51.RETORNO

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Observar el enorme mapa de Britania era como volver a donde pertenecía, aunque sabia que saliendo de esta guerra debía involucrarme en otra.

Y la verdad es que comenzaba a estar cansada.

La gran habitación de hermosas cortinas rojas y sitiales que hacia juego con el lugar, provocaron que corriera a buscar uno de aquellos sillones para tener mayor comodidad en mi búsqueda sobre el enorme papel que acaparaba la mesa negra.

-Pareces más cansada mientras pasan los días- musito aquella inconfundible  voz a mis espaldas.

-Al parecer ya no tiene el mal humor de las dos semanas anteriores, capitán-

-Tan deslenguada como siempre-  soltó, acompañado de una pequeña risa.

Los pasos sobre la madera del piso se propagaron por todo el lugar y  finalizaron, cuando por fin llegaron a mi lado, donde el sujeto habia comenzado a  observar junto a mi, aquel pedazo de papel.

Me encogí de hombros, no habíamos hablado tanto en estas semanas ya que él como yo estábamos ocupados y tampoco me daban ganas de hablarle si parecía hecho una furia cada vez que me veía hablar con su general.

-Pareces agradarle-interrumpió el silencio que nos había invadido unos segundos.
Aún así mi respuesta fue de total ignorancia Provocando que mi ceño fruncido saliera a flote.

- ¿A quién le agrado?- levante una ceja-Y no creo que sea Zeldris, ya que parece odiarme cada día más- concluí con total sinceridad puesto que lo que había dicho era una realidad.
El menor de los hermanos me odiaba a causa de la inercia y de mi vomito verbal donde una noche de aquellas había preguntado cómo estaba Gelda cuando lo sorprendí llegando una madrugada.

Meliodas, rió nuevamente procurando dirigir sus pasos hacia donde se encontraba otra de aquellas cómodas sillas de madera y así asercar una hacia mi posición, respetando la cercanía.

Ya sentado y acomodado, desidio proseguir-El general-recalcó-Le agradas bastante- concluyó con un tono más pesado y molesto.

Podía sentir hasta con las fibras de mis cabellos que aquel tono de voz y sensación que emanaba era producto de los "celos"

-Es un buen chico-confesé, ignorando mi pequeña deducción.

"Yo igual intento serlo, pero no te das cuenta de ello "pensó el demonio para sus adentros.

El suspiro metal de Meliodas se había propagado en la realidad, para luego volver nuevamente al silencio sepulcral.
_____ en ningún momento se había girado a observarlo a los ojos, pero la repentina acción del rubio,  obligó a mirarle pues el chico con un rápido movimiento había tomado su mano

Por otra parte, el demonio ya la había comenzado a observar desde que entró en la habitación ya que para él era mucho más grato  apreciar aquellos rasgos, que ver aquel viejo mapa sobre la mesa.
Finalmente cuando la mirada de la chica conecto con la del rubio, los ojos de ____ se abrían de par en par  producto de la sorpresa.

Aquella coloración en los orbes del rubio, volvía a aparecer.

El hermoso  esmeralda había vuelto. Solo bastó con que ambas manos se encontrarán para que así aquel color acaparara los orbes del rubio.
A pesar de que ______ amaba aquellos ojos y podía apreciarlos nuevamente.

Ella quería escapar, lo más pronto posible .

Ya tenía suficiente lidiando con Evan- general, pues este chico la ponía nerviosa cada vez que estaban solos y sus recuerdos con el chico tampoco ayudaban tanto. Por otro lado Meliodas también le hacía las cosas difíciles con aquella mirada intensa y sus repetidas acciones.
Por ende no era para nada bueno que justo ahora los sentimientos reprimidos del demonio salieran a la luz.

El pecado de la venganza (Meliodas & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora