39.MANDAMIENTOS.

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Siempre han dicho que los paisajes comparten los sentimientos con los individuos bajo de él. La oscuridad azulada con pequeños puntos brillantes que se alzaban entremedio de aquel mar quizás significaba la pequeña esperanza del rubio.

Sus excompañeros se unían contra él en un estado de sed de venganza justo como la chica que le había compartido su historia, pero ahora en vez de estar a su lado esta se encontraba junto a su hermano, el cual al notar la mirada esmeralda rodeo de manera inminente y brusca la cintura de la castaña apegándola a él.

La ira del mandamiento se demostró cuando el chico de pecho descubierto arranco de cuajo el brazo del capitán de los pecados, demostrando la gran velocidad y destreza que había acumulado encerrado hace 3000 años, el hermano que siempre necesito y admiro sentiría lo que en aquellos años el mismo percibió en carne propia, por cada uno de los mandamientos que él había abandonado y desaparecido cuando todos los necesitaban.

-Hazlo- dijo frívolo y deseoso, provocando que el chico con el tatuaje de dragón que alguna vez la castaña observo ya no pudiera escapar de Gray Lord y sus cadenas.

Sus brazos magullados adquirieron un colorido morado dando a entender que estos estaban hechos trizas por protegerse de los múltiples golpes de Derieri, aun así, para los mandamientos no iba a ser la única marca que le quedaría en la piel morena del rubio, impacto tras impacto iba cayendo en el pequeño pero fornido cuerpo del pecado, aunque este no se dejaría vencer tan rápidamente. Una enorme cantidad de magia luego del ataque de Gloxinia fue desbordado por el ex capitán de los mandamientos haciendo que el de orbes oscuros protegiera con su cuerpo a la chica castaña, el ataque explosivo de este fue detenido con una mano que provenía del mandamiento del amor provocando que el rubio se desplomara.

-Oye Meliodas, sabes yo...preferiría morir antes de hacer esto- musito el hombre albino que posaba su pie en el pecho del chico desplomado haciendo presión y junto a ello los gemidos desgarradores y el crujir de los huesos del pecado- Yo te amo- concluyo entremedio del dolor del hombre bajo su pie, de un momento a otro el mayor elevo al pequeño tomándolo del cuello para así provocarle presión en este nuevo lugar, el chico a pesar de estar siendo asfixiado por el causador de sus posibles huesos rotos seguía apreciando los rasgos de la mujer castaña que le observaba sin expresión aparente en su rostro.

"Vuelve...vuelve con todos...Conmigo" pensaba el rubio esperanzado a que la chiquilla lo escuchara y le entendiera, se limitó a hacerle un gesto con la fuerza que aún le quedaba en una de su destrozada extremidad extendió lentamente su mano en dirección a la chica.

-Ella no te ayudara...- comento el de traje azulado mientras soltaba de golpe al pecado provocando que este de sus labios escapara otro quejido de dolor-Por que me ayudara a hacerte desaparecer- concluyo, mientras la muchacha caminaba lentamente al cuerpo impactándole dos sables negros en dos de sus corazones haciéndolo gemir del dolor.

Quizás el dolor provocado por el arma de la mujer no se le comparaba al dolor que sentía por el abandono de ella, ahora sabía lo que sus hermanos y excompañeros sienten. Entendía que la traición de alguien que aprecias duele y gracias a ______ lo comprendido, pudiendo solo ser un poco mas empático con sus compañeros.

-Acabalo...-observo la mujer al mayor para luego mirar los esmeraldas apagados del sujeto inerte bajo sus pies musitando-No arriesgare mi vida por alguien que no sabe lo que quiere- termino, mientras el sujeto alto finiquito despiadadamente el trabajo de la chica.

-.Britania es nuestra- concluyo el mandamiento del amor, dando a entender que la humanidad estaba perdida. 

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Corto pero contundente... las quiero denle a la estrellita y comenten.

 Garcías por esperar, besos:)

El pecado de la venganza (Meliodas & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora