Lágrimas.

16.4K 981 674
                                    

Narra Rubén.

-¡Rubén!-La voz de mi padrino gritarme desde el living me despertó.

-¿Qué?-Le grité de la misma forma, no iba a levantarme, estaba demasiado cómodo en mi cama.

Quería salir con Guillermo pero Samuel lo llamo y le dijo que fuera a  verlo.

-¡Ve a la esquina comprar leche!-

-¡Ve tú!-

-¡Estoy ocupado, ve!-

Me levante de la cama, me puse un abrigo y zapatillas y me dirigí al living, pase por detrás del sillón donde estaba mi padrino.

Agarré el dinero de arriba de la mesa y salí del departamento.

Cuando estaba saliendo del edificio vi a Guillermo bajo de un árbol, en la placita frente a casa ¿Tan rápido había vuelto de la casa de Samuel? Me fui acercando y a medida que avanzaba pude escuchar que estaba llorando.

-¿Guille?-

Pero él ni siquiera me contesto, siguió abrazando fuerte sus rodillas mientras ocultaba su cara en ellas. Me senté a su lado y volví a llamarlo.

-¿Guille qué ocurre... estás bien tío?-

Él sólo levanto su cabeza y me miro con sus profundos y tristes ojos. Pase un brazo por sus hombros y él me abrazo por la cintura, hundiendo su rostro en mi pecho, a los pocos segundos sentí la humedad en mi playera. Guillermo estuvo llorando unos minutos hasta que al fin se calmó y levanto su vista hasta clavar sus oscurecidos y rojos ojos en mí.

-Samuel... él se acostó con Alex... Los encontré en la cama-Dijo mientras nuevas lagrimas salieron de sus ojos.

El maldito bastardo ese, lo había engañado y Alex ¿Cómo mierda pudo?

-Vamos- Mencione mientras me levantaba con él.

-No quiero que mi madre me vea así- Susurró mientras agachaba su cabeza.

-Vamos a mi casa-Le dije mientras tiraba de su mano.

Entramos al departamento pasando por detrás del sillón donde estaba mi padrino, no nos notó pasar hasta que cerré la puerta de mi cuarto.

-Rubén ¿Compraste lo que te pedí?- Me gritó desde el living, a puesto que sin despegar sus ojos de la pantalla.

-¡No, estaba cerrado!-

Cuando me di vuelta Guillermo ya estaba descalzo acostado en medio de mi cama, me acosté a su lado y pronto sentí su cabeza en mi pecho y sus sonoros sollozos. Una hora después se quedó dormido, observe por la ventana y me di cuenta que ya había oscurecido, sentí vibrar mi celular en mi bolsillo. Lo saque sin que Guillermo se despertara y era su madre.

-¿Rubén has visto a guille?-Me dijo sin siquiera saludar.

-Sí, me está ayudando a estudiar. El lunes hay escrito-

Su madre sabía que siempre me ayudaba con las clases.

-Ah, bueno, yo ya me voy al hospital. Que no se quede hasta muy tarde, no me gusta que se junte mucho con ustedes tres, pervertidos- Mención mientras ponía esa voz asesina.

Guillermo se quedó a dormir en casa. A la mañana siguiente me desperté cuando ya no sentí el peso extra en mi abdomen.

-Lo siento si te desperté- Me dijo mientras se calzaba.

-No importa- Mencione, él sonrió amargamente.

-Ya me voy- Susurró a modo de disculpa y no quise dejarlo ir solo.

Cosas de la vida - WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora