El pecado de la venganza (Meliodas & Tú)

15. BATALLA EN EL OTRO MUNDO

Siempre pensé que en los lugares más extraños del mundo puedes encontrar a las personas menos pensada, el mundo sigue siendo pequeño e inhóspito al igual que la vida, conformada por reencuentros, anécdotas y aventuras inimaginables, no hay ni momento ni lugar donde esta nos hace buenas o malas pasadas. Haciéndome pensar que la mayoría de mis recuerdos son algo melancólicos, mi pasado nunca ha sido agradable para recordar, Solo una cosa buena tuve, y me la arrebataron. ¿Porque la humanidad sigue siendo tan despreciable y codiciosa?

-¿_______? ¿Estás bien?- pregunto la voz cuya conocía bien.

- Si, Ban estoy bien- musite mientras que mi cuerpo estaba apoyado en una de las vigas, la cual afirmaba la construcción. El hombre peliblanco, miraba junto a mí el paisaje, pero en sus pensamientos no estaban concentrados en este.- Creo que es otra persona a quien deberías preguntarle si está bien y me refiero a ti- volví a llamar su atención . Ban solo me miro por un corto periodo pero aun así no dijo absolutamente nada.

Mientras los dos volvíamos a posar el mirar en el paisaje sin emitir ningún sonido, el hombre de ojos rojos escarlata musito un gracias casi inaudible,pero para la mala suerte de el,tenia un muy fino oído. 

-Si quieres decirme gracias, dilo fuerte- lo mire, mientras este fruncía un poco el ceño, aun ambos no congeniamos bien, pero habia dejar nuestra relación  en las manos del tiempo.

-Gracias por lo que hiciste, si no me habrías ayudado quizás yo y King aun seguiríamos peleando- sabía lo que era pelear con un amigo, pero también sabía que su poca concentración era causada por otra cosa, un recuerdo podría ser.
Al parecer los que nos encontramos en esta pequeña taberna, tienen pasados complejos, dolorosos e inolvidables, que no se sanan tan rápido como las heridas causadas en el campo de batalla.

- No fue nada -le di una corta sonrisa- ¿y los niños?- pregunte. Pues cuando habíamos acabado con King encontramos a los pequeños escondidos dentro de un viejo granero, Ban gustoso al igual que Meliodas les dijo que vinieran a la taberna a comer, ya que a nuestro peliblanco se le daba mucho mejor la cocina culinaria que al rubio.

- Están adentro explicándole al capitán sobre la capital de los muertos- musito volviendo a dejar sus manos en el bolsillo.

- Entonces entremos con ellos-conclui  para asi agarrar al peliblanco de su muñeca y tirarlo conmigo dentro de la taberna.

Ya en el acogedor aire de comida y cerveza, pude apreciar a los niños lo cuales dormían plácidamente, mientras Meliodas miraba por una venta que casualmente daba justo al lugar donde nos encontrábamos Ban y yo. ¿Acaso nos estaba espiando?.

-¿Iremos a la capital igual verdad?- corte el silencio en el ambiente cuidando que los pequeños no se despertaran por mi tono de voz.

- Si- se giró el rubio- ellos me contaron que para poder entrar "el sentimiento de algunos de los muertos te llevara al lugar".-concluyo poniendo una de sus manos en su pequeña barbilla.

-¿En que piensa capitán?- interrumpió Ban por primera vez.

-Pienso que, ¿porque King quiere entrar a la capital?- todos los presentes nos miramos extrañados pues era verdad que tiene que ir hacer un pequeño hombre volador a ese misterioso lugar.

-Para poder saber tendremos que ir- me acerque a Meliodas, para poder posicionarme en la misma ventana donde él se encontraba anteriormente.

----------------

Mientras las nubes se amontonaban una tras otras en el sombrío lugar,  nos encaminábamos directamente al lugar nombrado por los niños; a mi lado Meliodas y a su lado Elizabeth charlando plácidamente con el rubio, no ponía demasiada atención ya que mi vista estaba centrada en los hombros anchos del hombre que iba más adelantado que nosotros.
Cuando tome su muñeca vi una pequeña fracción de su recuerdo, extrañaba a la chica de cabellos rubios y ojos dorados, y sabia que gracias a ella es que se nos estaba presentando este hermoso paisaje.