El pecado de la venganza (Meliodas & Tú)

20.LA FIESTA (PASADO).

La nieve del segundo invierno en este lugar comenzaba a endurecerse al igual que mis lazos con Zack. Al poco tiempo de nuestro primer encuentro presenciando aquel suceso decidimos contarnos nuestro por qué estábamos en este lugar lleno de secretos, lujuria y mentiras, incluyendo también el porqué de sus vendajes sobre todo su cuerpo. El Hombre se había quemado completamente mientras asesinaba despiadadamente a sus cuidadores, los cuales lo maltrataban psicológicamente y física haciendo que incluso un zack de apenas 8 años enterrara cadáveres en el patio trasero de la residencia para huérfanos "Desde ese momento ya nada fue igual" me dijo una noche de primavera en su habitación. Dando paso a un nuevo chico el cual comenzó a asesinar gente como un animal, y así fue como el rey lo capturo para el "proyecto secreto".

Hasta el momento el hombre barbudo había reclutado a un Asesino y una ladrona, Pero como el tiempo avanza y trae consigo amigos, también trajo las desapariciones de reclutas que no eran útiles oh buenos dentro de las instalaciones, de los 24 que éramos en ese entonces, 17 llegamos a lo que podría ser la fase final.

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Mis recuerdos son borrosos, pero sé que a mi alrededor se encontraban hombres vestidos de blanco una habitación lúgubre con aroma a humedad, una mesa de acero en la cual era depositado mi cuerpo boca abajo y a unas dos meses más se encontraba zack inconsciente en la misma posición, la habitación era decorada con utensilios del mismo metal, pero lo que jamás olvidare será una inyección de color carmesí sujeta por un hombre el cual musitaba- Ella despertó es bastante fuerte a la dosis, hay que proceder- miraba a los hombres que estaban a su alrededor enmascarados los cuales asentían. De pronto sentí el acero traspasar mi piel justo donde se encontraba mi columna vertebral, el líquido inyectado lo podía sentir era igual como cuando sientes el agua contra tus dedos, solo que este era diferente, sentía que cada célula ardía al rojo vivo y al parecer no era la única Zack también gruñía por el dolor. Al cabo de unos minutos el dolor seso, ese líquido fue el principal componente de mi futura vida.

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-_____ deja de soñar despierta-musito mi amigo enojado por no seguir el galope de su caballo con el mío.

-Lo siento- susurre, mientras me determinaba a seguir su paso, para así llegar a la tan esperado lugar del cual no recordaba su nombre pues cuando se dieron las instrucciones empecé a observar la ventana del palacio y cuando finalmente reaccione me encontré con un caballo, una dirección y un heterocromático de sonrisa ancha.

-Donde nos quedaremos- le pregunte, viendo el sendero cubierto por escarcha del poco invierno que aún quedaba.

Suspiro cansado pues al parecer todas mis dudas ya la habían comentado en el palacio del rey y yo no había puesto atención-Nos quedaremos en un castillo, además de que iremos a una fiesta en la noche- concluyo mirándome de reojo y así poder seguir con nuestro camino.

Pensé que era un pequeño pueblo, pensé que era un pequeño castillo, pensé que eran habitaciones separadas. Pues todo se fue al caño cuando vi una residencia más grande que el castillo de nuestro Rey incluyendo que el chico vendado y yo éramos los únicos que habitaríamos estas instalaciones, además se me olvido mencionar que de ahora en adelante tenía que fingir ser la esposa de Zack.-Son una pareja muy adorable- sonrió alegre una de las mucamas del castillo, mientras ambos asentíamos. Al que se le ocurrió la tetra de esta misión podía haber inventado que éramos hermanos oh hasta primos pero al parecer le gusta emparejar gente.

-¿y bien ahora que?- le dije cerrando la puerta a mis espalda de nuestra habitación inmensa, ya que los ventanales llegaban hasta el piso mientras los adornaban cortinas de sedas rojas, la cama era inmensa completamente blanca, el piso adornado por alfombras, una mesa hermosa se depositaba al otro extremo de la habitación decorada en su centro con un gran florero de rosas rojas y blancas. Todo era iluminado por un sinfín de candelabros y los ventanales dejando entrar la luz natural del sol.