El pecado de la venganza (Meliodas & Tú)

25.-AL DESCUBIERTO.

Que es lo peor que puede suceder en un día, ¿perder tu dinero por ver los músculos de Ban? Oh que las hadas del bosque te odien, en lo personal creo que es la primera opción por el simple hecho que con el dinero puedo sobrevivir pero este no es el punto y tampoco son los pectorales del albino sino más bien mi situación es la peor de todos, luego de que chocara mi frente con la del rubio para alejar aquella "atmosfera" hice que cada uno se fue por su lado para luego por la mañana una loca mujer que no se deja ver el rostro capturo a nuestra princesa albina sin dejar ningún rastro.

Lo último que escuche de Meliodas fue un "¡¡Aléjate de ella!!". Y en estos momentos estoy rodeada de los pecados para confesar aquel pasado que siempre intento esconder.

Si piensas que tienes un mal día piensa en mí.

-Y ahora nos puedes instruir sobre qué es eso de un nuevo pecado- pregunto el hada con una ceja levantada y algo sonrojado por estar viendo a Diane luego de mostrar mi nuca.

-¡Ni siquiera yo lo sé!- respondí, me sentía en un interrogatorio criminal.

- Solo intenta explicarlo- tranquilizo el albino a mi lado derecho, parecía más simpático de lo normal, puede ser por los dos litros de cerveza.

- Yo....-suspire- Antes trabajaba para el rey, el padre de Elizabeth- trague en seco, para luego posar mi mirada en aquel capitán que tuve tan cerca de mi hace unas horas atrás.

- ¿Qué trabajos realizabas?- canturrio la gigante.

-Mis trabajos eran algo peculiares-explique, girando para así dirigirme hacia la ventana de la taberna. No quería verle las caras luego de que supieran sobre aquel turbio pasado.-Pertenecía a una fracción diferente y mejor entrenada que los caballeros sagrados- relate – Unos pocos sobrevivimos a......- sentía aun aquel liquido recorrer por mis venas.

- ¿A que sobrevivieron?- cuestiono el rubio, al cual le había omitido ciertas partes de mi historia.

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-Sospechan de ti y de Evan- pronuncio Zack concentrado en el ventanal que daba a aquel jardín malditamente pacifico.

- ¿Quiénes sospechan?-

Quién diablos iba a sospechar de aquella relación que se intentaba formar y que de la cual Zack comenzó a cooperar diciendo que no diría absolutamente nada solo por el hecho de protegerme, el sabía perfectamente que yo perdería la cabeza literalmente.

-Los grandes-se giró-_______ maldición estamos hasta el fondo en esta vida-reprocho-¿de verdad él está dispuesto a arriesgar su vida? O mejor dicho tu estas dispuesta por arriesgar su vida y la tuya- cuestiono, a veces Zack era más que un mejor amigo sino más bien era como un padre que entendía el peligro inminente en el que me estaba enredando como espina sobre mis brazos, tantas veces había peleado con Evan por decirle lo que le pasaría si este se acercaba un solo centímetro a mí.

Pero había esa fuerza que por más que le allá empujado lejos de mí, volviera a caer con aquel chico.

-Lo sé, ¡maldición!- grite aferrándome fuertemente mi cabeza-No sabes cuánto eh hecho para alejarlo pero...per-exhale el aire-

- Entiendo pero sabes bien que tienes que dejarlo ir - se acercó y sin más me abrazo conteniendo lo poco y nada que aún tenía adentro.

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Tan pronto como aquella noche callo con sus estrellas radiantes, lo previsto por Zack en la mañana se había hecho realidad y mientras llegaba al mismo lugar de encuentro que había acordado con el azabache, este estaba amarrado con grandes cadenas en el roble que tantas veces nos había visto reunirnos felices y empalagosos con tantos sueños aquellos que nunca se realizarían y todo fue gracias a las mismas personas por las que trabajaba, sin más esa misma noche empezaría mi propia venganza.

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-¿Hace mucho que no nos vemos?- cuestione, buscando fingidamente en mis recuerdos sobre aquel hombre canoso.

- Cadete- retrocedió. Infiltrarse en uno de los castillos del rey no había sido cosa fácil.

- Si como sea, sabes el porqué de mi visita- concluí entrando firmemente a la habitación para así tomar su cráneo, estrellándolo de solo un golpe en la pared junto a un librero enorme con expedientes. Ante los quejidos de mis victima divisar un expediente particularmente rojo con las iniciales de P.F.B. sin mas y con mi mano libre tome aquella carpeta extraña.

-¡Eso es clasificado!-gruño, para asi dejarlo de golpe en la silla en frente del enorme escritorio.

-Y que, tu maldito secretario no le importo "lo clasificado" ya que me vendió tu paradero- respondí mientras ojeaba lentamente aquellas hojas, con un sinfín de investigaciones químicas.-No te muevas oh juro que te enterrare esto-enseñe una daga- justo en tu aorta- le guiñe un ojo.

Las palabras que leía eran Alquimia, trasmutación, poder militar, perfección, 17, contramedidas y aquella frase la piedra filosofal.

Sin embargo luego de hojas y hojas de una formula eh ingredientes de un científico a puño y letra de aquel sujeto, encontró una nota, relatando que el proyecto blood había sido un éxito y que los 17 desarrollaron un poder inigualable que ni las diosas pudieron desarrollar al 100%.

-Aquel liquido era esto ¿verdad?- enseñe la carpeta.

-No diré absolutamente nada- respondió tajante el hombre.

-Tranquilo tampoco lo harás y con una flexibilidad vital tome sin más la draga saltando por el escritorio haciendo que el hombre se fuera de este lugar para siempre.

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-¿Qué paso con aquel expediente?- cuestiono el rubio- y con Zack- interrumpió Diane, sorvetiando un poco su nariz a causa de unas pequeñas lagrimas engañosas.

-Hasta la fecha aquel expediente lo eh escondido y las dos únicas personas que saben de esto es Zack y yo, si nos matan desaparece con nosotros-aclare la duda de Meliodas- Y Zack deserto al mismo tiempo que yo, haciendo que el rey se alarmara pero al parecer es más listo por el simple hecho de no dejar rastro alguno. No lo eh visto en años y la única comunicación que eh recibido fue hace dos meses-sentencie.

-Eres una chica llena de secretos- suspiro Ban como si intentara capturar toda aquella información.

-¿Ademas del pecado por que mas estas aquí?-gatillo King, al parecer va directo al grano.

Debería hacer lo mismo con Diane.

-Sé que ustedes no tienen la culpa sobre el asesinato de Zaratras- musite haciendo que mi audiencia se petrificara, incluso Gowther el cual pensé que no se sorprendía.

-¿cómo sabes aquello?-

-La codicia en las personas es siempre mayor que incluso el cariño y las alamas también son débiles ante los demonios- respondí sentándome en uno de los banquillos de la barra.

- no entiendo tu punto- gruño nuestro hermano cerdo.

-Ella intenta decir que alguien cercano lo asesino- explico lujuria.

-Exacto y ese alguien fue Hendrickson y Dreyfus-

- y para que lo harían- cuestiono Diane.

-para obtener el poder de gran caballero sagrado y hacer lo que quisiesen con el- respondí- lamentablemente sigo sin saber que tramaron- concluí

-Esto fue un acertijo bastante grande- suspiro Ban el cual ha estado atento a cada palabra.

-Por ello hay que ir por Elizabeth- interrumpió Meliodas y sin más todos nos pusimos en marcha por una causa, rescatar a Elizabeth de las manos del enemigo. 

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lo se , lo se, no me maten estoy viva... No estaba muerta andaba de parranda.... na mentira estoy trabajando :C  las quiero siento mi demora. pero no dejare esta novela hasta terminarla y para ello falta jejejeje las amo aprecio. me gusta cuando comentan oh le dan a la estrelllita. un beso con calor desde chile y nos vemos en este otro cap.