-Bien ¿Y cuando llega?-Pregunte como por cuarta vez.
-Pronto. Ya cállate-Me dijo Marcos mientras observaba por la ventana-Lo llame hace unos minutos, debe estar por llegar-
Respire profundo y observe las pinturas, colgadas en las paredes. Eran bastante buenas, aunque algo tétricas y sádicas.
-Tus pinturas son raras-Dije sincero-Sin ofender-
-No ofendes-Se mantuvo callado unos minutos mientras yo seguía recorriendo su habitación, observando los cuadros pintados por él-¿Por qué son raros?-Preguntó curioso.
-Simple. Le faltan vida-Marcos sólo se quedó callado dándome la razón.
Sus cuadros eran iguales a la música de Fabián, sin vida, sin emoción, vacía.
-Llegó-Dijo Marcos viendo por la ventana.
Se dio media vuelta y me observo mientras sonreía de lado.
Escuchamos la puerta principal abrirse. La voz de Alex retumbo por la vacía casa y lo escuchábamos hasta más cerca del cuarto, no importaba, seguíamos en lo nuestro y entonces...
La puerta se abrió.
Alex se llevó las manos a la boca, sus ojos se clavaron en los míos mientras derramaba lágrimas. Marcos siguió penetrándome mientras mordía mi cuello e Alex se quedó allí parado, sólo observando.
-¡Ah!-Gemí cuando llegue al orgasmo.
Marcos se quitó de encima de mí y se levantó poniéndose el pantalón, yo sólo me envolví en la sabana.
-¿¡Cómo pudiste!? ¿¡Cómo pudieron!?-Gritó Alex mientras nos miraba con profundo odio.
-Fácil-Dije yo-Ley del Talión, lindo-Lo siguiente que sentí fue la mano de Alex estrellaste contra mi cara.
-¡Eres un maldito puto!-Me gritó mientras intentaba volver a golpearme pero Marcos lo sostuvo de las muñecas- ¡Y tú! ¿¡Cómo pudiste!? Yo te amaba-Le gritó esta vez a Marcos.
-¿No recuerdas como despreciaste mi amor antes?-Le escupió con odio mientras soltaba sus muñecas, cómo si, su sólo tacto lo quemara.
-Claro que no lo recuerdo-Le levantando el rostro- Tampoco recuerda cómo se acostó con mi novio-Escupía su desprecio e Alex clavo su oscura mirada en el piso-Él sólo busca chicos atractivos, es por eso que te ama- -
-Mentira-Me interrumpió.
-Verdad. Antes no lo querías ¿Por qué ahora sí?-Pregunté irónico-Porque es guapo y atractivo, porque todos mueren por él, por eso, Sólo eres un perro superficial-
Alex sólo nos miró con odio y decepción y salió corriendo. Una punzada de remordimiento y dolor atravesó mi pecho y me senté en la cama mirando el piso.
-¿Te arrepientes?-Me preguntó Marcos sentándose a mi lado, yo sólo negué con la cabeza-Está bien, es normal. Aun lo quieres, eran como hermanos, pero recuerda-Me dijo mientras levantaba mi rostro y clavaba su oscura mirada en la mía-Él fue el que te traiciono-En ese momento me lance a llorar sobre su hombro.
Porque la verdad, dolía lastimar a alguien que había querido tanto, dolía ser traicionado por la gente que más amaba, dolía estar solo.
Unos minutos después logré calmar mis lágrimas, me vestí y Marcos insistió en acompañarme a mi casa, estaba bastante nervioso y era el hecho de que pronto todo se iba a terminar y si con Alex sufrí así, no me imaginaba con Samuel. Subí despacio a mi departamento, el último piso y me dirigí a mi cuarto, ya no lloraba, sólo sentía un vacío en el pecho.