eso es algo que no quiero hablar.- confesó.- Pero, Nuria, no tienes una idea de lo mucho que te extraño y necesito. Realmente fui un verdadero idiota al hacerte eso yo...--

-¡Imbécil! Me dejaste en el momento que más te necesitaba. Me desechaste como basura, te importé una mierda.- exclamó, derramando algunas lágrimas rebeldes.

Castiel se acercó y tomó sus mejillas mirándola con arrepentimiento en sus ojos.

-Merezco cada uno de tus insultos, pequeña, pero te juro que no es así, me importas y mucho. Por favor, quiero una oportunidad.

-¿Una oportunidad?- musitó, mientras sonreía falsamente.- ¿Quieres que te dé una oportunidad sabiendo que, algún día, tendrás que conocerla?

-¿A quién?

-Tu hija, Castiel.- el mencionado abrió los ojos sin creer lo que oía.- Así como escuchas, tienes una hija que creció sin un padre. Una hija que si bien no ha preguntado por papá, temo todos los días que me pregunte por él y no saber que contestarle. ¿Qué le diré?

El pelirrojo tragó saliva. Era díficil de diguerir pero tarde o temprano tendría que saberlo, aunque costara.

-Entonces déjame conocerla. Déjame recuperar el tiempo perdido.- no lo dudó.- No voy a perderte Nuria, no otra vez.

Ella sonrió un poco entre lágrimas. Era muchas emociones juntas.

-Se llama Helena.

-Que bello nombre.- dijo mientras tragaba saliva, evitando llorar, no era novedad que Castiel quiera demostrarse fuerte a pesar de todo.

-Se parece a ti, creeme.- él sonrió y se acercó un poco más a ella al punto en que sus frentes se juntaron.

-Entonces, pequeña, ¿lo intentamos de nuevo?

-Lo intentamos de nuevo.

Otro pedido sexy.
Espero que te guste!

One-Shots | 𝗖𝗗𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora