A través del Tiempo y la Distancia

Conociendo Tu Dolor

- ¡Felicitaciones! de verdad lo has hecho excelente, todo tu esfuerzo ha tenido un resultado satisfactorio, eres un estudiante de honor.

- Muchas gracias, ¿eso significa que ya puedo buscar a Takano?

- No. Aun no, todavía falta una parte del entrenamiento, la cual te dará Takafumi, comenzaras a entrenar con él dentro de dos días

- ¡¿Qué?! Creí que el entrenamiento había terminado y que ya podría comenzar a buscarlo a él.

- No te engañes joven Onodera, es cierto que eres bastante hábil, pero no es lo mismo encontrar personas en el mundo ordinario que en el mundo oculto, en el mundo oculto corres el riesgo de ser engañado por malignos, los cuales se disfrazan de almas que aparentemente penan y buscan redención, cuando lo que de verdad buscan es devorar un alma con poderes espirituales; tu mayor reto será encontrar la diferencia entre estas, y quien mejor que un cazador para enseñarte a distinguirlas; estos dos días son para que te relajes y descanses, ya que necesitaras de toda tu energía y concentración para la última parte de tu entrenamiento.

- ¿relajarme? Eso es lo último que puedo hacer en esta situación, ya llevo casi dos meses entrenando, el tiempo se me está acabando; a este ritmo lo voy a perder. Caigo de rodillas al suelo mientras mis lágrimas se derraman, ¿cuánto más tendré que esperar para volverte a ver? ¿Cuánto más?

- Tranquilízate, de verdad lo lograras; si continuas entrenando con este ritmo y ese entusiasmo que le has puesto a cada lección, dominaras rápido esto también, lograste una combinación exacta con Misaki, hacen un gran equipo, has encontrado a personas que se encuentran de extremo a extremo en el globo terráqueo, sobre todo aprendiste a dominar a Kairos y a Pheuma sin mayores contratiempos, todos nosotros tenemos confianza en que lo lograras, sino no estuviéramos perdiendo el tiempo enseñándote; estaríamos buscando otras formas de traer al líder de vuelta.

- Tiene razón, lo lamento, es que a veces es inevitable para mí pensar que no lo lograre, cada día que pasó sin saber de él; me llena de angustia y desesperación.

- Te entiendo pero deberás ser más paciente, yo regresare dentro de dos días para que continuemos con tu entrenamiento, al igual que el resto; supongo que te quedaras solo en la casa, pero no será por mucho

- Si, lamento que tengan que descuidar sus obligaciones por mi culpa.

- Nada de eso, para nosotros es un placer cuidar del futuro de nuestro Líder, porque eso eres para él, su futuro; asegúrate de cuidar bien de él cuando este de vuelta

- Lo haré, prometo atesorarlo debidamente

- Me retiro, cuídate, cualquier cosa que necesites puedes pedírselo a las personas encargadas del servicio.

- Si, gracias por todo

- Por cierto, se me estaba olvidando decirte, el líder Kirishima vendrá a buscarte mañana, al parecer quiere charlar contigo, bueno eso es todo; nos vemos.

El sonido de la puerta al ser cerrada, me parece un estruendo ensordecedor, esta casa es demasiado grande para una persona, ahora entiendo a que se refería Takano, cuando dijo que era triste estar solo en una gran casa, ¡no! ¡Yo tampoco puedo quedarme aquí!, subo corriendo las escaleras rumbo a la habitación que ocupo, agarro mi mochila con mis cosas y salgo de ese lugar para dirigirme al suyo, rogando porque no esté cerrado con llave, al llegar tengo miedo de girar la perilla y toparme con el seguro, respiro profundo, cierro los ojos y ........ ¡BINGO! He entrado sin ningún problema, llevo dos meses aquí y debido a que siempre han habido personas conmigo no me atrevía a venir acá, recuerdo la primera vez que vine, me encontraba lastimado y él me trataba como si en cualquier momento me fuese a romper, es increíble pensar lo delicado que soy a sus ojos. Entro a su habitación y todo está igual que hace siete años, con la única diferencia que ahora hay polvo por todos lados, al parecer en este lugar el tiempo se congelo, tal vez fue un error venir aquí, mi corazón se siente pesado; me preparo para dormir, luego cambio las sabanas de la cama por unas limpias que encontré dentro de su armario, me abrazo a una de sus almohadas, mientras pienso en lo que ha sucedido desde que deje Montreal hasta ahora, prácticamente abandone mi trabajo. el cansancio inmediatamente comienza a vencerme.