11. Armin

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Naori estaba nerviosa y ansiosa. A cada segundo que pasaba se le hacia cada vez más eterno esperando a que sean las 18:00.

¿Por qué?

La razón era porque tenía que esperar a alguien imporante para ella. A alguien que deseaba ver hace bastante tiempo ya.
Ese alguien era Armin, su ex.
Sí, suena un poco raro.

De tan sólo pensar que iba a ver su rostro una vez más hacia que su corazón se acelerara y le daban ganas de brincar de la felicidad.

[...]

Cuando por fin el tiempo pasó, ya se encontraba con Alexy, Rosa y Priya esperando la llegada del moreno en el aeropuerto. Todos estaban ansiosos por ver a su viejo amigo.
Bueno, no tanto como Naori tal vez.

-¿Cuánto faltara?- preguntó ella.

-Pareces un poco emocionada, eh.- dijo Alex pegándole un codazo.

-Hace mucho que no lo veo, tú sabes Alex.

-Además deberías agradecerme a mí en primer lugar, por mí volvieron a estar en contacto.- ella sonrió recuerdando el día en que su amigo que le dio el número de Armin, desde ahí, comenzaron a hablarse de nuevo.

En ese momento, los pasajeros del avión en el que iba Armin comenzaron a bajar. Alexy y Rosalya alzaron un cartel para que el moreno sepa dónde estaban. Naori esperaba ansiosa, buscándolo con la mirada pero este no aparecía.

-¡BOO!

Todos brincaron del susto y al darse vuelta no era nada más ni nada menos que Armin. Emocionados, todos se unieron a darle un abrazo, Naori había tardado un poco en reaccionar pero logro unirse.

-¿Cómo es que no te vimos?- preguntó Alex pasando su brazo por el hombro de su gemelo.

-Digamos que soy como un ninja.- bromeó.- Wow, veo que todos han cambiado.

-Y tú no eres la expeción, eh.- le dijo Priya guiñandole el ojo.

Armin dirigió sus ojos a Naori y automaticamente unas mariposas aparecieron en su estómago. Sin pensarlo se acercó a ella y la abrazó, la chica no se lo esperó para nada pero no dudó en corresponderle.

-Te extrañé.- murmuró en su oído a lo que ella lo apretó aún más. No se daba una idea de lo mucho que lo extrañaba.

-¡Bien! ¿Qué opinan si vamos a comer pizza?- preguntó Alex una vez que esos dos cortaron el abrazo.

-¡Vamos!

[...]

Una vez en el restaurante más cercano, entre todos juntaron dos mesas y pidieron la pizza. Mientras esperaban convesarban sobre sus vidas y algunas anécdotas.

-¿Recuerdan el baile de graduación?- preguntó Rosalya.

-Como no... fue genial.- dijo Priya.

-Como olvidarlo.- dijo Armin con una sonrisa de oreja a oreja y sin dejar de mirar a Naori, la cual no paraba de sonrojarse. Aquel momento había sido mágico para ambos.

Sólo deseaba que el momento en el que estén solos y sin que nadie los moleste llegase.

-¡Allí viene nuestra pizza!

Entre risas se acabaron la pizza, siguieron conversando para luego pedir un postre. Naori se levantó para ir al baño, sin saber que estaba siendo seguida por alguien.

Cuando terminó de hacer lo suyo se llevo la sorpresa de que Armin estaba frente a ella, la estaba esperando.

-A-armin ¿qué haces aquí?

-Quería hablar, y no podía hacerlo frente a todos.- se acercó mientras colocaba sus manos en sus bolsillos, en ese momento, Naori se dio cuenta de lo muy guapo y cambiado que estaba, se veía más adulto pero no perdía su escencia.- Quería bueno... preguntarte si...

-¿Si...?

-Si querías que mañana vayamos algún lado. Ya sabes, para hablar.- ella sabía que estaba nervioso pues lo conocía bien.

Naori sonrió y asintió, un poco emocionada.- Sí, claro.- Aceptó.

-¡Genial! Será mejor que volvamos. No pienso perderme ese helado de chocolate.- ella rió y volvieron con los demás.

[...]

El tiempo pasó y para la sopresa de todos, Armin dio la noticia que se quedaría allí a vivir. Absolutamente nadie se lo esperó, ni siquiera Alex que era su hermano estaba enterado ello.
Y Naori ,por su parte, no podía estar más contenta, además, luego de que él la había citado a pasar el rato, aquello volvió a repetirse, tanto que ocacionó que se volvieran a unir y tener esa misma confianza de antes. Pero era algo obvio que sus sentimientos renacerían, aún así, ninguno se atrevía a decirlo.

Tenían miedo de que todo terminara como la última vez. Tenían miedo de volver a empezar y que eso tenga un final.

Naori -que estaba yendo al nuevo apartamento de Armin- era positiva, y se repetía así misma que debía al menos intentarlo, como Alex dijo, la vida es una sola y si no lo intenta, seguramente se iba arrepentir.

Tocó la puerta varias veces hasta que el pelinegro abrió. Para su sorpresa se lo encontró vestido con al parecer, ropa vieja y con una caja en las manos.

-¿Estabas colocando los muebles?

-¿Tanto se nota?- ambos rieron.- Pasa.

-¿Quieres ayuda?- preguntó observando el lugar, era realmente hermoso, tenía ese toque de Armin.

-Oh no, no hace falta. Terminaré mañana.- dejó la caja en el suelo y se tiró en el sofá.- Ven.

-Me alegro mucho que vuelvas a la ciudad y te quedes.- admitió.

-Bueno... será más fácil vernos y... ya no estaremos separados.- Naori sonrió agachando su cabeza.

-Tienes razón.- susurró.

-¿Quieres tomar algo?- preguntó él con las mejillas rojas por lo que había dicho, ella aceptó y fue hasta la cocina.

El moreno abrió la nevera y sacó dos latas de soda pero cuando iba a darse la vuelta se topó con unos ojos azules frente a él. Los cuales, estaban bastante cerca.

-¿Nao...?-- no logró acabar la frase ya que unos labios lo interrumpieron.

Naori lo estaba besando, no podía seguir aguantando el hecho de lo seguía amando como el primer día. No iba a callar más.
Se separó lentamente y esperó su reacción.

-Yo... wow.- dijo.

-¿Wow? ¿En serio?- rió.

Armin negó, dejó las latas a un lado y la agarró de la cintura y volvió a besarla. Ella, sin dudar, le correspondió rodeando sus brazos en sus cuellos.

Era el principio de un nuevo comienzo.

Esto fue un pedido, así que espero que te haya gustado!

One-Shots | 𝗖𝗗𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora