El azabache sintió como era tomado con fuerza del cabello mientras lo elevaban, él solamente se dejo como si fuese un muñeco de trapo, ¡demonios! ¿por que, por que tenia que ser precisamente él?. Kuroda derramaba gruesas lágrimas mientras veía a ese necrófago que alguna vez fue su hermano, recordaba sus ojos color avellana que siempre lo seguían en silencio para evitar que él se diera cuenta que lo protegía más de lo debido; su sonrisa llena de orgullo cuando asumió el liderazgo del clan del sur, esas grandes manos que palmeaban su espalda y su voz fuerte que lo animaba cuando algo no le salia bien 'tranquilo Kuroda, sino sale a la primera, saldrá a la segunda, si no sale a la segunda intentaremos una tercera y si aun así no sale cambiaremos la táctica, pero de alguna manera saldrá', ya no había nada de eso, ahora esos ojos que antes estaban llenos de vida, los cubría una gruesa tela de color gris, la sonrisa había desaparecido, sus manos estaban manchadas con la sangre de quien sabe cuantos inocentes y esas palabras que en este momento necesitaba escuchar, ya no las escucharía nunca, todo, todo había desaparecido. Los presentes se unieron a la agonía de su líder, esta sería la última batalla que lucharían y lo dejarían todo en el campo.
Arageo se deleitaba con el espectáculo que le estaban regalando, ver a cientos de hombres derrotados moralmente era la mejor victoria; su líder era un sentimental, ese muchachito se dejaba guiar por sus sentimientos, ayudaba a todo aquel que se lo pedía, aun si eso significaba dejarse a si mismo de lado, ¡pobre tonto!; no entendía como es que el resto de los hombres lo consideraban su líder, debía reconocer que era un buen guerrero, pero tampoco era extraordinario, tenía curiosidad de saber ¿que era lo que lo hacía especial?, al parecer se quedaría con la duda porque solo cinco metros separaban al azabache de morir, quería convertirlo en uno de sus necrófagos, pero había decidido que lo mejor era acabar con él; ya podía verse celebrando su victoria, de pronto perdió el equilibrio y fue a dar al suelo sintiendo como una roca estaba sobre él, al percatarse bien tenía encima el necrófago que hace unos instantes sujetaba al ojiazul.
Los lobos aullaron con todas sus fuerzas, al parecer este sería el fin; el líder de mirada dorada se lamentaba internamente después de todo morirían sin haber cumplido su misión. Un escalofrío que recorrió su cuerpo entero lo saco de sus lamentos, al buscar la causa vio que el azabache lo observaba fijamente; este hizo uso de las pocas fuerzas que le quedaban y de un par de patadas se deshizo del agarre del demonio que profanaba el cuerpo de su hermano mandándolo a volar sobre el rey oscuro, como pudo se levanto y tambaleo unos pasos al frente, se paro firme y extendió sus brazos; con una mirada decidida y voz fuerte exclamo "yo Kuroda Takano acepto formar una alianza contigo, desde hoy seremos hombre y lobo a la vez".
Ni bien termino de pronunciar estas palabras el lobo de pelaje dorado corrió a toda velocidad hacía el azabache cuando estuvo a unos cuantos metros de él, salto enterrando sus garras en el ojiazul causándole una herida que iba desde el hombro derecho hasta su costado izquierdo, Kuroda lanzo un grito de dolor mientras veía como el lobo se desvanecía como un reflejo en el agua y entraba en él a través de la herida, el azabache sentía que estaba muriendo de dolor; sentía su cuerpo arder, el aire comenzaba a faltarle y su mente era un desastre, miles de imágenes llenaron su cabeza, recuerdos que no le pertenecían se fusionaron junto con los suyos, la información que estaba adquiriendo era demasiada; dudaba que su cuerpo soportara tanto dolor. Su corazón amenazaba con estallar debido a la presión que estaba ejerciendo, sus gritos de dolor llenaban todo el lugar, sentía que se estaba quemando por dentro, rasgaba sus brazos como si intentara arrancarse la piel mientras su cuerpo entero comenzó a cubrirse con cabello; el color azul absorbió al dorado y un grito desgarrador mezclado con un aullido hizo retumbar la tierra, hasta que solo el aullido se pudo escuchar y un inmenso lobo de color azabache se apreciaba.
Todos los presentes veían con miedo lo que estaba pasando, Kuroda lanzaba gritos desgarradores mientra sacudía su cabeza de un lado a otro, con sus uñas comenzó a rasgar su piel hasta casi sangrarse, vieron como el cabello del azabache comenzaba a crecer hasta cubrir completamente su cuerpo, sus pies y manos se volvieron cuatro patas hasta que un lobo de color azabache y ojos azules tomo su lugar, una nueva criatura había sido formada, esta lanzo un aullido estruendoso que retumbo todo el lugar, el lobo sacudió fuertemente su pelaje dejando ver nuevamente al humano, ningún hombre decía nada, únicamente los lobos aullaban y brincaban como si celebraran el acontecimiento; Kuroda movía manos y piernas mientras paseaba su mirada por los alrededores. Era cierto lo que le había dicho el espíritu él fue quien absorbió al lobo y no al revés y debido a esto adquirió fuerza y conocimiento, sus poderes eran mas fuertes cuando esta en su forma de lobo, pero si era posible esta batalla la quería ganar como hombre; aunque de todas maneras eso ya no tenia importancia ahora era un 'hombre lobo'.
ESTÁS LEYENDO
A través del Tiempo y la Distancia
Fanfiction¡¡¡¡AVISO!!!! Esta es una historia de chico x chico, así que si eres una persona conservadora que no le agradan este tipo de temas abstente de leer porque seguramente no te gustara. y para los que no pues Bienvenidos.. Takano Masamune ha esperado al...